Lo que sigue es la entrevista completa de Radio Uruguay al dirigente del PIT CNT Fernando Pereira realizada el 28 enero.
– El tema de cómo se compone el nuevo equipo de gobierno, las personas que lo van a integrar… ¿Ustedes miran eso con curiosidad?
– Yo – particularmente – sí.
– Como central sindical, ¿es un tema que a ustedes les preocupa?
– No, como Central, no. Personalmente, yo creo que encontrar la interlocución con quienes van a ser miembros del gobierno, es fundamental. Por lo cual conocer quienes son y nuevas figuras que – de repente – no vienen del mismo tronco común de uno, es importante. Lo mismo es que hay que atender las cosas que dicen los partidos de la oposición y hay que atenderlas con dedicación y con estudio, porque – dentro de las propuestas – puede haber cosas interesantes que acumulen con las ideas generales del Movimiento Sindical. De forma tal que tener una lectura atenta, no sólo a lo diario, sino una lectura atenta de lo que plantean los dirigentes políticos, o en entrevistas de radio, o en portales, es importante. Porque uno va configurando lo que va a ser el futuro de la relación entre el Movimiento Sindical y el gobierno, el Movimiento Sindical y la oposición, o el Movimiento Sindical y el resto de las organizaciones de la sociedad. Y, para mi gusto, cada vez que cambiemos de actores, se da una nueva configuración. Aunque se mantenga el mismo gobierno, hay una nueva configuración y hay que estudiarla lo máximo posible.
– Por estos días conocimos un comunicado del Secretariado Ejecutivo, donde ustedes expresan “sorpresa y preocupación por el aumento de las tarifas de los servicios, en guarismos muy superiores a los manejados por las propias empresas públicas que – más allá de los argumentos de fondo, entre ellos, el componente de prevención fiscal – el aumento establecido se considera como desproporcionado y contradice el mensaje oficial de que las cuentas están en orden. Que esta vía de ajuste – el mayor porcentaje -, como siempre, recae sobre las espaldas del pueblo trabajador, impactando directamente en su bolsillo y generando importantes desajustes – por el contrario al ajuste necesario del gobierno – en las economías familiares. Como integrantes de esta sociedad a la cual respetamos, siempre asumimos las obligaciones en el marco del Derecho. Asimismo, nuestro rol es velar y reclamar por los derechos y bienestar de los trabajadores y sus familias. En ese sentido, entendemos que hay otros instrumentos económicos que – perfectamente – pueden gravar los capitales suntuosos, a los efectos de lograr la prevención fiscal necesaria”.
– Creo que el comunicado es muy claro. Hay una parte que los uruguayos creo que cualquiera comprende. Hay unos 800.000 trabajadores con salarios cercanos a los $14.000 líquidos. Para esos trabajadores, la tarifa del agua, de la luz y del teléfono, son una parte crucial de su gasto mensual. De forma tal que un aumento mayor al que propone la empresa pública – que es del 3,9%, en un año en el que hubieron lluvias abundantes y que bajó el precio del petróleo y la matriz energética, en el Uruguay, se diversificó – parecería que no tiene otras razones más que fiscales. Es decir, nosotros entendemos que las empresas públicas son parte de la política económica uruguaya pero, al mismo tiempo, tienen que tener un componente social. Si el aumento de tarifas debió haber sido de este porcentaje por cuestiones de ajuste fiscal, se debió tener tarifas diferenciales – desde nuestro punto de vista – para aquellos que tienen consumos menores, es decir, hogares con consumos menores y otras familias que pueden gastar, pero que el gasto de la UTE es residual en relación a su ingreso. ¿Me explico? Entonces, acá se da una cuestión de injusticia. Todas las tarifas aumentan el mismo porcentaje. Aumentan para el que gana 14 como para el que gana 500. Para el que gana 500 no es nada, pero para el que gana 14 le significa un aumento importante. Pero hay un segundo dato, que todavía no se toma en cuenta porque enero no finalizó y es que las tarifas públicas tienen un fuerte impacto en el IPC y, en el mes que ajustan los salarios, probablemente enero vuelva a ser el mes con mayor índice de inflación del período, por lo cual, una buena parte del ajuste, se va en el primer mes. Supongamos, la inflación del año pasado en enero, anduvo en el entorno del 2%. Para mi gusto, son decisiones equivocadas. Las tome el presidente Mujica en su gobierno progresista – que nosotros hemos apoyado -, o las tome quien las tome. Son medidas que no contribuyen al criterio de equidad social que el Movimiento Sindical defiende y que el propio gobierno ha defendido en su discurso e, incluso, en una cantidad de normas que ha aprobado. De forma tal que no tenemos ningún problema en plantear – respetuosamente, pero al mismo tiempo, firmemente – que consideramos que es una medida desacertada que, por lo menos, a nosotros nos sorprendió. Porque si el propio presidente de UTE plantea que la necesidad del organismo es del 3,9%, es obvio que el aumento del 6,9% viene a tapar otros agujeros. El problema es que ese agujero lo tapamos con los más débiles. Por eso el mismo comunicado dice que si hay que tener previsión fiscal, gravemos a los que más tienen, que es una premisa que ha tenido la izquierda uruguaya y el propio Movimiento Sindical.
– De pronto lo que no hay es un “tapar agujeros”…
– No, dicho para que la gente lo entienda…
– De pronto, no hay un recurso o forma legal de hacer esto que ustedes están proponiendo, de un momento para el otro y sí se puede aumentar las tarifas de un momento para el otro.
– Es probable. Lo que pasa es que medidas que tienden a homogeneizar cosas que no son iguales, son muy complejas. Insisto, para un trabajador de $14.000, $1.000 de UTE es el 15% de su salario. ¿Me explico? Entonce, no es que sea un tema menor, es un tema crucial en su vida. Si a eso le sumamos que la OSE aumentó por encima de la inflación y si a eso le sumamos que las tarifas, en general, y los precios en general tienden a aumentar en enero, yo creo que la sociedad uruguaya tiene derecho a quejarse y los trabajadores somos – en cierta medida – la voz de los más débiles. Porque se nos dice: “…pero hay una medida que va a tomar el Dr. Vázquez, que tiene que ver con modificar normas del IRPF y va a suponer una renuncia fiscal de $20.000”. Pero estamos hablando de otro grupo de trabajadores, del que paga IRPF. Nosotros compartimos en absoluto la posición de Vázquez y vamos mucho más allá. Desde nuestro punto de vista no debería gravar como renta el Salario Vacacional, porque es un salario votado, precisamente, para que el trabajador se vaya de licencia, no para que tenga una renta. Entonces, no debería estar – desde nuestro punto de vista – en la renta. Pero, aún así, es una medida importante. Pero no abarca a los que no pagan, a esos que ganan $14.000 y no pagan. Es una preocupación por los más débiles. Yo creo que esto lo entiende el presidente Mujica, pero igual lo vamos a conversar en las próximas horas y, en el caso que exista una reunión con Vázquez – que la hemos solicitado ayer -, si bien este no es el tema central, va a estar planteado. El tema central será el relacionamiento entre el futuro gobierno del Uruguay y el Movimiento Sindical. Pero este tema está planteado porque si se ajustan los precios de las tarifas por encima de lo que las empresas estudian, si bien comprendemos que el gobierno tiene ese derecho, lo que queremos poner en alerta es que hay que tomar políticas diferenciales sobre los sectores más embromados de la sociedad, los que tienen peor situación económica.
– Sobre el comunicado, ¿ustedes esperan que tenga alguna reacción del otro lado?
– Yo parto de la base que algo que sube puede bajar. Hay un conjunto de factores que inciden en el precio de la energía eléctrica que lo hemos visto cuando los factores fueron negativos. Por ejemplo, cuando en el Uruguay no había agua porque no habían lluvias suficientes, cuando el Uruguay no tenía la matriz energética diversificada – esos molinos que uno ve, por suerte, cerca de las carreteras nacionales -, cuando el precio del petróleo estaba muy elevado, está claro que las cuentas de las empresas públicas se complejizaban y, a veces, había que subir las tarifas. Si esas situaciones se van modificando, yo creo que es posible modificar, incluso, la baja de las tarifas. De hecho se ha dado con el precio de las naftas y, de hecho, se ha dado con la propia energía eléctrica. Y de hecho, el director de Energía, Ramón Méndez, ha planteado que es posible bajar la energía en el futuro, producto de estas decisiones de inversión que tuvo el gobierno en el período, sobre la diversificación de la matriz. De forma tal que si tuviera que plantear un anhelo, es que el próximo gobierno del Dr. Vázquez baje la tarifa, para hacerla compatible con esta situación que estoy planteando. Entiendo que el subir las tarifas 3% resulta mucho y cuando nos bajan el 3% protestamos porque nos resulta poco. Pero, para mi gusto, todo lo que vaya en dirección a que las tarifas públicas se sometan a la lógica salarial de los trabajadores, es una cuestión inequívoca. Cuando nosotros planteamos que la política salarial no puede ser sólo competitividad o productividad porque tiene un fin social, las tarifas públicas sí. No pueden tener sólo un afán recaudatorio y de equilibrio de la empresa. También tienen que pensar en los más débiles, ¿no? Porque, finalmente, si hay un objetivo de justicia social, no es posible que las facturas la gente las sienta como muy fuertes. Por lo menos a mí, en estos días, me han llamado cientos de trabajadores preocupados por la suba de tarifas. No es que nosotros hacemos un comunicado porque la gente nos llama, sino que estamos tratando de razonar la política y, en este caso, las políticas de las empresas públicas por las que tanto hemos luchado y defendido. Pero está claro que a nosotros nos causó sorpresa y malestar. Y así se lo vamos a trasmitir al presidente.
– Usted mencionó al pasar, que la Central Sindical pidió una entrevista con Tabaré Vázquez y esperan que sea antes del 1° de marzo.
– Si, yo pienso que no va a haber ningún problema. Nosotros, con Tabaré Vázquez, nos conocemos desde antes de que fuera intendente de Montevideo, militamos con él.
– Cuando usted dice “nosotros”, ¿habla de usted?
– De mi y de varios compañeros que peinamos canas o de los que no tenemos sólo por producto de la casualidad, de la genética (risas). Los que tenemos cerca o más de 50 años, hemos conocido a Vázquez en la militancia por el “Voto Verde” que, por cierto, fue muy activa y que la valoramos mucho, porque le tocó – ni más, ni menos – que la responsabilidad financiera de esa campaña y, además, fue una persona que le puso un equilibrio muy importante. Y después lo conocimos como intendente de Montevideo, como presidente del Frente Amplio, como presidente de la República y como una persona – que yo creo – que ha sido uno de los principales líderes, sin duda, de esta última parte del siglo XX. Hemos tenido con él una relación muy fluida y cada vez que en el período que le tocó ser presidente se necesitó conversar con él, Tabaré Vázquez nos atendió en forma muy rápida. A veces en forma más reservada, a veces en forma más pública, pero lo cierto es que nunca hubo un inconveniente para poder hablar con Vázquez. Está claro que tampoco esto supone que el Movimiento Sindical pida una reunión por semana, ¿verdad? Supone, tal vez, tener cinco o seis reuniones en un período de gobierno y supone atender temas absolutamente prioritarios, o tener el teléfono de con quien hacer el puente para resolver aquellos temas que son muy delicados. Y en el período pasado – me refiero al período pasado de él, no del presidente Mujica, con quien hemos tenido más reuniones que entre nosotros – hemos tenido un diálogo fluido, por lo cual es esperable que en las próximas horas se nos de esa entrevista y conversemos sobre este tema centralmente.
– ¿Por qué la necesidad de que sea antes del 1° de marzo?
– Pienso que se puede hablar de una forma más distendida.
-Entonces es por una cuestión práctica, no porque ustedes vayan con una cosa que a partir del 1° de marzo no debería suceder o…
-No. Algunos de los anuncios que han hecho, ya he planteado que los comparto. Por ejemplo, si el 2 de marzo va a plantear un proyecto de modificación del IRPF que significa una renuncia fiscal del entorno de 20 millones de dólares, nosotros saludamos esa iniciativa y vamos a tratar de profundizarla, ¿verdad? Ya lo he dicho, tratando de que no graven el Salario Vacacional. Pero al mismo tiempo ya ha hecho otros anuncios que nosotros, por lo menos, los compartimos. Por ejemplo, ir hacia la inversión en un Sistema Nacional de Cuidados, o la inversión en infraestructura, o el 6% del PBI para la Enseñanza. Independientemente que se discrepe en los tiempos en los que hay que llegar, sin duda es un objetivo compartible por el Movimiento Sindical. Sin embargo, lo que se trata de discutir en esta reunión, es mucho más un acercamiento entre un gobierno que tiene un presidente con el que varios nos conocemos y un gabinete que tiene nombres nuevos y un Movimiento Sindical que también tiene nombres nuevos. Porque hoy, conversando con una periodista, decía: “son los mismos”. No, no somos los mismos. De ese Movimiento Sindical del 2005, quedamos 4. Y de ese gabinete del 2005 quedan 4. De forma tal que 10 lugares del gabinete y 10 lugares del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, han sido modificados. Y es necesario construir reglas de juego, sobre todo para encontrar soluciones cuando se tense la piola, ¿verdad? Es eso en donde funcionan los números. Muchas veces yo he comentado acá, en este mismo programa, que es importante llamar por teléfono y que del otro lado lo atiendan. Porque finalmente la negociación y el diálogo, forman parte también de la construcción de confianza. Yo creo que la construcción de confianza entre varios miembros del Secretariado y Tabaré Vázquez está formada, pero creo que hay que generalizarla al resto del Movimiento Sindical y también al resto del gabinete, ¿no?
– El gabinete de trabajo, de alguna manera, es el que más los determina o sería su interlocutor directo cuando ustedes quieren hablar con el gobierno. ¿Cómo ve la Central Sindical esta interacción?
– Como un equipo de trabajo muy potente. Es innegable… Yo los conozco a todos, o a casi todos. Los conozco en la actividad sindical, a otros – después de la actividad sindical – en el Banco de Previsión Social o, en el caso de Baraibar, en su primer ejercicio como director de Trabajo e, incluso, ministro de Trabajo y después como Embajador Itinerante. Hay un equipo que conforman Castillo…
– Castillo va a asumir la Dirección de Trabajo.
– Si. Yo creo que es un acto de valentía aceptar, porque lo más fácil – en ese caso – hubiera sido decir que no, ¿verdad? Pero pienso que tiene suficiente conocimiento del mundo del trabajo, es un compañero habilitado para dialogar, es un hombre de diálogo, es un hombre tolerante. Nosotros trabajamos en un lugar más chico que este estudio 15 años juntos y nunca tuvimos ni una dificultad para compartir espacio o llamadas telefónicas. Conversábamos de política diariamente. Está Jorge Mesa en el Interior, que fue dirigente del SUNCA en el 93, pero que ahora estaba en la Intendencia de Maldonado. ¡Un cuadro de película! Todos ellos son amigos míos. Ahora, yo tengo amigos que son muy potentes políticamente y amigos que no lo son y a los dos los quiero igual. Pero este grupo de compañeros es un grupo de compañeros muy potentes que yo creo que le van a dar una dinámica al Ministerio muy interesante. Es una opinión personal.
– Uno, de afuera, lee que la señal – sobre todo, de poner a Juan Castillo en la Dirección Nacional de Trabajo, es muy potente, por parte de Tabaré Vázquez. ¿Cuál es su opinión?
– Creo que está bien. Dice un empresario – por suerte es uno sólo – que probablemente se incline la balanza hacia los trabajadores. Y yo digo: bueno, pero si no lo hace, es que estarían equivocados. Porque si hay 800.000 trabajadores que ganan $14.000, ¿hacia dónde se va a volcar la balanza? ¿Hacia el que tiene 50 millones de dólares o hacia el que tiene $14.000? Yo sé para donde la volcaría, dentro del Movimiento Sindical y si me tocara estar en el gobierno. La volcaría hacia el lugar de los más débiles. Eso no quiere decir tomar decisiones alborotadas, o fuera de la lógica de la política, o fuera de la lógica de la economía. Pero sí implica ir en una dirección para que el salario sea una fuente de recursos para poder vivir dignamente bien. Y esa dirección la tiene que asumir el gobierno como tarea central. La asuma Juan Castillo o la asuma cualquier otro. Y cuando se plantean si hay que poner el dedo en la balanza, yo creo que sí. Que las relaciones deben ser equilibrada, pero equilibradas poniendo el dedo en la balanza del más débil. La relación entre el capital y el trabajo es una relación desigual, no es una relación de iguales. Hay uno que es dueño del capital y el otro, todo lo que tiene, es su trabajo. El día que lo pierde no tiene nada. La centralidad de su vida entra en discusión. Entonces, ¡ojalá que nuestros compañeros ahí lo hagan! Esto no significa perder la racionalidad y pensar que el Uruguay puede duplicar los salarios en un año, ¿verdad? Esto significa que hay que ir en una dirección de fortalecer el poder adquisitivo de los uruguayos y que mientras el Producto Bruto uruguayo siga creciendo, los salarios uruguayos deben de crecer. Y a estudiar la competitividad y estudiar la productividad, nosotros estamos dispuestos desde siempre, pero no con que lo paguen los más débiles. Si la competitividad va a ser a partir de que los salarios sean salarios que no permitan comer, bueno, esa es una competitividad que genera unas desigualdades que después vemos las sociedades en las que vivimos, ¿no? Y después nos quejamos de las situaciones en las que vivimos. Después decimos: “no sé que pasa en la sociedad que tenemos que vivir con 50 pesos”. Lo que pasa es que no tuvieron oportunidades. ¡Ninguna oportunidad! Vos conocés muy bien el tema. Algunos son cuartas generaciones de familias sin tener conocimientos mínimos o sin haber terminado los ciclos escolares o liceales. De forma tal que tomar medidas que vayan en dirección a ir en búsqueda de esas familias – para mi gusto – es cualquier gobierno de izquierda que lo haría.
– Hablando del componente económico o salarial del mundo del trabajo, a raíz de este pedido de entrevista al presidente Tabaré Vázquez, “La Diaria” dice que usted, además, consideró que hay algunos aspectos que le interesa hablar con Vázquez y es el que tiene que ver con a Ley de 8 hs. para el Trabajador Rural y la Ley de Responsabilidad Penal del Empleador, en el sentido que requieren mayores recursos para su cumplimiento. ¿Cuál es su posición?
– Quiero decir esto. Los gobiernos progresistas han construido un conjunto de leyes y de normas laborales a las que yo llamo “revolucionarias”. Es decir, hoy el Uruguay puede ser mostrado ante la OIT como modélico en materia de relaciones laborales y de normas laborales aprobadas, en los dos períodos de gobierno. Muchas de esas normas tienen que ver con cambios fundamentales. Uno es el de la Ley de 8 hs. del Trabajador Rural. Nosotros necesitamos para que se cumpla cabalmente esa Ley, dos cuestiones que son sobre las que estamos trabajando. Una es que el Movimiento Sindical sea más fuerte en el agro, es decir, que el control lo pueda ejercer el propio sindicato. Pero va a llevar un tiempo por la propia organización del trabajo rural, aunque estamos trabajando en esa dirección. Y otra es que la Inspección General del Trabajo tenga el tamaño suficiente como para poder controlar que los emprendimientos agropecuarios cumplan con la norma. Lo mismo para la Ley de la Responsabilidad Penal Empresarial, ¿verdad? Ahí hay sectores que van a hacer cumplir la Ley. Por ejemplo, en el SUNCA, yo me preocuparía muy poco, porque – seguramente – cada delegado de obra, en materia de salud, va a estar preocupado porque se cumplan todas las medidas de seguridad a los efectos de que no haya accidentes. Pero hay otros sectores con mayor debilidad que – probablemente – no estén cumpliendo con las normas de seguridad y salud en el trabajo y que Inspección tiene que poder trabajar. Y, para eso, se requiere un mayor presupuesto en el Ministerio de Trabajo en el área de Inspección General del Trabajo y, probablemente, en otras áreas. Lo mismo que nosotros creemos que hay que plantear una Ley de Solvencia Patronal. Es decir, no es posible que en el Uruguay un patrón se vaya y el trabajador no cobre el despido, ni la licencia, ni los aguinaldos y tenga que esperar la Ley de Concursos para poder cobrar algo de lo que quedó. Tiene que haber un fondo que construyan todos los empresarios y que si esa empresa se va, se retira, el trabajador cobre.
– ¿Esa es la propuesta de un Proyecto de Ley?
– Si. Tiene 10 años, por lo menos. Nosotros somos pacientes. Porque, a ver, cuando se dice que se han aprobado cerca de 50 normas laborales, de las cuales 30 son muy importantes, nosotros hemos trabajado en cada una de ellas. No quiere decir que nosotros hayamos hecho las leyes. Porque eso es lo que nos dice la oposición, para decirnos que somos el decimocuarto ministerio, lo cual no estaría mal, tener un Ministerio de Trabajadores (risas). Pero no lo somos. Lo que sí hemos hecho es, en cada iniciativa de este tipo, apoyar, brindar ideas, plantear en el parlamento cambios. Y, por suerte, yo creo que tenemos un cuerpo normativo – en el campo laboral – muy interesante. Ahora se trata de dar un cumplimiento del 100%. Esto no quiere decir, en absoluto, que la mayor parte de los empresarios no cumple. La mayor parte de los empresarios cumple, pero hay que ir por los que no cumplen. Porque entre otras cosas – y yo lo discuto con ellos -, le hacen competencia desleal a los que cumplen. Pero bueno, a veces uno defiende al desleal, ¿no? Yo creo que no hay que defenderlos. Por ejemplo, una cosa que yo le decía a un compañero: ¿cómo es posible que una empresa que embroma al Estado, cambie de razón social y vuelva a licitar con el Estado o con otros? ¿No habrá que tener una norma específica para evitar que aquel que fue un “chanta” no abra otra cortina al costado para hacer el mismo trabajo y vuelva a licitar? Esas son cosas que, seguramente, en los próximos meses vamos a estar conversando con el gobierno pero que como iniciativas al Dr. Vázquez, se las vamos a plantear en la reunión. Lo mismo que creemos que la Educación tiene que dar un salto en tres direcciones. Lo primero es que se están dando señales muy peligrosas – desde mi punto de vista – de que la ANEP podría estar perdiendo independencia frente a las decisiones que pueda tomar el Ministerio de Educación y Cultura. Esto es temible, ¿no? Uno de los comentarios que se están haciendo en estos días parece estar en el límite de violentar la autonomía del CODICEN, que es una autonomía legal pero – además – es una autonomía defendida por la sociedad uruguaya, por los educadores, por los funcionarios de la institución.
– ¿Por qué dice eso?
– Porque hay una Ley de Educación que hay que cumplirla y es una ley que construyó el gobierno nacional del Dr. Vázquez, que le da al Ministerio tareas, pero que le da tareas fundamentales al CODICEN y le mantiene la autonomía. Y ese CODICEN es quien después nombraría a los Consejos desconcentrados: al de Primaria, Secundaria, al de la Universidad del Trabajo. Todos los anuncios que se hay hecho en estos días parecen contradecir esta norma y que el Poder Ejecutivo – es decir, el Ministerio de Educación y Cultura – va a tener mayor incidencia. Si esto sucediera, creo que se van a producir tensiones naturales entre el Movimiento Sindical – sobre todo el Movimiento Sindical de los educadores y de los funcionarios de la educación, con el Ministerio de Educación, porque entendemos que se está violentando una cuestión por la cual el Movimiento Sindical y la sociedad uruguaya ha peleado mucho, que es la autonomía. El segundo aspecto fundamental, es que nosotros le pedimos a los docentes – a los maestros y a los profesores y a los funcionarios – cuestiones por salarios que no pagamos. Es decir, hoy el salario líquido de un maestro en los primeros cuatro años, no alcanza a los $17.500. Parece ser claro que ese no es un salario adecuado para un maestro o un profesor. Y después vemos como hay maestros y profesores – incluso – que acumulan 40, 50 o 60 horas de labor semanal, lo cual es incompatible con una vida sana.
– Con una vida sana y, también, con un desarrollo natural o normal de su tarea…
– Es decir, no busca estímulos – en primer lugar – para que las personas que están cursando bachillerato, vuelvan a elegir a carrera docente como una carrera de vida, ni vocacional.
-Se han hecho esfuerzos para una mejora salarial…
-Marcelo Abdala hizo un discurso que yo compartí mucho – creo que fue en el 2003 – en el que plantea que estamos en el décimo primer subsuelo. Él ubicaba al gobierno de Batlle en el décimo primer subsuelo. Él habla y dice las cosas maravillosas que haría, ¡pero nos dejó en el décimo primer subsuelo! Toda la política salarial de la ANEP, llegó al 60% de incremento salarial promedio en 10 años. Con ese incremente, el salario de un maestro es de $17.000. ¡Es brutal! ¡Aumentó un 60%! Pero no da. Muy bien, si la respuesta es que no da, tengo que construir una política que me impulse hacia un salario adecuado. El sindicato habla de media canasta familiar, ¿verdad? Habrá que discutir cuál es el salario adecuado para ese 1er grado y los 4 años de labor. Pero no pensemos que después al 2° grado se le aumenta un 30%. No. Aumenta un 8% entre grado y grado cada 4 años. Pensemos que un maestro que tenga un 7° grado, después de 28 años de trabajo, va a ganar un 50% más que el recién ingresado. Eso, súmelo, y le va a dar 23, 24 o $25.000. ¿Este es un salario adecuado para un maestro que estuvo 28 años de profesión? No. Los funcionarios de las escuelas, que cocinan para 300, 400 o 500 alumnos (dependiendo del tamaño de las escuelas), ganan $14.000 de salario líquido. ¿Este es el salario adecuado para quien cocina para 500 alumnos? Entonces, si nos formulamos estas preguntas y la respuesta es que NO, está claro que tiene que haber una negociación colectiva con los sindicatos de la Enseñanza, que apunte a mejorar los salarios de profesores, maestros y funcionarios. Y no es sin dejar de admitir lo que se hizo. Porque es obvio que el presupuesto pasó a 4.000 de 2.000 millones. ¡El problema es que no da! Porque si uno piensa en el Uruguay desarrollado, se requiere de todos los uruguayos con educación formal, con formación universitaria o técnico-profesional, con la adecuación para la sociedad del aprendizaje. Es decir, cambió el Uruguay donde uno entraba a la fábrica de chocolate y se moría en la fábrica de chocolate. Hoy, probablemente, tengas que cambiar de trabajo y de profesión. De forma tal que no sólo hay que aprender una profesión, sino que hay que aprender a aprender todo el tiempo. Vivir en la sociedad del aprendizaje. Entonces esto, claramente, requiere una mayor inversión educativa. El Estado uruguayo ha hecho una fuerte apuesta en el “Plan Ceibal”, nosotros la hemos acompañado fervientemente; el Estado uruguayo ha mejorado el presupuesto nacional, nosotros lo hemos apoyado fervientemente y ahora el Dr. Vázquez ha hecho un anuncio de pasar el presupuesto nacional al 6%. Todas estas cuestiones van en consonancia con lo que estoy diciendo. Habría que ver que el primer año de gobierno tenga un impacto mayor para que esos maestros que ganan $17.000 cumplan un doble efecto: ganen un poco más y, en segundo lugar, promuevan que los estudiantes de bachillerato puedan elegir la carrera de Maestro y de Profesor y abrazarse a esa carrera a lo largo de toda la vida. Porque a veces sentimos que faltan maestros en el Uruguay. No es que falten maestros, no ejercen los maestros. Consiguen trabajos mejor remunerados, con menores niveles de stress y por sobre todo, lo más importante que tenía el maestro y el profesor – desde el punto de vista de mis compañeros -, era el reconocimiento social, muchas veces jaqueado, ahora, por los líderes políticos. En el discurso político, ser pro-docente, pro-maestro, es un discurso crítico. Es como si la falta de aprendizaje o las dificultades que hay en el Uruguay, respondieran únicamente a los maestros y no al contexto social en el que muchas veces encontramos a los niños.
Las sociedades más evolucionadas son aquellas que tienen los mayores niveles de educación y la menor brecha entre ricos y pobres. No hay diez mil claves. Hay dos claves fundamentales. No habrá 50.000 causas fundamentales de esas dos claves, pero uno cuando habla de los países nórdicos, va a encontrar la menor diferencia entre el más rico y el más pobre y todos con una educación formal de 16, 17 o 18 años. Este es el gran diferencial. El Uruguay tiene potencialidades para llegar a ese diferencial y tiene posibilidades de hacerlo universalizando, pero tenemos que ser concientes de que la prioridad tiene que ser la Educación. Y en vez de plantearnos qué porcentaje del PBI – aunque este es un dato importante, porque es un dato de la UNESCO – nos deberíamos plantear cuál es el gasto educativo que requiere la Educación para tener una Educación de calidad a lo largo de toda la vida y posibilitar que los pobres accedan a la Universidad o a la Universidad Técnica. ¿Cuál es? Y si la respuesta es tanto, capaz que hoy no se llega, pero ya sabés hacia qué horizonte vas, sabés hacia donde caminás. Entonces, me parece que – a veces – el tema educativo se discute y se discute mal. Por ejemplo, en el período pasado, se convocó a una ronda de líderes políticos para discutir acuerdos sobre la Educación. Y, ¿alguien va a cambiar la Educación sin los maestros y sin los profesores, por más político que sea y por más versado que sea?
– Se ha señalado que los gremios de la Educación ven a la Educación desde una óptica muy corporativa, muy corporativista y persiguiendo o haciendo énfasis, casi exclusivamente, en su salario o en sus condiciones de trabajo.
– Si alguien no pelea por su salario, yo creo que pierde todas las referencias. Yo creo que quien no lucha por su salario, difícilmente pueda enseñar algo, porque pierde su valor fundamental, que es tratar de vivir dignamente del esfuerzo cotidiano. No obstante eso, se le dio el voto doble al presidente del CODICEN porque las corporaciones iban a trabar todo en el CODICEN. ¿Sabe cuántas veces lo usó? Ninguna. ¡Ninguna vez! ¡Es puro bla,bla,bla! ¡Es puro verso, eso! Entonces, lo que hay que tratar es de encauzar un diálogo fructífero entre las organizaciones representantes de los docentes – me refiero a los sindicatos – y las autoridades (yo no descarto al grupo político), para conversar sobre aquellos cambios que se entiendan pertinentes. Pero no va a ser a empujones, porque en el Uruguay no tenemos una lógica de dejarnos empujar tan fácilmente. Va a ser dialogando, encontrando acuerdos, encontrando consensos. Para eso, nos van a encontrar todos los días. Si el tema es que nos van a empujar porque hay una presión para modificar la Educación sin participación, bueno, es obvio que no lo vamos a aceptar. Después veremos cómo nos va en la batalla, porque hemos perdido y hemos ganado muchas, ¿no? Pero en los últimos 10 años hemos tenido una cultura de diálogo. Esperamos que esto se mantenga.
– Salió el 15 de este mes en “Montevideo Portal”, una noticia que dice que la Federación de Funcionarios de Salud Pública resolvió suspender a todos sus integrantes que hayan estado involucrados en las irregularidades detectadas con la empresa “Buena Estrella”. Entre ellos, al ex director de ASSE, Alfredo Silva. La resolución impedirá que Silva presente una lista a las elecciones del sindicato en marzo, tal como se supone que estaba previsto que lo hiciera. Es una suspensión que puede llevar a Silva a estar suspendido entre 2 a 10 años y a todas las personas que la Federación de Funcionarios de Salud Pública suspendió. ¿En qué situación está Alfredo Silva? Silva fue separado del cargo y, ahora, la Federación de Funcionarios lo suspende en el sindicato. ¿Cómo prevén ustedes – si es que ya se está discutiendo – la representación de los trabajadores en ASSE?
– Nosotros tomamos la única resolución que estaba facultado a tomar el Movimiento Sindical. Si teníamos una persona representándonos que tuvo una dificultad como la que tuvo, nuestra decisión inmediata al fallo judicial fue quitarle la responsabilidad que tenía en nombre del Movimiento Sindical. Todo lo demás lo está haciendo la Federación de la Salud Pública y es la responsable. Sé que hay un informe de la Comisión de Ética del sindicato que recomienda determinadas acciones y la dirección del sindicato es la que va a laudar. Nosotros, sí, tenemos una responsabilidad – como vos has planteado – en nombrar la nueva representación. Es evidente que hemos dejado pasar un tiempo importante, porque creíamos que había que meditarlo suficientemente. Hemos conformado un grupo de trabajo en el que – entre otros – está participando Ariel Ferrari, en nombre del equipo de representación de los trabajadores, compañeros del INEFOP, compañeros del Secretariado Ejecutivo, compañeros de la Mesa Representativa, para armar un modelo de participación sindical en ASSE y en los demás organismos en los que nos toca participar. Nos toca participar en la Educación, nos toca participar en la Salud, nos toca participar en la Seguridad Social y en el INEFOP, en la tripartita Igualdad de Género. Y en esas participaciones, creemos que hay que construir equipos colectivos, no de un solo sindicato, aunque haya un director que sea de la rama de actividad. Porque tiene que ser un funcionario de Salud Pública.
-¿Tiene que ser?
– Claro, claro.
– Me llamó la atención eso porque yo pensé que eso estaba en discusión…
– Pero si está en discusión tiene que haber un cambio legal.
– ¿El representante de los trabajadores en ASSE tiene que venir de los funcionarios de Salud Pública?
– Si, eso es así. Después hay gente que le quiere dar una interpretación oblicua que hay que ser Dios para hacerla, ¿no? Porque la ley dice que tiene que ser trabajador de ASSE o representar a los trabajadores de ASSE. Y, ¿quién puede representar a los trabajadores de ASSE? Un trabajador de ASSE. Si dijera: “tiene que representar a todos los trabajadores de la Nación que estén afiliados a ASSE”, podría ser cualquiera. Pero dice: “tiene que representar a los trabajadores de ASSE”. Para mí no tiene doble interpretación, aunque cualquiera pueda decir cualquier cosa.
– La oposición hace la misma interpretación que usted y por eso reclama su participación, porque dicen que la sociedad no está representada en el Directorio de ASSE, porque el representante social es – en realidad – un representante sindical de los funcionarios…
– Se hacen un drama bárbaro con que haya representación sindical. Y hay partidos que van a tener representación en los Entes que tienen menos afiliados y menos votos que el Movimiento Sindical, ¿verdad? Yo que sé. Estas lecturas me parecen improductivas.
-La oposición está haciendo la misma lectura que usted, Pereira…
– Sobre la representación sí. Lo que pasa es que ellos hacen esa lectura para decir que tengo que estar yo. Y yo les digo que no, que tenemos que estar nosotros, porque nosotros somos los usuarios de la Salud Pública, trabajadores. La mayor parte de la Salud Pública son trabajadores. No obstante, es un tema que va a estar en discusión. Yo quiero plantear igual una duda existencial, que ya se la he planteado a Mujica y a Tabaré Vázquez en su momento: no pueden tener al Movimiento Sindical en elección permanente. No se puede plantear una elección para la Seguridad Social y que haya un candidato solo igual a esa elección y se haga un esfuerzo enorme para hacer esa elección. Una para Salud Pública, una para la Enseñanza y donde se les ocurra, va a ser una para cada lugar de representación. Porque yo, entonces, pierdo mi esencia. Lo natural sería que el presidente de la República dijera: “El PIT-CNT designará y se hará responsable de quien designe”. Y, ¿por qué designar el PIT-CNT? Porque si hay representación de los trabajadores del Uruguay, ¿qué otra cosa que el PIT-CNT esté ahí? Si usted quiere hablar con los trabajadores en el Uruguay, ¿con quién puede hablar? Me elegirá a mí o a otro, pero puede hablar con el PIT-CNT. Tengo una anécdota muy valiosa. Fue un grupo de trabajadores a plantear en la Comisión de Legislación del Trabajo que querían formar una organización sindical diferente a la del PIT-CNT. Eran un total unos 30 trabajadores. Y el “Cacho” Vidalín del Partido Nacional les dijo: “No, muchachos. Vayan al PIT-CNT. ¿Dónde los van a atender mejor?”. No pierdo la perspectiva. No es que el “Cacho” Vidalín sea un frenteamplista reconocido. No. El “Cacho” Vidalín es un hombre de la Comisión de Legislación del Trabajo, donde todo el mundo reconoce en el Movimiento Sindical uruguayo, un Movimiento Sindical independiente y no indiferente. No es que el Movimiento Sindical dice: “Yo no tengo posiciones políticas”. Las tiene todos los días y es un Movimiento Sindical clasista. A algunos no les gusta que yo diga “de izquierda”, pero es de izquierda. Porque alguien que plantea en sus principios una sociedad sin explotados ni explotadores, es un hombre que es de izquierda. Ahora, ¿significa que son todos votantes del Frente Amplio? No. Hay votantes del Frente Amplio, del Partido Independiente, del Partido Nacional, del PT, del Partido Colorado. Hay votantes de todos lados, que tienen una sensibilidad social – desde mi punto de vista – de izquierda. Porque pensar que todas las personas de izquierda están dentro de un mismo colectivo político, es un error. Si hubieran cometido ese error, nunca hubiera llegado la izquierda al 50% de la población, ¿no?
– Pereira, con relación a esto, nosotros estuvimos con la ministra de Salud Pública que va a ser la próxima presidenta de ASSE, Susana Muñiz, y ella con relación a este tema de la representación de los trabajadores, nos decía que va a haber una elección para la designación del representante de los trabajadores y que – en realidad – lo que le preocupaba a ella es en este lapso de tiempo que ocurrirá antes de esa elección, cómo se designará a un representante de los trabajadores al Directorio de ASSE…
– Nosotros tendremos que aceptar la decisión del Poder Ejecutivo, pero no nos vamos a dejar de quejar. Cuando el Poder Ejecutivo le da entre 24 y 25 cargos a la oposición, ¿usted vio que pidieran una elección entre los colorados o una elección entre los blancos? No. Que pongan el que quieran, dicen. Nosotros no vamos a discutir la idoneidad técnica. Lo que quiero decir con esto es que cuando se pide representación política, no se duda de los partidos políticos. Cuando se pide representación social, ¿por qué se duda de la representatividad social en un país que no tiene ninguna duda? En el mundo no hay dudas, ¿me explico? Cuando viene un convocatoria a los trabajadores uruguayos, nadie pone “trabajadores uruguayos en general”. Ponen PIT-CNT. Pero, además, es uno de los pocos países de América Latina y del mundo que tienen una Central única, por lo cual, no hay discusión de representatividad. Y, por si fuera poco, es la Central Sindical con mayor cantidad de afiliados con relación a la población económicamente activa de América Latina. ¿Cuál podría ser, entonces, el debate? ¿Por qué me tengo que someter a una elección cada 5 años en todos los organismos en donde tengo representación?
– ¿Esto se puso en discusión cuando pasó todo esto con ASSE?
– Pero usted no conoce procesados directores de los entes que no sean del Movimiento Social?
-Si señor…
-Y, ¿por qué no se pone en discusión y les dicen: “Pongan a los blancos y a los colorados a una elección interna para ver quien es el más votado”. Tal vez ese sea un mecanismo, si este fuera un mecanismo atendible. No. Se entienden. Y yo entiendo igual, eh. Que el Partido Nacional es el representante de los votantes del Partido Nacional y que el Partido Colorado es el representante legítimo del Partido Colorado y el Partido Independiente y la Unidad Popular. ¿Por qué se pone en cuestión la representación del Movimiento Sindical? ¿Porque hubo un incidente de este tipo? Es errático. Es una posición errática. La tenga Susana Muñiz, o la tenga el ministro Basso, o la tenga Vázquez. No importa. Para nosotros es una posición equivocada. ¿Quiere decir que no vamos a participar? No, no quiere decir eso. Quiere decir que es una posición equivocada y – en cierta manera – tratan desigualmente a oposiciones idénticas, que son representaciones de las organizaciones. Unas políticas (legitimadas por el voto popular) y otras sociales (legitimadas por la afiliación y la movilización). ¿Alguien puede discutir que el Movimiento Sindical no moviliza decenas de miles de trabajadores en el Uruguay? Entonces, me parece que hay discusiones que se transforman en absurdas y muchas veces por el discurso acosador de algunos miembros de la oposición, el gobierno termina dándole la razón en forma indirecta.
– O sea que en este tema en particular, seguramente, habrá discusión con el Poder Ejecutivo.
– Seguro que va a haber y mucha. Se enojan conmigo por esto, pero yo no soy Aquistapace, no veo el futuro en una bola de cristal. Pero no hay que ser muy lúcido, ni ser Aquistapace, para ver que va a haber conflictividad el año que viene, ¿verdad? Me parece que es notorio. Si hay una Ley de Presupuesto que va a pelear los salarios públicos, si va a haber una Ley de Presupuesto que – como expliqué – es determinante para la construcción de trabajos privados, sobre todo la construcción de la metalurgia. Si va a haber tres grupos de Consejos de Salarios grandes. ¿Alguien puede pensar que va a ser un año de eterna paz? La verdad que no. Capaz que me equivoco. Y si me equivoco, me llaman ustedes y me dicen que me equivoqué, ¡por suerte!, diría. Porque logramos todas estas cuestiones sin movilizaciones. Yo creo que van a haber muchas movilizaciones sindicales. Naturalmente que esta reunión con Vázquez es determinante para ver cómo se alivian las tensiones, ¿verdad? Para ver cómo se administran las tensiones. ¡Pero tensiones va a haber! Quiera yo o no o quiera el gobierno o no. El problema es tener las herramientas para que esas tensiones se administren de la mejor manera. Y yo creo que hay algunas presiones que se dan. ¿Ustedes se acuerdan la presión que se le ejerció a Mujica para que le diera el doble voto al presidente del CODICEN? Yo me río. ¡No lo ha usado nunca! ¡Ni una sola vez! Entonces, esas presiones que – además – escuchamos a la oposición diciendo que dieron el voto para que tuviera voto doble, pero no dicen que nunca lo usaron. ¿Me explico? Se olvidan de la segunda parte de la novela. Y las novelas que a mí me gustan, tienen siempre una segunda parte.
– Desde la audiencia le dicen: “Pereira, el problema es que los gremios docentes quieren gobernar la Educación, ignorando al resto de la población. Y le recuerdo que José Pedro Varela no era docente, era político”, dice el oyente…
– No, pero yo no estoy planteando que no haya políticos en el gobierno de la Educación. Pero si vos querés reformar la murga, ¿lo vas a hacer sin murguistas? Yo vengo y te digo: “Voy a afinar un coro de murgas”. Y, ¿qué sabés vos de música? “Ah, no. No he tocado”. Entonces andá y hablá con el director, que es un tipo que sabe de música, que sabe de arreglos corales y que puede ayudar. No es que la decisión política se la des a otro. La decisión política la seguís teniendo, pero tomás en cuenta a los que saben de afinar, ¿no? A los que están en el aula, a los que están en la batalla cotidiana
– Déjeme leerle otro mensaje: “Con todo respeto por el compañero, no puedo evitar preguntarle si ¿está de acuerdo con que la gran mayoría de los parques eólicos sean propiedad de empresas privadas extranjeras? ¿Al PIT-CNT le parece bien que le estemos comprando nuestro viento a empresas extranjeras? ¿No será por ahí que se puede ganar en soberanía? No nos quedemos en la chiquita de pelear por un puntito de aumento en las tarifas de UTE y vayamos a los principios más firmes del movimiento popular y obrero. ¿Por qué aceptamos que nos privaticen el sol y nos privaticen el viento? Muchas gracias por el programa y saludos a todos, incluyendo al invitado de hoy, por quien me siento representado y me merece el mayor respeto.”
– Yo concuerdo con él. El problema es si el Estado tiene recursos para invertir en la generación eólica. Y el Estado nos dijo que no, ¿verdad? Lo mismo con la minera. ¿El Estado tiene recursos para que la minera sea estatal? No. Entonces, ahí hay un problema. Y yo entiendo lo que él dice. Que tal vez la discusión sobre el puntito de UTE sea residual con respecto a los temas generales. El problema es que en el sueldo del tipo que va a pagar la UTE, no es residual. Es residual en el mapa político. Decía el “Pepe” D’Elía (para mi gusto, el principal referente sindical junto con Florit, para mí): “Hay que preocuparse por lo macro y tener un discurso estructural nacional, pero nunca olvidar lo micro”. Porque el trabajador vive de su salario. La pelea por salario también es una pelea macro y la pelea por la tarifa, también es una pelea macro. Entiendo que no entra en el discurso estructural del cambio de matriz del Uruguay, como plantea él. Pero, igualmente, es una bendición que el Uruguay no dependa del agua para tener energía eléctrica. ¡Es una bendición! Hoy tenés energía eólica, tenés energía solar, tenés energía hidroeléctrica, vas a tener la regasificadora. Es decir, el Uruguay va a tener un potencial que cuando el valor agregado uruguayo se agregue, lo va a poder administrar. En un momento se discutía si se podía poner una industria eólica o no, porque no tenías energía.
– Hay una noticia de la semana pasada que pasó inadvertida; Uruguay le vendió energía eléctrica a Argentina y a Brasil, a un precio más que conveniente para nosotros…
-Yo creo que el Uruguay debe estar muy agradecido al ministro de Industria y al director de Energía, porque hicieron un cambio de matriz impresionante, que lo vamos a ver en el futuro, cuando el Uruguay sea productivo efectivamente (más productivo de lo que es hoy) y se haya alcanzado la justicia social.
Entrevista completa de Radio Uruguay al dirigente del PIT CNT Fernando Pereira.
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