El domingo 30 de octubre son las elecciones que definen la nueva integración de los 18 Concejos de Vecinos (CV) con los que cuenta Montevideo. Órgano fundamental para profundizar la descentralización. Sus integrantes, generalmente son 24 titulares por CV que representan a distintos barrios. Órgano de gran importancia, que todavía no es valorado en toda su magnitud por los habitantes de la capital.
Esa situación de desconocimiento de los CV, se debe a muchas causas. La propia IM que propició la descentralización, muchas veces ignora consultas con el CV de la zona cuando quiere llevar adelante una obra. Las más de las veces porque los propios Concejales, no alcanzan a entender debidamente cuál es su rol. No son delegados de la Intendencia. Son representantes de los vecinos, y los temas que se generan en el territorio de cada CV, es posible que estén relacionados con la Intendencia, pero también con otros organismos del Estado u otras situaciones que se producen en la dinámica de un barrio o zona. Por ejemplo, hoy en día, existe un tema de gran sensibilidad, como es la Seguridad, y debería ser tratado y articulado con énfasis, entre los CV y el propio Ministerio del Interior.
Como ciudadano de Montevideo, viviendo en el territorio del CV7 que comprende Buceo, Malvin, Nuevo Malvin y Punta Gorda al sur de Av. Italia, me presentaré a la elección y si quedo integrado al CV, trataré de volcar mis esfuerzos, en colaborar en la recuperación, hoy dejadas de lado, de las Mesas de Seguridad y Convivencia Ciudadana, buscando entre otras cosas alentar valores que se han ido debilitando. Y también poniendo foco en otro tema que nos parece aun más importante y que va de la mano con la Seguridad que es la Educación. Estamos convencidos que a menor educación, más inseguridad.
El rol de un Concejal Vecinal, no es dirigir absolutamente nada, la parte fundamental es acompañar los planteos de los vecinos, llevar adelante sus inquietudes y dar respuesta a todo aquello que se plantee por parte de los habitantes del territorio, que apunten a temas de beneficio general, dejando de lado intereses particulares. De los grandes temas se sale colectivizándolos.
Cuando la “temperatura” sube por situaciones penosas como los últimos crímenes infames, dejan en claro varias aspectos, entre ellos que hay temas que los tenemos que solucionar entre todos, donde no podemos esperar de diferentes organismos, sino ser nosotros, los vecinos, los protagonistas. La Seguridad es un aspecto de nuestra vida cotidiana donde no debemos quedar al margen.
Para que el Concejo Vecinal sea creíble, tanto para las autoridades como para los propios vecinos, los Concejales Vecinales tienen que estar en contacto directo con cuanta organización exista en la zona de su territorio, sea comisiones de fomento, cooperativas de viviendas, institutos de enseñanza público y privado, parroquias, centros religiosos de cualquier tipo, scouts, en fin, todo lo que hace a la dinámica de un barrio.
Hay decenas de situaciones donde es necesario ARTICULAR acciones. El tema de la Educación es vital, la cultura, el deporte, todo lo que se vive en una parte del territorio de Montevideo, en el caso personal en el CV7, es necesario canalizarlo adecuadamente para encontrar los caminos que permitan la satisfacción del colectivo de vecinos.
Un Concejal Vecinal, no está para dirigir absolutamente nada. Pero también es cierto que cuando se van a emprender acciones, del tipo que sea, los diferentes organismos del Estado, especialmente la Intendencia, deben consultar al Concejo Vecinal, donde se supone que está la caja de resonancia de la zona que va a ser afectada sea por una obra o una medida de cualquier tipo.
Claro, para que eso suceda, y el Concejo Vecinal sea creíble, tanto para las autoridades como para los propios vecinos, los Concejales Vecinales tienen que estar en contacto directo con cuanta organización exista en la zona de su territorio, sea comisiones de fomento, cooperativas de viviendas, institutos de enseñanza público y privado, parroquias, centros religiosos de cualquier tipo, scouts, en fin, todo lo que hace a la dinámica de un barrio deben apoyar, empaparse de las necesidades de sus pares. Es una tarea enriquecedora y compleja a la vez, más que a pesar de ya tener 24 años de existencia, todavía los Concejos Vecinales, tienen mucho camino por recorrer, especialmente encontrar la fórmula para ser considerados, y esa fórmula es una sola: escuchar la voz del vecino, del ciudadano. De eso se trata.
Por Mario Morosini
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