El caso que Cecilia Cairo plantea con transparencia es propio del Uruguay que hoy tenemos, donde la gente se las arregla para vivir y ampliar la familia que crece, sin mayor intervención del Estado. Dejando de lado los graznidos que piden su renuncia, dejemos de lado la política de que la renuncia hace desaparecer el problema, artilugio al que un sector de la política nacional recurre habitualmente.
El planteo de que las cosas son como son, pero que se está en la política para cambiarlas hacia lo mejor, es sin duda la vértebra de la transparencia con que Cairo se hace cargo del problema. En su tránsito a comprender la envergadura del problema está la conciencia de qué Estado se está construyendo desde la política. Pues es el Estado el que define la política. Una política clientelar aprovecha la guardia baja del Estado, en su desmedro a cambio de votos. Un Estado sano es aquel en que el ejemplo de quienes lo construyen pone la vara a la altura a la que se quiere llegar.
La señora Cairo debe ser de las más capaces en el tema del ministerio que se le confió, si no la más capaz. Como todo mortal –ella lo dijo– tardó en comprender la altura a la que está la vara del Estado que está construyendo el actual gobierno. Pero parece haberlo comprendido, a estar por lo que reconoce y su indiscutible voluntad para pagar la deuda. El presidente del FA Fernando Pereira comentó que reconocer una deuda y disponerse a satisfacerla no puede ser motivo de escarnio. Si algo hemos aprendido de los escarnios de la actual oposición, es que no debe extrañarno que en sus menciones con la intención de reproches pasen por toda la hilera de sinónimos: burla, mofa, ridiculización, befa, afrenta, pifia, y más. Sólo expresarán con ello su estrecha visión del Estado que tenemos y no se quiere cambiar, y la necesidad de transformarlo desde las raíces de los árboles y tal vez un poco más que está hoy planteada. Los graznidos sólo nos darán nuevamente noticia de la ausencia de argumentos de fondo. Así lo reflejó cabalmente en cinco años de reproches al Frente Amplio por ser… Frente Amplio.
Cairo renunciará a su cargo si el FA entiende que es lo mejor para la construcción que está planteada, y que no le quepa duda a la oposición que grazna que la defenderá sin cortapisas si se la ataca. Estará en la obra que haga y encauce Cairo su manera de resarcir al pueblo uruguayo la confianza que se le deposita.
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