Concebir al territorio como la superficie que le da sustento físico únicamente a lo material sólido y tangible es una ceguera que hay que atender.
El territorio trasciende al límite físico determinado por límites administrativos, económicos y banderas.
El territorio es el sustento bajo el horizonte de todo aquello que articula y tiene impacto en la vida humana, ambiental y animal.
La comunidad en el territorio se desarrolla y muta por el resultado del conflicto entre dinámicas antagónicas y superpuestas que son propias de las actividades humanas y/o de las fuerzas de la naturaleza.
El universo de las diferentes voces, si queremos vivir en un territorio amigable y sustentable, deben ser escuchadas e incluidas en la consideración y discusión democrática para el desarrollo departamental con inclusión y proyección a futuro.
El candidato Martín Lema del Partido Nacional representante de la Coalición Republicana, hace un par de semanas planteó categóricamente que si es Intendente de Montevideo, cierra el canal departamental TV Ciudad.
Muestra claramente que el alcance de su mirada conceptual y política abarca la corta distancia desde sus ojos hasta el Excel de su computadora.
Siempre es importante que el recorrido, siendo la 4ta dimensión, sumado al poder de análisis con empatía humana, se integre y logren construir una perspectiva de luces de largo alcance donde confluyan todas las dimensiones abstractas.
Su afán estadístico económico es una visión limitada que no identifica oportunidades ni lo que sucede delante de sus ojos en el territorio de Montevideo.
Es difícil y cuesta creer que sea viable que su fuerza política asegure el sustento económico que él tanto aboga acompañando sinérgicamente el correcto desarrollo de la ciudad.
En el gobierno nacional tuvieron resultados muy lejos de sus objetivos, con déficit fiscal similar al año 2019 pero con aumento de deuda pública del 10% y otras importantes cuestiones negativas.
Si él considera que gobernar el territorio y ciudad, es ir en esquina por esquina sumando y restando únicamente desde el Excel para definir determinadas políticas, Montevideo cuando él suma siempre va a restar.
No por el resultado numérico que siempre es básico e importante atender, sino por el lineamiento tenue de sus propuestas que viene demostrando respecto a la complejidad y caos de la realidad del territorio urbano, donde todo individuo enfrenta y convive en cualquier ciudad.
Con propuestas que solo abarcan y tienen un alcance en la primera escala de análisis va a repetir fracasos demostrado categóricamente en otras ciudades, en otros países.
En esta visión únicamente económica, neoliberal, pierde la ciudadanía, donde abre paso únicamente a los espacios del poder del capital para los sectores hegemónicos de la sociedad.
Un territorio desigualdad sin justicia social no tiene perspectiva de comunión en sociedad, es decir, los problemas sociales se fermentan y las diferencias se definen por capacidad y asimetría económica en virtud de los poderosos.
Unos de los grandes problemas que enfrenta Montevideo es la desconfiguración de los barrios, que tanto estructuró y conformó la identidad en la historia de la ciudad, el vaciamiento del centro con infraestructura, la fragmentación y desconexión intersticial del tejido social.
A Montevideo hay que sumarle el desafío de su inserción regional y mundial, si queremos a la capital como locomotora pujante para el desarrollo de un país moderno y democrático con justicia social.
Los territorios bajo los efectos de la globalización, el desarrollo de las comunicaciones virtuales y la inseguridad que afecta típicamente a toda América Latina, transitando los distintos procesos de crisis políticas y económicas a lo largo de la historia, han sido las herramientas claves del desmembramiento social.
Hoy, las oportunidades que nos brindan las comunicaciones digitales virtuales, el individuo puede saltearse y eludir su inmediato entorno territorial y emocional para elegir el punto del planeta que desee aterrizar sus anhelos, necesidades y sueños. A su vez, las empresas ramificar y distribuir coordinadamente la cadena de producción a lo largo y ancho del planeta.
Por lo tanto, TV Ciudad es una nueva oportunidad para construir un medio cultural como mecanismo de interacción dinámica con el ciudadano y permitir que el territorio digital de sus contribuyentes ponga los pies con atención en Montevideo y Uruguay.
Hoy, gracias al desarrollo de tecnologías de la comunicación, plataformas, apps, inteligencia artificial, etc; TV Ciudad nos puede permitir ser la herramienta en donde los individuos puedan acercarse a su ciudad y zona metropolitana, apoderarse de ella, reconocernos entre las comunidades, ciudadanos y los distintos barrios. Potencializar oportunidades, intercambios, información, educación, deporte y cultura.
TV Ciudad a lo largo de su historia ofreció en gran medida respuesta esto, lo cual debe desarrollarse, actualizarse e insertarse en el funcionamiento neto de la ciudad y territorio.
Martín Lema debe entender que las libertades no se cortan, solo se democratizan y fortalecen.
El Excel es una simplificación de una realidad muy compleja y distinta a la que él puede analizar y vivir desde el barrio privado La Tahona, Canelones. ¡Paradoja!.
Por Andrés Legnani
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.
Otros artículos del mismo autor: