Altamente improbable

Tiempo de lectura: 2 minutos

Altamente improbable

“Una vez es solo una circunstancia,
dos es coincidencia,
tres es acción del enemigo”

Ian Fleming

Hace unos días en Estados Unidos ocurrieron, en pocas horas, dos atentados terroristas hechos con camionetas; uno en Nueva Orleans y el otro en Las Vegas. Esto significa que coincidieron temporalmente y en el uso de ese tipo de vehículo como arma mortal. La cercanía en el tiempo de dos atentados de un tipo relativamente poco frecuente no parece muy probable porque en Estados Unidos no hay atentados terroristas todos los días y solo unos pocos han sido hechos con camionetas. Estas y otras circunstancias dieron lugar a suspicacias y especulaciones sobre la posibilidad de que detrás de ambos atentados se oculte un único responsable.

Sin embargo, antes de sacar conclusiones es aconsejable recordar que para que dos cosas (dos bicicletas, dos partidos de fútbol, dos sillas, o dos cumpleaños de quince, por ejemplo) sean reconocidas como dos del mismo tipo es indispensable que coincidan en varios aspectos y características.

Dos bicicletas, elegidas al azar entre las que circulan por una gran avenida de Montevideo un viernes a las nueve de la mañana, casi seguramente compartirán las características de poseer dos ruedas, un mecanismo que permita la transmisión a la rueda trasera de la fuerza necesaria para la tracción y un mecanismo que permita cambiar de dirección ajustando la orientación de la rueda delantera. Esas coincidencias ocurren con tanta frecuencia que se deben considerar como muy probables cualquiera sean las dos bicicletas elegidas en esas circunstancias.

Pero si ambas bicicletas están construidas con papel mojado cubierto de una capa de barniz espolvoreada con polvos de arroz perfumado, esa coincidencia, por ser altamente improbable, necesariamente llamará la atención. Es solamente cuando dos sucesos similares comparten atributos y características poco probables que se vuelve interesante sospechar la existencia de un factor común que explique esas coincidencias.

Ya anotamos arriba que los dos atentados comentados aquí coinciden en dos aspectos que no son tan frecuentes. Otra coincidencia es que ambos fueron realizados por ciudadanos estadounidenses que habían pertenecido al ejército. Según un estudio del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), en ese país apenas una minoría de los atentados son cometidos por militares. Esto significa que tampoco esta coincidencia es muy probable.

Una cuarta coincidencia es que ambos vehículos fueron alquilados a la misma empresa. En Estados Unidos hay muchísimas empresas que alquilan camionetas, de modo que tampoco esta coincidencia parece ser altamente probable.

Una quinta coincidencia es que en ambos atentados se usaron camionetas eléctricas y como la mayoría de las camionetas en Estados Unidos no son de este tipo, también esta coincidencia parece relativamente improbable.

Parece entonces harto improbable que la acumulación de tantas coincidencias relativamente improbables se deba simplemente al azar y eso nos obliga a considerar la posibilidad de que ambos atentados podrían haber sido parte de un mismo plan. Para no darle crédito a esa hipótesis nos vemos obligados a reconocer, una vez más, que la vida es más compleja, improbable y asombrosa que una película de James Bond.

Por Rafael Cantera
enero de 2025

 

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.