En una de las situaciones políticas más contradictorias en años, sería un error mirar el partido por el resultado.
Hay un antes y un después de la destitución de Irene Moreira C.A. dividido, resuelve quedarse , pero hay aseveraciones de las que no se vuelve. Manini defiende a su esposa con argumentos imposibles de aceptar.
Toda la argumentación en su defensa, es un castillo de naipes.
La posición sobre «el aval de un decreto de 2009″, es falsa, no puede ser legal darle un apartamento a alguien de SU sector y luego defenderlo, porque además la beneficiada, no está en una situación crítica.
En este marco, parado sobre arenas movedizas, Manini, hace uno de los discursos más duros contra el Presidente que se han escuchado.
Le marca por elevación » la diferencia de este caso con otros, donde han estado involucradas personas de altos cargos en el Gobierno» ( Lease casos Marsét y Astesiano).
No queda duda de que en su momento, él lo avaló con su silencio y ahora, afectado por una medida que involucra a Cabildo y a ¡ su esposa!,
lo saca a luz como venganza.
Muchas de las críticas que hace a este gobierno presidencialista , son válidas, pero se olvida de que él y C.A. son cómplices.
Y le pone una espada en el cuello, cuando le dá 20 días para aprobar en el Parlamento un proyecto de Ley sobre los deudores.
¿ Apunta a votarlo con el FA?
Y si no sale, en junio, comienza a juntar firmas.
Queda claro, entones, que C.A. no se va, pero QUIÉN SE DEBILITA ES LA COALICIÓN.
Por Esteban Núñez
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