«Un mundo con drogas» ya se lee en Montevideo

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El periodista de la TV argentina, director de la Revista THC y columnista de Pagina12, Emilio Ruchansky es el autor de; “Un mundo con droga”. Libro que a pocos días de estar editado recorre las principales librerías de todo el mundo. En Un mundo con drogas se repasa la experiencia de seis países que no condenan el uso de las sustancias consideradas ilegales en la Argentina, indica el autor en diálogo con La ONDA digital.

“Estoy muy interesado en que el libro viaje, para que en muchos lugares se pueda pensar, reclamar y ver que se pueden hacer cosas distintas” dice a la prensa Ruchansky. El autor, explica que uno de los propósitos de la investigación es brindar información concreta acerca de las drogas y sus usos. “Este libro devela algo que se quiso ocultar. El Proyecto Cocaína de la OMS. Pero Estados Unidos a través de sus representantes logró que nunca se publicara. El objetivo de la investigación era ver qué había en el mundo por fuera del discurso de la prohibición. Cuando me lo planteé, empecé a revisar los países en donde hay experiencias distintas”.

recu 1Ruchansky en uno de los capítulos del libro rescata la experiencia uruguaya pionera de la legalización del cannabis a través de las exposiciones de la médica Raquel Peyraube; ‘en la Comisión Especial de Drogas de 2010 en el Parlamento uruguayo. Allí la profesional “acusó de “corruptos” a los encargados de las comunidades terapéuticas Manantiales y Remar “por la explotación y abuso físico y psicológico de los usuarios”. Recordó que muchos centros similares (como parte del tratamiento) obligan a sus pacientes a ejercer la venta ambulante. “¿A qué gastrítico se le manda a la calle a pedir y vender repasadores o tarjetitas para tener derecho a asistencia?”, se preguntó. Luego agregó: “Así como están los traficantes de drogas, también están los traficantes de esperanzas”. En aquella ocasión, la médica pidió que se posibilite “utilizar la marihuana para usuarios de pasta base”. Desde la década del ’90, ella avala este recurso de sus pacientes para ayudar a calmar la abstinencia de cocaína, por lo que incluso fue acusada de cometer el delito de asistencia al consumo’.

Ruchansky indica a La ONDA digital que; “El Estado no puede meterse con el individuo mientras que lo que hace el individuo no afecte a terceros. Entonces lo que se dice es que si alguien fuma marihuana en la calle, está afectando a terceros. ¡Eso es mentira! No afecta a terceros ni a nadie. Si yo fumo marihuana en la calle, yo no soy ejemplo de nadie. Entonces, si una persona puede tomar alcohol, puede fumarse un cigarrillo, puede hacer un montón de cosas, ¿por qué no puede fumar marihuana? Pero siempre es lo mismo: que se afecta, que si uno fuma públicamente puede dar un mal ejemplo, etc., etc. Esa es una cuestión moral. De hecho, por ejemplo en la Argentina, había leyes que prohibían a los “travestis” vestirse de mujeres de día. Si de noche porque había espectáculos, revistas. Pero de día, no. ¿Por qué? Porque afectaba a la moral y a las buenas costumbres. Y eso era algo totalmente discriminatorio. Y que todavía existen y se están eliminando de a poco.

rrrrEsto es lo mismo. Acá no hay una afectación a los niños y si uno se fuma un “porro” en la puerta de una escuela, no está afectando a ningún niño. Ningún niño va a agarrar un “porro” porque solo porque ver. Si fuera así, la mayoría de los quioscos de revistas de nuestros países tendrían que estar cerrados, porque yo paso y veo tetas, culos y eso también sería una afectación a terceros. Es totalmente discriminatorio. ¡Es intolerancia! Es que no toleran ver que alguien fume “porros”, como no toleran ver a una chica o a un “travesti”, o cosas así. Entonces, si la intolerancia en algunas culturas se hace ley, hay que combatirla para que se vaya.

Hasta donde la sociedad tolera este tema
El tema es hasta donde la sociedad podría bancarse o tolerarla este tema. Se debe tener en cuenta que en el fondo, con la marihuana – como con la mayoría de las drogas – el origen de la prohibición es económico y también discriminatorio. ¿Por qué? Porque todas las leyes, lo que siempre plantean es “la afectación a los terceros”, que esa es como la base liberal de todas las democracias modernas, ¿no? El Estado no puede meterse con el individuo mientras que lo que hace el individuo no afecte a terceros. Entonces lo que se dice es que si alguien fuma marihuana en la calle, está afectando a terceros. ¡Eso es mentira! No afecta a terceros ni a nadie. Si yo fumo marihuana en la calle, yo no soy ejemplo de nadie. Entonces, si una persona puede tomar alcohol, puede fumarse un cigarrillo, puede hacer un montón de cosas, ¿por qué no puede fumar marihuana? Pero siempre es lo mismo: que se afecta, que si uno fuma públicamente puede dar un mal ejemplo, etc., etc. Esa es una cuestión moral. De hecho, por ejemplo en la Argentina, había leyes que prohibían a los “travestis” vestirse de mujeres de día. Si de noche porque había espectáculos, revistas. Pero de día, no. ¿Por qué? Porque afectaba a la moral y a las buenas costumbres. Y eso era algo totalmente discriminatorio.

Por ejemplo si uno se fuma un “porro” en la puerta de una escuela, no está afectando a ningún niño. Ningún niño va a agarrar un “porro” solo por ver. Si fuera así, la mayoría de los quioscos de revistas de nuestros países tendrían que estar cerrados, porque yo paso y veo tetas, culos y eso también sería una afectación a terceros. Es totalmente discriminatorio. ¡Es intolerancia! Es que no toleran ver que alguien fume “porros”, como no toleran ver a una chica o a un “travesti”, o cosas así. Entonces, si la intolerancia en algunas culturas se hace ley, hay que combatirla para que se vaya.

Cómo se comporta la iglesia
En Argentina la Comisión Episcopal donde, siempre dicen que vienen a “dar una mano”, pero están contra la despenalización y siguen siempre con esa línea de decir: “todo es malo”, “todo te hace mal”, “alejate, alejate”. E instalan algún tipo de información que ellos la ven como prevención. Pero no se animan a dar ningún tipo de debate.

Ellos dicen que el “Paco” mata, la “pasta base”, mata. La “pasta base” no mata, la cocaína tampoco mata. Porque no son personas, no son sujetos, no hacen la acción. La cocaína no se te mete por la nariz. ¡Vos te metés la coca en la nariz! ¡Vos te fumás la “pasta base”!

Entonces, los chicos se matan con “pasta base”. Bueno, ¿por qué se matan con “pasta base”? ¡No le eches la culpa a la “pasta base”! Lo que dicen los especialistas en todo esto es que, se “humaniza” a las drogas y se “cosifica” a los sujetos. Se saca la voz del usuario, se lo pone como una “cosa”, como una “víctima”. Siempre las metáforas son: “caer en la droga”, “la droga te atrapa”.

Siempre la droga haciéndote algo, no es que vos sos, sino que se pone a la persona que usa droga se lo pone de ese lado de la teoría siquiátrica que es inhabilitante. Vos consumís, entonces ya estás inhabilitado para opinar, para pensar, para decir, para todo. Sos “esclavo” de la droga, porque la droga te mata, la droga te domina. “No dejes que la droga entre a tu casa”, entendés. Como si la droga tuviera pies o algo así. Ellos siguen con ese mensaje y ese es un mensaje claramente previsionista.

El previsionismo, en algún punto, juega a favor del consumo desmedido de drogas. Crea una teoría polar, Si vos ves las viejas propagandas católicas contra la drogas en España, ¡son increíbles! Ellos te hacen poner en las drogas como en el máximo placer. Entonces, el tipo que nunca consumió, cuando decide cruzar esa línea de la prohibición, va a buscar eso. ¡Va a buscar el mensaje que le habían dado! “Matate con la droga”. Entonces, al final, va a matarse con la droga. No cree que haya un consumo responsable, que haya un uso responsable de esas drogas. Crean un fantasma y la gente que pasa eso, cree estar en el infierno y se mata con droga. Esa visión es la que crea esa polarización. O sea que la Iglesia, en ese sentido, y muchos de los tipos que hoy hablan de eso, deberían estar presos porque.

Ellos tienen un sistema – sobre todo los evangelistas – que se basa en la humillación para curar la dependencia. Les hacen vaciar una pileta con un balde y llenarla con un baldo, les hacen hacer pozos, les hacen trabajar. Y como hay todo un vacío legal para controlar esos lugares, hasta ha habido suicidios sospechosos, no los dejan ver a los familiares, le dicen a los familiares que los chicos te mienten para seguir drogándose. Y como muchos casos reciben subsidios tratan de mantenerte encerrado el mayor tiempo posible.

La internación, es el último recurso. Cuando, para la iglesia, el primer recurso es la internación. Además, ¿qué hace la iglesia opinando sobre cosas que son médicas, siquiátricas, sociales? No se entiende. O sea, como el estado dejó de meterse en eso, es lo mismo que los manicomios. Cuando una persona tiene un problema psiquiátrico y va al hospital, se lo deriva a un manicomio. No se lo atiende en un hospital común, como a cualquier otra persona. Con las drogas pasa lo mismo. Se los deriva a lugares, a granjas y enseguida se los corre. No son pacientes, son peligrosos para los demás pacientes.

recu 12El estado no se hacía cargo y el negocio – porque terminó siendo un negocio – lo agarraron fundaciones. En Uruguay, también alguna “Fundación” estaba haciendo “lobby” para que se penalice la tenencia para tener más pacientes. Porque había pocos pacientes. Claro, ¿cómo hay pacientes por marihuana? ¿Qué adicción hay a la marihuana? No hay adicción a la marihuana. Ahora, si vos tenés un brote psicótico o que se yo, bueno puede ser algo pre-existente, pero no es la adicción a la marihuana. La marihuana no genera sobredosis. ¡Es imposible que tengas una sobredosis de marihuana! En general los internan, los padres – que no saben nada – internan a los hijos. Los médicos de estos lugares, asustan más a los padres y los pibes se terminan quedando tres meses ahí adentro y están con gente que es mucho más “pesada”.

El papel de la justicia
En general también esta otro ángulo del tema, el papel de la justicia; cuando vos tenés un problema de drogas con la justicia, no es que vos lo tenés, es un problema que lo puso la justicia, ahí. Porque fuiste preso o lo que sea, el juez puede decidir tu tratamiento, como si el juez fuera un psiquiatra o un psicólogo. Se actúa con un modelo tutelar y no con un modelo social. En el modelo tutelar, el juez decide sin saber nada del tratamiento, internarte en un lugar porque tenías dos “porros” en la calle. En un sistema social, si vos tenés un problema, no es necesario que vayas a la cárcel para recibir atención. Podés pedir atención sin pasar por la justicia. Esa es la idea.

Entrevista a Emilio Ruchansky

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