¿La información bajo presión?

Estamos ante un golpe tremendo a la democracia y a la convivencia sana entre los uruguayos. Nos enteramos por la agencia uy press, lo que sigue: “El lunes pasado los canales de televisión entrevistaron a Luis Lacalle Pou y lo interrogaron sobre la financiación de su campaña electoral.

TNU noticias emitió en su informativo de medianoche las palabras del candidato blanco sobre el vicepresidente de la junta departamental de Durazno, Nelson Bosch procesado por tráfico de drogas.

Luego de la filmación el candidato llamó por teléfono a la dirección de los canales 4, 10 y 12 y solicitó que se editara la noticia y se sacara esa parte. Y en la emisión de la noticia por esos canales esa parte fue notoriamente editada y suprimida”. Hasta aquí la información textual de la agencia de noticias.

El impacto es grande y doloroso, en tanto es la restauración de viejas prácticas de los partidos tradicionales que creímos superada. Nos duele por el candidato del Partido Nacional a la Presidencia de la República, Luis Lacalle Pou – autor de las presiones- , quien es un político joven que sabe bien que éstas prácticas no son propias de una República que quiere avanzar en un clima de optimismo y de libertad de expresión.

Nos duele mucho más que los canales de televisión privados hayan aceptado la presión, porque ese es un acto de debilidad y de sumisión al poder político partidario, esta vez expresado en el gesto de un solo partido político.

Estamos, entonces, ante un nuevo episodio luctuoso que se expresa en esta campana electoral, por cierto mucho más grave que los ataques calumniosos y falta de fundamentos contra el doctor Tabaré Vázquez (FA) por parte del doctor Jorge Batlle (PC).

Que ocurran estas cosas a pocos días de las elecciones nacionales, muestran que en algunos dirigentes de las viejas colectividades políticas hay un apartarse del pensamiento democrático y liberal que es parte sustancial de la mejor historia del país.

Vaya a la vez nuestro apoyo emocional a los colegas de esos canales de televisión, que sienten que su trabajo fue manipulado, lastimando así a la libertad y a la independencia comunicacional que siempre son importantes en una democracia, pero lo son mucho más cuando la ciudadanía se apresta a elegir a un nuevo gobierno.

El daño ya está hecho y no hay forma de revertirlo, por más que se lo quiera disimular. Ahora la palabra la tiene la ciudadanía, quien serenamente sabrá reflexionar sobre este lamentable episodio.

Por Raúl Legnani
Periodista y maestro uruguayo – Urumex80@gmail.com

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