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Las sombras al tiempo mutan con sus nuevas figuras.

El otro día de parte de un conocido que trabaja hace mucho tiempo amarrando barcos en el puerto y haciendo changas en esa zona porque es de esas personas que saben hacer de todo, ya que es de los Leonardo da Vinci anónimos que existen sin darnos cuenta en el Uruguay y que muchas veces no rescatamos porque estamos maravillados únicamente con moñas que vienen del exterior, me envió un mensaje con el discurso emblemático de Richard Read del 1 de mayo del año 2013, sin falta y con atención lo escuché nuevamente.

Además en el mensaje que compartía escribía “¡esto, yo quiero esto en mi gente, veo y escucho esto y me dan ganas de mover conteiners con la mano aunque llueva o truene, y no porque hoy sea 1 de mayo sino siempre!”.

Las sombras al tiempo mutan con sus nuevas figuras.

El otro día de parte de un conocido que trabaja hace mucho tiempo amarrando barcos en el puerto y haciendo changas en esa zona porque es de esas personas que saben hacer de todo, ya que es de los Leonardo da Vinci anónimos que existen sin darnos cuenta en el Uruguay y que muchas veces no rescatamos porque estamos maravillados únicamente con moñas que vienen del exterior, me envió un mensaje con el discurso emblemático de Richard Read del 1 de mayo del año 2013, sin falta y con atención lo escuché nuevamente.

Además en el mensaje que compartía escribía “¡esto, yo quiero esto en mi gente, veo y escucho esto y me dan ganas de mover conteiners con la mano aunque llueva o truene, y no porque hoy sea 1 de mayo sino siempre!”.