En 2011 la psicótica Elisa Carrió denuncia ante el juzgado federal de Julián Ercolini, acusando a Cristina de negocios incompatibles con un empresario que tenía contratos desde antes que los Kirchner llegaran al gobierno.
El juez ante la falta total de pruebas, porque era más una denuncia periodística que una denuncia judicial, no dio lugar y sobreseyó a Cristina y al empresario Juan Carlos Relats. No había nada de ilegal.
En 2016 Mauricio Macri para montar la idea de la “pesada herencia”, decidió considerar al gobierno de Cristina como una “asociación ilícita”. Un segundo gobierno de Cristina, que había llegado con 54% de apoyo popular.
Recurrieron al juez Bonadío que inventó una causa y reflotó otra: Los Sauces y Hotesur que había iniciado Bonadío durante el gobierno de Cristina.
Ambas causas eran por alquileres de inmuebles a empresarios que tenían contratos con el Estado: Lázaro Báez y Cristóbal López, el ultimo dueño del grupo Indalo, que controlaba varios medios de comunicación, que eran competidores directos del Grupo Clarín, entre ellos el canal C5N y la Radio 10, que no estaría demás que por estos lares se viera y escuchara algunas veces para entender cómo operan las fakenews del grupo Clarín.
Las dos causas de Los Sauces y Hotesur eran por alquileres a precio de mercado de inmuebles de propiedad de la familia Kirchner, a empresarios que entre varias actividades tenían contratos con el Estado. Esas causas fueron derivadas al juzgado federal Nº 10, a cargo de Julián Ercolini. El mismo juez que en 2011 había sobreseído a Cristina por la misma causa.
Sin embargo en las causas de los alquileres de Los Sauces y Hotesur, que son sobre lo mismo, Ercolini, en el 2016, presionado por el gobierno de Macri, hizo todo lo contrario. Incluye como integrantes de “la banda delictiva” a los hijos de Cristina: Máximo y Florencia, que resultaban herederos forzosos en la sucesión de Néstor Kirchner.
Pero la guerra contra las dos veces presidenta de los argentinos, empezó en mayo de 2013, por parte del diario Clarín que tituló en tapa: “Especulaciones sobre una bóveda en la casa de El Calafate.” Simultáneamente apareció un ex vice gobernador de Kirchner que pedía que se allanara la casa de la familia Kirchner en El Calafate.
Ahí nació “la ruta del dinero K”, sobre la que el juez Sebastián Casanello dictó falta de mérito en noviembre de 2018, en pleno gobierno Macrista.
Ese ex vice gobernador – indudablemente apretado- dijo que Cristina le había mostrado unas bóvedas donde estaba el dinero robado. Al otro día llegó Jorge Lanata – que se vendió a Clarín por plata- con su programa PPT de Canal 13 – el canal que Menem había privatizado en beneficio del Grupo Clarín- y mostró una bóveda de fantasía para demostrar cómo se había escondido “la plata robada”.
El objetivo era fijar en el imaginario de la gente una imagen falsa, que luego se comprobó años más tarde que era todo mentira, cuando el delincuente del juez Bonadío, allanó la casa y no encontró ninguna bóveda. No la encontraron porque todo era una repugnante mentira.
Simultáneamente el diario La Nación mentía, diciendo que en el viaje de retorno desde Vietnam, Cristina había quedado dos noches en las islas Seychelles para firmar papeles de una supuesta sociedad de Néstor Kirchner con el empresario Lázaro Báez. También era otra mentira. No se había quedado dos noches sino trece horas necesarias, para cumplir con el tiempo mínimo de descanso de los pilotos, como está escrito en el Boletín Oficial.
El canal 13 llegó a mandar periodistas para mostrar donde había estado la Presidenta. Todo un montaje infame. Incalificable. Ningún presidente, necesita viajar para transferir dinero. Eso es ridículo.
Pero está recontra probado que Cristina Fernández no tuvo ni tiene cuentas en el exterior. El que si tiene, él y varios familiares y amigos, cuentas en Panamá es precisamente Mauricio Macri. Ni cristina, ni Néstor Kirchner ni sus hijos tienen cuentas en el exterior.
Los Kirchner no tuvieron nunca cuentas ni en Panamá, ni en las islas Seychelles, ni en ningún otro lugar en el exterior, ni nunca tuvieron su dinero en bóvedas en sus casas, ni dinero enterrado en la Patagonia.
¡El dinero de los Kirchner siempre estuvo y está en un banco argentino: el Banco de Galicia! Nunca estuvo a nombre de testaferros. Estuvo a nombre de Florencia Kirchner, heredera forzosa de su padre Néstor Kirchner. El dinero nunca salió de ese banco.
Cuando Kirchner llegó a la presidencia en 2003 ya había declarado más de 4 millones de dólares en certificados a plazo fijo. El diario La Nación- bien de derecha- en 1983 mucho antes de la actuación política de Néstor y Cristina, decía que era una familia de fortuna, fruto de un “exitoso estudio jurídico”. Ya tenían plata antes de dedicarse a la política.
En el año 2012 –ya había fallecido Néstor Kirchner- la familia Kirchner tenía más de 3 millones y medio de dólares en plazo fijo en moneda extranjera e importantes plazos fijos en pesos, donde se puede seguir la “trazabilidad” bancaria, impositiva y judicial. Generaron intereses hasta que Cristina y sus hijos decidieron la conversión definitiva a dólares en efectivo, en el año 2016 cuando ya no era presidenta.
Las cajas de seguridad estaban a nombre de Florencia Kirchner, porque Máximo y Cristina vivían en Río Gallegos y Florencia vivía en Buenos Aires y el trámite tenía que ser personal. ¡Simple y todo legal!
El juez Bonadío hizo varios allanamientos y secuestró la documentación bancaria y se la entregó de manera ilegal a la diputada Margarita Stolbizer, que denunció a Florencia, como si el dinero de las cajas fuertes fuera ilegal. ¡Un disparate!
Se cansaron de buscar en “la ruta del dinero K”. La única ruta que si se puede encontrar fácilmente es la ruta de parte del dinero de los Macri. Ahí está la verdadera mafia.
Se escribieron ríos de tinta, cientos de horas de programas truchos en TV, shows mediáticos como los de Lanata o Majul. Usaron jueces, fiscales y policías para encontrar las bóvedas, cajas fuertes y cajas bancarias en Santa Cruz, Seychelles, donde supuestamente estaba la guita, y no encontraron nada.
Se trataba de una nueva forma de atacar a la oposición: la guerra judicial o Lawfare. No pudieron comprobar nada pero el daño ya estaba hecho.
Y volvieron a arremeter contra Cristina. Pero eso es tema de la próxima nota.
Por el Prof. Gonzalo Alsina
La ONDA digital Nº 994 (Síganos en Twitter y facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.
Otros artículos del mismo autor:
- Difícil de predecir: «Quiero reunirme con Putin lo antes posible»
- Fidel Castro, la OEA y el hotel San Rafael de Punta del Este
- Zelenski revela insuficiencia militar y exige apoyo de EE.UU.
- México | Sheinbaum desafía a Trump
- Ante la asunción del presidente Trump el gobierno uruguayo le extiende sinceras felicitaciones