En el momento que los medios del mundo tomaban la dramática imagen del niño muerto ahogado en las playas europeas por intentar su familia huir del terrorismo fundamentalista, la presidente argentino señalaba: “no quiero parecerme a países que dejan morir chicos en la playa”. (sic)
Casi simultáneamente, medios argentinos informaban la muerte de un adolescente por una combinación de enfermedades y un cuadro de desnutrición aguda en el Chaco que reactualizó el debate sobre la pobreza y la indigencia en el país. (1)
Oscar Sánchez tenía 14 años y pesaba 11 kilos. Padecía tuberculosis crónica, meningitis y neumonía, todo ello asociado a un cuadro de desnutrición severa. El gobernador Jorge Capitanich se refirió ayer a la muerte del joven de manera escueta y algo confusa mientras inauguraba viviendas en un barrio de Resistencia, y la adjudicó a «cuestiones culturales», aunque admitió que el deceso se dio «por causas evitables». Es el mismo gobernador que había anteriormente informado que en su provincia había pobreza casi nula!
Estos ejemplos, por un lado del cinismo gubernamental , y por otro del grado de descomposición de la Argentina, que hace poco más de un siglo supo ser un país observado con admiración por el mundo, son una simple pero dramática muestra del actual cuadro de deterioro económico, social e institucional en que se encuentra el país.
En un importante comentario editorial, uno de los principales matutinos argentinos, correlacionaba la actualidad con un hito histórico: en ocasión de la guerra de la independencia a inicios del siglo XIX, el general Belgrano ante la inminencia del ataque del ejército español, ordenó a la población jujeña a abandonar el terreno, destruyendo e incendiando sus posesiones, a fin que el invasor encuentre al llegar una tierra arrasada.(2)
A diferencia de ese episodio histórico, conocido como el “éxodo jujeño”, la política kirchnerista de trasladar hacia adelante los gravísimos desequilibrios económicos y sociales que hoy se pretenden ocultar constituirá una «tierra arrasada» para la propia población argentina.
El empecinamiento en mantener un tipo de cambio irreal, atrasado por la desmesurada emisión monetaria, es una forma torpe de tapar una realidad que está asfixiando la economía.
Pero esa trampa, de la que no se habla, deberá ser abierta por un gobierno argentino, en territorio argentino, habitado por hombres, mujeres y niños, en un contexto bien adverso, pues no sólo nuestra tierra patria se encontrará arrasada, sino que el mundo tampoco estará en condiciones de ayudarnos. Las circunstancias que fueron internacionalmente favorables durante casi todo el período K, han cambiado fundamentalmente.
Justamente cuando la situación mundial exige a la Argentina fortaleza en sus instituciones, competitividad en su industria, potencia en su campo, reservas abundantes, acceso al crédito externo, decisiones políticas claras, una moral colectiva elevada y un liderazgo sin titubeos, el kirchnerismo ha diezmado las instituciones, desarticulado su agroindustria, las economías regionales, eliminado la competitividad, bloqueado el crédito externo, consumido las reservas, debilitado la moral colectiva e impuesto el temor como forma de liderazgo.
El gigantesco déficit fiscal, motivado por subsidios energéticos y al transporte; por transferencias discrecionales a provincias; por la expansión del empleo público, por el costo financiero del nuevo festival de bonos locales, obligaciones incumplidas y postergadas: juicios previsionales, demandas de los fondos buitre, reclamos de las provincias para regularizar la coparticipación, juicios ante el Ciadi, pagos multimillonarios al exterior hoy frenados. Todos pasivos ocultos que se harán explícitos en 2016.
Sumando los empleados del sector público, jubilados y pensionados, los beneficiarios de planes sociales y los respectivos grupos familiares, puede estimarse en 20 millones las personas que dependen del Estado. Casi imposible solucionar este lastre sin provocar un colapso social.
Por su parte, en estas columnas hemos reiteradamente expresado el daño institucional provocado al país. Se violó la convertibilidad, la ley de solvencia fiscal, la ley de responsabilidad fiscal, la ley de déficit cero, los marcos regulatorios de servicios públicos y los contratos con las empresas privatizadas. Se aplaudió el default, se modificó la carta orgánica del Banco Central para financiar el gasto público con emisión, se expropiaron los activos de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones, se confiscó YPF, y se apeló a cuanta fuente de recursos contaba el Estado.
Se han cooptado los órganos de fiscalización, como la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, la Sindicatura General de la Nación, la Inspección General de Justicia, la Oficina Anticorrupción y la Auditoría General de la Nación. Se manipula gran parte de la justicia.
Se ha evitado dictar una ley de acceso a la información, se falsean las estadísticas del Indec, se manipulan las reservas del BCRA, se ha sancionado una ley de servicios de comunicación audiovisual para perseguir a los medios independientes, asimétricamente con quienes se alinean con el relato. Se han manejado las licencias de radiodifusión y la pauta publicitaria para controlar la prensa oral y escrita. (2)
Reiteradamente hemos también señalado el daño causado al relacionamiento internacional argentino, en los 12 años de kirchnerismo, deteriorando vínculos con Occidente, optándose por fortalecer las relaciones con Cuba, Venezuela, Irán, Rusia y China. El próximo gobierno deberá enfrentarse con ese panorama para restablecer el imprescindible crédito internacional con que deberá contar para conducir un plan serio de salida frente a la Argentina desquiciada La tarea será inmensa para trascender de este modelo, herencia de una de las peores décadas que a la Argentina democrática le ha tocado vivir, publicitariamente llamada “década ganada”.
A semanas de las elecciones presidenciales
Inmersa en el escenario descripto anteriormente, la Argentina se enfrenta con la inminencia de unas elecciones cruciales donde el kirchnerismo, en su actual versión, habrá de dejar el poder. Si bien su sigla política participará del comicios, nadie puede saber a ciencia cierta qué es lo que hará su candidato. Hasta ahora su mayor definición es que hay que tener “Fe y esperanza”. Evoca en alguna medida cuando el otrora presidente Carlos Menem, propiciando su candidatura proclamaba “Siganme: no los voy a defraudar”! Así le fue al país.
Por el lado de la oposición, encarnada por los candidatos Mauricio Macri y Sergio Massa, son más las coincidencias que las diferencias entre sus equipos económicos: Levantar el cepo cambiario, bajar gradualmente la inflación a niveles de un dígito, eliminar las retenciones y desarrollar en el tiempo un plan de adecuación del gasto fiscal entre otras propuestas generales, aunque ninguno dio detalles de cómo piensa hacerlo. (3)
Si el futuro económico muestra un marco de incertidumbre, el costado político enseña con certeza cómo en la Argentina se sigue apelando a las más turbias maniobras de manipulación de la voluntad popular.
A pocas semanas de haberse realizado en la norteña provincia de Tucumán elecciones para Gobernador entre otros cargos, las denuncias que se han generado retrotraen al país, a las más escandalosas épocas de fraude prácticamente abierto e impune.
Según la oposición, aparentemente con total fundamento, no hubo tropelía electoral dejada de perpetrar: uso de DNI de gente que tenía el documento en trámite, reparto de bolsas con comida o directamente dinero en efectivo, la Gendarmería, encargada de vigilar los comicios, impidiendo la entrada de fiscales opositores en el interior de la provincia ,urnas abiertas antes de llegar al centro de escrutinio, otras con votos antes de comenzado el comicios ,cuando no directamente quemadas, gente amenazada de perder sus planes sociales, amenazas a fiscales de otros partidos, fueron algunas de las irregularidades denunciadas ante la Justicia por los candidatos opositores.
A ese extenso listado de denuncias se sumó un nuevo escándalo. Las grabaciones de las cámaras de seguridad que debían registrar todos los movimientos del local de la Junta Electoral Provincial (JEP) donde deben guardarse las urnas desde la noche de la elección se perdieron debido a supuestos daños en los equipos por fallas en el sistema eléctrico. (1)
Pese a los reclamos de dirigentes opositores y numerosas manifestaciones populares, cuatro semanas después de las elecciones y apenas 48 horas después de haber recibido el expediente, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia declaró la validez de los comicios realizados el pasado 23 de agosto, revocando el fallo que habían dictado la semana anterior los jueces de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, que disponía la nulidad de la elección y ordenaba una nueva votación.(4)
Y es en este clima institucional, económico y político, que la Argentina se encuentra a las puertas de una elección crucial para los años venideros.
La economía
Tanto en inversiones como en comercio, el país ha perdido inserción internacional. En inversión extranjera directa, la Argentina fue el año pasado apenas el 6° receptor en la región. Recibió 4% del total de América latina y menos que Brasil, México, Chile, Colombia y Perú. Recibió el año pasado 10,5% de lo obtenido por Brasil mientras diez años antes recibía 35%, y 30% de lo que recibe Chile mientras diez años antes recogía 70%. Las exportaciones argentinas representaban 22% de nuestro PBI en 2008 y este año serán menos del 13%. Hace diez años fuimos 3° en el ranking exportador de la región (después de México y Brasil) y en 2014 fuimos el quinto relegados también por Venezuela y Chile. (5)
La balanza comercial positiva, la diferencia entre exportaciones e importaciones, según el cuestionado Indec, registró un superávit para el mes de agosto 2015, de sólo 51 millones de dólares. Esto significa un derrumbe de 94,6% en comparación con el que mostraba el mismo índice hacía sólo un año. (6)
La caída del real brasileño, que superó las 4 unidades por dólar, le generará al próximo gobierno argentino más presión cambiaria y un escenario complicado para atraer inversiones.
En este panorama , no pueden caber dudas que el dólar oficial a $ 9,40 es una cotización artificial que no refleja realidad alguna del mercado cambiario. Un precio al que nadie está dispuesto a vender y al que todos querrían comprar, si no fuera por el cepo y los controles del Banco Central y la AFIP, que aun así tampoco logran achicar la brecha de casi 70% con el dólar paralelo . (5)
Por el lado de la oferta, los «proveedores» de dólares genuinos pasan por un mal momento, interno y externo. Las exportaciones argentinas declinando por la caída de precios internacionales, la recesión brasileña y la apreciación del dólar en el mundo, que agrava el atraso cambiario frente a la suba de costos internos que viene de arrastre.
Por el lado de la demanda de divisas también hay problemas. Los atrasos del BCRA en pagos de importaciones ya concretadas, en especial por grandes empresas, se ubicarían entre US$ 8500 y US$ 9000 millones, según estimaciones de la Cámara de Importadores .
Paralelamente, se tornó más restrictiva y aleatoria la aprobación de permisos previos para importar (DJAI); un polémico régimen que debería caducar a fin de 2015.
Por tanto, el deterioro cambiario es el principal factor que alimenta las expectativas de devaluación con el próximo gobierno. Aun así, entre los economistas que asesoran a los presidenciables y los analistas, hay consenso en que un salto aislado del dólar no resuelve el problema de competitividad, sino en cómo se insertaría en el programa económico «integral» que prometen los candidatos para bajar la inflación, en el que es un dato no menor recuperar el acceso al crédito externo, en un mundo que le ha perdido toda confianza a la Argentina.
Competitividad
La competitividad es un aspecto esencial para una adecuada inserción en el comercio internacional. El Reporte de Competitividad 2015, el primero que difunde la consultora Abeceb, estimó que en esta materia , la Argentina se ubica en el puesto 38° de un ranking de 42 países. En la última década (entre 2004 y 2014), el país retrocedió del puesto 35° al actual, según la reconstrucción temporal hacia atrás.
Según los datos procesados de 2014, Singapur, Suiza y Estados Unidos aparecen en los tres primeros puestos. En cuanto al factor innovación, la Argentina aparece…último. (8)
Además Brasil…
A la desaceleración china y la caída del precio de las materias primas, se suma la rebaja en la calificación de la deuda brasileña. Según los analistas, crecerá la presión sobre el tipo de cambio local, que el Gobierno intenta mantener paralizado, por lo menos hasta después de las elecciones presidenciales de octubre. (1)
En sintonía con la baja de la calificación internacional, por primera vez en su historia, el equipo económico de la Presidente del país vecino, presentó al Congreso un proyecto de presupuesto para el próximo año que prevé un déficit, de casi 8500 millones de dólares, equivalente al 0,5% del producto bruto interno (PBI).
De acuerdo con los analistas del mercado, la recesión en Brasil en el 2015 oscilará en el 2% y se extendería al año próximo, con una reducción del PBI de por lo menos 0,5%.
Turismo con saldo negativo
La combinación de retraso cambiario del peso frente al dólar, la posibilidad de pagar en 12 cuotas sin interés y un real devaluado prometen convertirse en el gran incentivo para derivar el turismo argentino hacia Brasil, habiendo los paquetes turísticos al Brasil duplicado sus ventas en no más de 3 meses. (7)
La contracara de la fiebre de turistas argentinos por Brasil es el panorama de los operadores de turismo receptivo locales. «El golpe que significa la devaluación del real para toda la región es muy grande, porque para todos los países los visitantes brasileños eran los que lideraban el gasto turístico. «
Preocupación en Punta del Este
El incierto panorama cambiario no sólo preocupa a los argentinos, y a los brasileños. También mantiene en alerta a los operadores turísticos uruguayos, que observan con gran ansiedad esta coyuntura en sus países vecinos.
Los derechos humanos en América
La sentencia de 13 años y nueve meses de prisión al opositor Leopoldo López, dictada por la justicia de Venezuela el jueves pasado, dividió a la región entre quienes manifestaron su preocupación por la calidad del proceso y los que mantuvieron un resonante silencio. (7) Países como Chile y Perú manifestaron en voz alta sus críticas, pero los gobiernos de la Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, y Ecuador , entre otros, hasta ahora mantienen un firme silencio.
Otros dos países de la región se sumaron a las preocupaciones por la condena. El gobierno de Costa Rica dijo ver «con profunda preocupación» la sentencia a López y espera que «estén incuestionablemente disponibles todas las garantías judiciales del debido proceso». En tanto, el gobierno de Paraguay dijo que espera que López y otros cuatro estudiantes procesados «puedan ejercer el derecho de la defensa en juicio y los derechos procesales en la instancia superior a la que puedan acudir».
Leopoldo López es una de las principales figuras de la oposición venezolana. Fue detenido en febrero de 2014, acusado de instigar a la violencia en una protesta opositora que dejó un saldo de 43 muertos. Pasó casi un año y medio en la prisión de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, hasta que recibió una condena de 13 años y nueve meses tras un juicio polémico.
El gobierno de Estados Unidos, diferentes líderes internacionales y ONG de derechos humanos criticaron la decisión y cuestionaron la independencia de poderes en Venezuela.
En un editorial reproducido por el diario LA NACION de Buenos Aires, el matutino EL PAIS de Montevideo, entre otros párrafos ha señalado: “La justicia del régimen de Maduro está prostituida, es servil y arrastrada con el poder político… Su último servicio fue la ignominiosa condena al alcalde de Chacao Leopoldo López…
Organismos de derechos humanos como Amnistía internacional, Human Rights, el Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la Unión Europea y los Estados Unidos han encabezado durísimas críticas contra el régimen de Maduro. No es para menos, pero en nuestro país (Uruguay) salvo el unánime rechazo y la dura crítica de la oposición, … nada. Parece como si para el gobierno (uruguayo) no hubiera pasado nada.”
Los unos y los otros
Pareciera ser que para los gobiernos populistas de América Latina, dependiendo de quién se trate, la defensa de los derechos básicos del individuo, puede o no proceder. Desde la protesta por la prisión de López hasta los disidentes cubanos.
Por Pablo Broder*
– Economista argentino
– Referencias del diario LA NACION de Buenos Aires, 2014: (1) 10-9; (2) 6-9); (3) 5-9; (4) 21-9; (5) 20-9; (6) 23-9; (7) 15-9; (8) 18-9.
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