Una delegación de progresistas del Congreso estadounidense visitará Brasil, Colombia y Chile, destinos elegidos en tanto tienen gobiernos “progresistas”; será la próxima semana, y el objetivo es un tipo de visita «diferente», centrada en los desafíos compartidos, el parentesco ideológico y los movimientos transnacionales.
Los representantes demócratas Alexandria Ocasio-Cortez y Nydia Velázquez, de Nueva York, Joaquín Castro y Greg Casar, de Texas, y Maxwell Frost, de Florida, junto con el jefe de gabinete del senador Bernie Sanders emprenden un viaje subvencionado con fondos no estatales para sostener discusiones con los presidentes de esas naciones, colegas legisladores y líderes de la sociedad civil, según informaron.
Entienden que en el sur se están produciendo corrientes con temáticas que se pueden relacionar con preocupaciones similares en EEUU. “Hay corrientes políticas en estos países sobre temas que están sucediendo en los EEUU, y esas conexiones no siempre se hacen”, dijo un asistente demócrata del Congreso bajo condición de anonimato. “Vale la pena hablar sobre lo que está sucediendo aquí y allá y tener esa conversación juntos”.
La información es aportada por el portal Político, que especifica que “lo que está ‘sucediendo allí’ es que Brasil tiene su propia insurrección, como la del 6 de enero, la extrema derecha gana influencia en Chile y una lucha por la justicia racial agita la política colombiana . Existe una creciente preocupación entre los políticos estadounidenses de izquierda de que todos estos temas están enfrentados por una reacción conservadora a la democracia”. Al respecto, señalan que Jair Bolsonaro, tras negarse a reconocer su derrota electoral ante Lula y darse por exiliado en Miami. habló este año en la conferencia de conservadores estadounidenses CPAC, Conservative Political Action Coalition, la más antigua coalición conservadora existente en EEUU.
“Ya es hora de un reajuste de la relación de Estados Unidos con América Latina”, dijo Alexandria Ocasio-Cortez a Los Angeles Times este mes. “Estados Unidos necesita reconocer públicamente los daños que hemos cometido a través de políticas intervencionistas y extractivas y trazar un nuevo rumbo basado en la confianza y el respeto mutuo”.
Por su parte, Jorge Heine, exdiplomático y ministro chileno, declaró que el grupo de progresistas también podría superar la retórica de “falta de cabeza” en el Congreso de EEUU sobre China y las asociaciones de desarrollo con América Latina. “Todo esto de ver a América Latina solo como un escenario de competencia entre grandes potencias, y cómo Estados Unidos puede excluir a China, ha sido muy perjudicial para la imagen de Estados Unidos en la región”, dijo Heine. “Esta delegación del Congreso puede ayudar a cambiar, un poco, ese debate”.
Por Mary Álvarez
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