Educación pública vs. capital

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Cuando el Frente Amplio logre su 4º Gobierno, que es posible y sucederá, el orden de las prioridades. Ese 4º Gobierno dirá que la educación pública será la prioridad central y a partir de ahí se desplegará el plan de gobierno de la Izquierda uruguaya.

Hoy, el Gran Capital es ajeno a lo que el pueblo tributa, mientras desde hace lustros Mirador-de-Prospero2 (1)logra pingües , contradicciones fuertes de una Economía que, en otras  áreas por demás sensibles, puntualmente en lo social. Contradicciones éstas que habrá que atender una vez que la Izquierda, en su 4º Gobierno se atreva a cambiar el orden de los paradigmas, al colocar adelante y al centro a la educación.

Hablamos de una educación pública que no se acota ni se agota en un porcentaje del PBI, sea cual fuere, comenzando por el  6%. No.

Nos referimos a una educación pública que sí tenga por base esos dineros pero que a su vez, tanto en lo académico, como en lo curricular, como en lo administrativo y de gestión tenga un plan de acción, en lo macro y,  cual cascada, diversos y complementarios planes estratégicos.

 Planes éstos que propendan a una jerarquización de lo humano, junto con una gestión que en lo posible evite tanto sea vacíos temporales – desaprovechamiento y hasta no utilización de recursos, bien como maximizar y, si es posible, aunar criterios sea para compra de insumos e incluso concentrar y/o ordenar el vasto micromundo de las licitaciones.

Por último, que toda la función sea auditable por un organismo público, existente o a ser creado, pero de dedicación exclusiva a los órganos y servicios de o referidos a la educación pública. Y que tenga potestad, con el debido resguardo para las partes eventualmente comprometidas, para sancionar e indicar vías de solución. Todo esto, claro está, lo reiteramos, sujeto a Derecho.

Nuestra contraparte en el diario caganchero – el que por otra parte pudo sobrevivir de sus abultadísimas deudas bancarias merced a que el Frente Amplio, en su primer gobierno, desde sus máximas autoridades, tuvo la generosidad de refinanciarlas – se refería, días atrás, respecto de la educación, al “reclamo de un imposible 6%”.

Justamente esa empresa que durante lustros logró, en lo económico-financiero, que lo imposible fuera posible. Allá ellos, si han perdido la fe en la voluntad planificada, en una república democrática que busca crecer, no desde sus ángulos sino desde la misma base y, así, ascender al pináculo de un humanismo posible.

Para que la alienación neoliberal no termine de extinguirnos como seres pensantes y sintientes, para que, verdaderamente, el Uruguay crezca, mejor distribuya y, a su modo y tiempo, acompañe los procesos en innovación y ciencia, de manera mucho más profunda, estratégica y sistemática, por lo menos a escala regional, debe colocar en el centro de la mesa al conocimiento, por vía de la educación pública, la única estructura nacional que vela por la cultura, así como la familia, la que muchas veces tiene solamente a la madre atendiendo el duro universo cotidiano para con sus hijos, y no, ciertamente, a la ruleta rusa de las finanzas.

En sintonía con ello, el Presidente de la República está desplegando a lo largo de su 2º gobierno,  y de manera creciente, una relación con los principales actores del mundo y otros más que sea, por su especificidad, sea por su complementariedad, podrían llegar a ser socios o asociados de interés para nuestro país.

Al interior del Frente Amplio es dable ver que, luego del caos de la Administración anterior y el la ordenada planificación de la actual, a lo se le suma el diálogo fluido pero no entreverado, la Fuerza política está dándose un tiempo de aparente desorden por imperio tanto del avance de la acción política, que hoy requiere mucho más que unos segundos de TV, bien como por la interacción de legisladores y sectores que buscan caminos de identificación, que unos traducen en conciliación de propuestas y otros en marcar terreno propio.

Ha comenzado el tercer año de gestión y no hay – nunca los hay – negro y blanco, siempre los matices se encuentran y es bueno que se hallen. Es decir que, ni el pasado reciente fue una calamidad, ni el presente es el Nirvana.

Ahora, nos compete el hallar la síntesis entre todos: Gobierno, legisladores, funcionarios, la siempre dialéctica e imprescindible clase trabajadora, desde sus órganos de conducción para que, con la gente, mirándola, escuchándola, sin vanidades vayamos construyendo desde un hacer cada vez más comprometido y coherente ese 4º Gobierno, cuya prioridad será la educación pública que luego se traducirá en conocimiento, mejorando grandemente nuestra cultura nacional.

Nos lo reclama el Pueblo, luego es un imperativo categórico y moral, y por tanto, innegociable.

PRÓSPERO

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