La política, como espectáculo: el día después de las internas

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Muy pocas veces en política un hecho o instancia, provoca diversas consecuencias. Estoy hablando, como ya se lo imaginan, de las recientes elecciones internas de los partidos políticos.

Estoy escribiendo sobre las 15 horas de ayer, cuando aún el escrutinio definitivo está en sus hervores, aunque hay el suficiente espacio para opinar, pero la última palabra la tendremos en el transcurso de las horas de hoy martes.

Por los datos que manejamos podemos asegurar que Luis Lacalle Pou (PN), Tabaré Vázquez (FA) y Pedro Bordaberry (PC) son los próximos candidatos a la Presidencia de la República por esas tres colectividades políticas. Pero vayamos paso a paso, para adentrarnos en el entramado de lo ocurrido el pasado domingo soleado.

R. Legnani 180 x 210

La política como espectáculo
Un primer aspecto a tener en cuenta es el bajo porcentaje de votación, lo que muestra algo que venimos sosteniendo desde hace tiempo: el relacionamiento entre la política y la ciudadanía es muy débil. Me atrevo a decir más: la mayoría de los electores se relacionan con el sistema partidario, como si la política partidaria fuera un espectáculo, donde todos opinamos pero muy poco son los actores.

Este fenómeno, que tiene que ver mucho con la posmodernidad, es responsabilidad de las dirigencias partidarias, pero también de la sociedad televisiva.

Da la impresión que el mundo globalizado parece dominar los sentimientos de los pueblos, quienes creen que desde “lo nacional” hay poco por hacer. Por eso da la impresión que a los uruguayos les importa más los tres pozos que tiene en la esquina de su casa, que la suerte que debe correr la banco o los procesos de industrialización. Es lo que algunos politólogos chilenos llaman “el localismo”, que quizás se manifieste en las elecciones departamental del próximo mayo.

El triunfo de Lacalle y Bordaberry
En las dos viejas colectividades políticas los triunfadores son expresión de las corrientes más conservadoras. Lacalle y Bordaberry son la nueva derecha que maneja un discurso tolerante, dicho por boca de gente más o menos joven, pro que no hay renegado de las posturas neoliberales que asolaron a nuestro país en la década de los 90 y principios del 2000.

No es necesario esgrimir argumentos para saber que Bordaberry está muy lejos del batllismo socialdemócrata de Pepe Batlle, pero vale la pena en detenerse en Lacalle, el más joven de los dos.

El candidato blanco hizo una gran campaña y no solo mediática, sino que fue acompañada por una imagen serena – auto construida, por cierto- , muy alejada a los estilos de guerra, de contacto con las bases de la sociedad, sin esgrimir planteos programáticos de fondo y mucho menos restauradores. Pero en una de sus listas incluyó como candidatos a figuras identificadas con el fracaso y el nefasto neoliberalismo, que hace agua desde hace años en los centros del capitalismo mundial.

Solo algunos nombres reafirman lo dicho anteriormente. Veamos los que aparecen en la Lista 71: Luis Alberto Heber, Jaime Mario Trobo, Luis Alberto Lacalle Herrera, Ignacio De Posadas, Gonzalo Aguirre Ramírez, Angel María Gianola y Juan Carlos Raffo, entre otros) la mayoría de ellos columnistas de El País). Todos declarados neoliberales, que impulsaron privatizar al Estado uruguayo, como fue el caso, entre otros, de Antel.

Esta nueva alianza – Lacalle/Bordaberry – va a crear un polo conservador fuerte, que tiene una sola e importante debilidad: que el progresismo de los votantes de Larrañaga pueden volcarse hacia Tabaré Vázquez, lo que implicaría que el wilsonismo se traslade definitivamente hacia el Frente Amplio.

¿Y el Frente Amplio militante?
El FA volvió a demostrar que la relación de su gente con la estructura partidaria es débil. A pesar que Tabaré Vázquez ganó la interna con casi el 80 por ciento de los votos. Aquello de que los militantes frenteamplistas son de hierro, solo es adjudicable a un puñado de gente, por eso quedó en segundo lugar, detrás de los blancos.

Claro que la gran sorpresa en este campo es el primer lugar de Raúl Sendic en la interna del FA, que se perfile como un posible candidato a la Vice Presidencia de la República. Resultado electoral que ha cuestionado la hegemonía del MPP, de Asamblea Uruguay y del Partido Socialista en la coalición de izquierda.

Lo hemos dicho otras veces: el Frente Amplio no tuvo una campaña política clara que no solo llegara hasta los últimos territorios de nuestra geografía, sino que no pudo ser el centro del debate partidario, lo que le quitó protagonismo. Vázquez se perdió en la noche de sus caravanas por poblados de pocos electores, mientras Lacalle daba toda su batalla en Avenida Italia al Sur, que repercute en toda la sociedad en tanto allí trabajan montevideanos de distintos barrios, por cierto populares.

El desafío de Vázquez y de todos los dirigentes frenteamplistas será, en los próximos días, ir a la búsqueda de los frustrados votantes de Larrañaga, así como a todos aquellos que se quedaron en sus casas disfrutando del espectáculo de la política, siempre que no haya una buena película en el cable.

Por Raúl Legnani
Urumex80@gmail.com

Foto de portada Los presidenciables surgidos en las internas del primero de junio de 2014

La ONDA digital Nº674

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