Para un país pequeño como Uruguay la inserción económica internacional es vital para su desarrollo y el empleo es el tema central para avanzar hacia la igualdad.
Vivimos en un mundo donde se proclama permanentemente por la libertad de comercio, pero en la realidad esta no existe, por la cantidad de acuerdos comerciales existentes y porque los países desarrollados imponen restricciones a través de ayudas a los productores rurales, picos arancelarios, rubros sensibles y así sucesivamente.
Entre los años 2003 y 2014 al influjo del crecimiento de China y de su demanda sobre productos primarios, aumentaron los precios internacionales de estos productos lo que favoreció a las economías de la América del Sur. Lo importante a destacar es que en un mundo del conocimiento, los países de nuestra región venden básicamente commodities, con muy bajo valor agregado lo que limita las posibilidades de empleo y de avanzar hacia la igualdad.
En la Cepal de Raúl Prebisch se planteaba el tema como de relaciones Centro-Periferia, donde el Centro exportaba productos industriales y la Periferia productos primarios, lo que afectaba negativamente sobre los términos de intercambio y limitaba las posibilidades de empleo.
La salida que planteaba la Cepal era la necesidad de la industrialización para los países de la periferia.
Por Alberto Couriel
Economista y ex senador
La ONDA digital Nº 875 (Síganos en Twitter y facebook)
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.