El Presidente norteamericano, al que tantos comparan con Hitler, ha tomado por víctimas propiciatorias de los males de su país, por ahora, a los mexicanos y, por extensión, a todo latinoamericano.
El fascismo necesita un enemigo claro y burdo en el que proyectar su miseria, mientras provee para sus elites el festín propio de bestias sin conciencia moral ni el menor sentido de la vergüenza, menos aun, en caso de creer, el temor a Dios o, como dijera Immanuel Kant, a la ley moral en el pecho de cada uno de ellos.
Este hombre que hoy está en el pináculo del poder, no llegó allí por mera coincidencia, ni siquiera por capacidad propia, no. Es la consecuencia de un largo proceso.
Proceso que ha llevado 45 años de acción y reacción de la derecha más xenófoba y fascista norteamericana que, a lo largo de esos años construyó una estructura alternativa mientras que, con la ayuda de las corporaciones transnacionales con cabeza americana y parte no menor del establishment, se iba desarmando la estructura de instituciones democráticas, bien como de preciosos instrumentos que eran salvaguardia para la persona humana, en su libertad y en su dignidad.
Ahora la resistencia del pueblo norteamericano es fuerte, y quizá lo sea más aun, pero creemos que será tardía y hasta poco efectiva, habida cuenta que, como reflejo del 11/9, se creó toda una parafernalia de actas, leyes e incluso más instituciones de inteligencia que vuelven, si no estériles, al menos quijotescas todas las reacciones personales o grupales que puedan tomarse en contra de un sistema que aun sin serlo se parece demasiado a un estado policíaco en versión siglo XXI.
Hoy nosotros somos México. Sea por fraternidad; sea por estar junto al menos fuerte, sea porque mañana bien podemos ser nosotros, los del Cono Sur, sea por la rebelión ante la brutalidad fascista; sea, finalmente, porque México supo cobijar a tantos latinoamericanos, entre los cuales mujeres y hombres del Uruguay, cuando en nuestros países reinaba la peor de las noches.
Así también, el país azteca cobijó al Maestro, luchador social y periodista Raúl Legnani, nuestro Primer Compañero, en quien personificamos estas líneas al grito sereno, republicano y altivo de ¡NO NOS MOVERÁN!
PRÓSPERO
La ONDA digital Nº 801 (Síganos en Twitter y facebook)
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.
Otros artículos del mismo autor:
- Un nuevo ejemplo | El parlamento de Israel votó 61 a 41 a favor de legalizar un crimen de guerra
- Acuerdo tras ultimátum de Trump a Netanyahu y los lideres de Hamás
- México: reclutan jóvenes para el narcotráfico a través de teléfonos celulares
- Los dilemas que le esperan a Trump
- Una mujer es la ministra del gobierno de transición en Siria