Brasil: Comandante del Ejército, “Somos un país que está a la deriva”

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«Nos dividimos tanto, nivelamos tanto hacia abajo los parámetros desde el punto de vista ético y moral, que somos un país sin un mínimo de disciplina social», afirma el comandante del Ejército, general Eduardo Dias da Costa Villas Bôas. «Somos un país que está a la deriva, que no sabe lo que pretende ser, lo que quiere ser y lo que debe ser.»

El general sigue los acontecimientos con preocupación. Nacido en Cruz Alta (RS) hace 66 años, 50 de ellos en el Ejército. Para el general, la seguridad pública en Brasil es una calamidad. Con datos, enumera los motivos de su angustia: hoy mueren cerca de 60 mil personas por año asesinadas, cerca de 20 mil personas desaparecen en el país por año, 100 mujeres son violadas por día. La Policía EduardoBoasFederal estima que cerca del 80% de la criminalidad está ligada directa o indirectamente a las drogas: de las masacres a los ajustes de cuentas y hasta el pequeño robo del celular. «¿Qué está sucediendo? La seguridad pública es responsabilidad de los Estados, y ellos están extremadamente carentes», afirma.
A continuación, los principales tópicos de la entrevista que Villas Bôas concedió a Valor Economico.

Seguridad Pública:
Existen interpretaciones incorrectas de que las Fuerzas Armadas puedan sustituir a la policía. Tenemos características diferentes. Fuimos destacados en la favela da Maré con casi 3 mil hombres durante 14 meses. En el Alemán 18 meses. Es un uso de las Fuerzas Armadas que no soluciona el problema. Nuestra acción se destina a crear condiciones para que otros sectores del gobierno adopten medidas de carácter económico-social que alteren esta realidad.
«Nos hemos dividido tanto, nivelamos tanto hacia abajo los parámetros del punto de vista ético y moral, que somos un país sin un mínimo de disciplina social»

¿Qué ha sucedido? La idea de que, si yo empleo el uso de las Fuerzas Armadas, el problema está resuelto. Quedó claro en la Maré, donde permanecimos por 14 meses: la operación costó R$ 1 millón por día, o sea R$ 400 millones. Cuando salimos, una semana después todo había vuelto a ser como antes. Entendimos que estos empleos puntuales son inevitables, porque las estructuras de seguridad en los Estados están deterioradas. Nuestra preocupación es que esta participación sea restringida y delimitada en el tiempo y en el espacio, con tareas establecidas y siempre teniendo en claro que no sustituimos a la policía.

Al no exigir que se adopte el Estado de Defensa y el Estado de Sitio, la ley no nos proporciona la protección jurídica necesaria. No queremos que el uso de las Fuerzas Armadas interfiera en la vida del país. Pero sufrimos desgaste y riesgos enormes con esto. Si fuésemos atacados y reaccionáramos, siempre implicará un crimen doloso y seremos juzgados por el tribunal y el jurado.

Empleo de las Fuerzas Armadas:
La defensa no es atribución exclusiva de los militares. Es de todos los sectores de la sociedad que deben contribuir y participar. Nuestro empleo está en el artículo 142 de la Constitución de la Garantía de la Ley y del Orden. Sin embargo, nuestro personal no tiene la protección jurídica adecuada. La Justicia y el Ministerio Público entienden que el uso de las Fuerzas Armadas en la garantía de la ley y del orden no se trata de una actividad de naturaleza militar sino policial. No es verdad. Cuando el empleo de la estructura policial no sea suficiente, se emplea otra instancia, las Fuerzas Armadas. Pero, al no exigir que se adopte el Estado de Defensa y el Estado de Sitio, la ley no nos proporciona la protección jurídica necesaria. No queremos que el uso de las Fuerzas Armadas interfiera en la vida del país. Pero sufrimos desgaste y riesgos enormes con esto. Si fuésemos atacados y reaccionáramos, siempre implicará un crimen doloso y seremos juzgados por el tribunal y el jurado.

Crisis en la política:
Este proceso que Brasil viene enfrentando está afectando nuestra esencia y nuestra identidad. Existe otro componente, que viene del proceso histórico reciente, de las décadas del 70, 80. Hasta entonces, el país tenía una identidad fuerte, sentido de proyecto, ideología de desarrollo. Esto lo perdió. Hoy somos un país que está a la deriva, que no sabe lo que pretende ser, lo que quiere ser y lo que debe ser. Por esto, el interés público, la sociedad está tan dividida y tiene un Estado subordinado a intereses sectoriales.
Lava-Jato

Considero importante todo este proceso que estamos viviendo como consecuencia de la Lava-Jato y de otras operaciones. La Lava-Jato es la esperanza de que se produzca en el país un cambio en este aspecto ético que está afectando nuestra ciernes, que relativiza y deteriora nuestros valores. De ahí la importancia de este protagonismo que la Justicia y el Ministerio Público están teniendo. Este proceso es fundamental para la continuidad del país. Y usted puede preguntarme: ¿qué puede suceder si la Lava-Jato alcanza a todos indiscriminadamente? Que así sea. Este es el precio que se debe pagar. Esperamos que tenga un efecto educativo.

ejercito

Intervención Militar:
Interpreto el deseo de aquellos que piden intervención militar por el hecho que las Fuerzas Armadas están identificadas como un reducto donde estos valores fueron preservados. Por lo que entendemos, y que tal vez esta sea la diferencia en relación a 1964, es que el país tiene instituciones funcionando. Brasil es un país más complejo y sofisticado de lo que era. Existe un sistema de pesos y contrapesos que dispensa a la sociedad de ser tutelada. No puede haber atajos en este camino. La sociedad tiene que buscar este camino, tiene que aprender por sí misma. Jamás seremos causantes de ningún tipo de inestabilidad.

Narcotráfico
La Policía Federal estima que cerca del 80% de la criminalidad está ligada directa o indirectamente a la droga. Otro aspecto: la droga es el origen de casi todos los problemas. El Amazonas ya se convirtió en un gran corredor de pasaje de drogas. El control de estas rutas es el que está siendo disputado, inclusive en los presidios, por parte de las facciones. Para combatir esto es preciso que el gobierno establezca una política antidrogas, multidisciplinaria, que incluya a la educación, la salud, la asistencia social, la seguridad, inteligencia defensa.

También tenemos que estimular la integración con los países vecinos. Brasil que era corredor de pasaje, hoy es el segundo mayor consumidor de drogas del mundo. El tráfico en Brasil está organizándose, diversificándose, y aumentó su capacidad de contaminar a otras instituciones del país.
brasil violencia

Violencia en Espíritu Santo: «Nuestra acción se destina a crear condiciones para que otros sectores del gobierno adopten medidas de carácter económico-social que alteren esta realidad».
Despenalización de las drogas:

Existen estudios autorizados que están a favor y otros en contra. La Sociedad Brasileña de Psiquiatría está en contra. Tenemos que examinar lo que sucedió en otros lugares. Sabemos, por ejemplo, que en ningún país se obtuvo un resultado que haya mejorado la situación sustancialmente. Tenemos que participar de esta discusión. El Ejército es un sector de la sociedad y debe participar. El protagonista, sin embargo, es el Ministerio de Justicia. La tarea constitucional es de él.

Seguridad en las fronteras
Somos optimistas con el proceso de paz en Colombia, aunque estamos preocupados. Sabemos que algunos frentes no van a adherir. Existe la posibilidad que miembros de las Farc se unan a otras estructuras de guerrilla, como el Frente de Liberación Nacional o guerrillas urbanas. Tenemos una incertidumbre, que va a exigir una atención mucho mayor para esta área: desde que se iniciaron las conversaciones de paz hubo un aumento de las áreas de plantío en Colombia. Es importante destacar que tenemos 17 mil km de fronteras. Físicamente es imposible vigilar esta área. Sabemos que el camino es buscar en la tecnología, como el Sisfron [Sistema Integrado de Monitoreo de las Fronteras], que es fundamental.

Elecciones en 2018:
La situación que estamos viviendo en el país establece una gran probabilidad de que tengamos candidatos de carácter populista, porque la población está insatisfecha. Vemos surgir otro fenómeno – es natural que se establezca un paralelo con los EE.UU., donde la sociedad no ve jamás que sus necesidades y su pensamiento esté expresado en alguien. Cuando surge alguien que dice cosas, aunque estas no sean aceptables, pero que van en la dirección de lo que las personas piensan de forma general, corremos, sí, el riesgo de tener un candidato de carácter populista. Y esto es muy preocupante.
Reforma de la Previsión Social:

En el caso de los militares, la ley complementaria va a establecer una serie de reglas en relación a nuestra previsión social que están a estudio, como el aumento y la adecuación del tiempo de servicio mínimo para la jubilación. El Estado debe entender que, si pretende contar con instituciones en cualquier momento, en cualquier horario, de cualquier manera, esta institución tiene que tener características especiales. Nuestro contrato social nos da prerrogativas para que podamos cumplir este papel diferenciado. No tenemos derecho a la sindicalización, a la huelga.

Nadie aquí quiere presionar al gobierno, pero si nos ubican en el régimen de la seguridad social, abriremos un margen para que los militares reivindiquen ocho horas de trabajo. Esto va a sacar de contexto e inviabilizar la profesión militar. Nosotros, los militares, renunciamos a algunos derechos como el FGTS, por ejemplo, y, en contrapartida, la Unión asume los gastos por nuestra inactividad. Tenemos estudios que muestran que si tuviésemos este derecho, la Unión anualmente tendría que gastar R$ 24,7 mil millones.

Nuestro régimen previsional no tiene un sistema de protección social. Contribuimos con el 7,5% para nuestra pensión y con el 3,5% con salud y asistencia social. Esto corrobora que no tenemos un régimen previsional y presupone planes de beneficio y de costo. En la inactividad, no tenemos plan de costo y continuamos aportando.

La Unión no nos da nada. En el caso de los demás servidores, la parcela de la Unión puede llegar al 22%. Pero se armó un juego de informaciones. Debemos tratar el tema sin pasiones. Los gastos de los militares inactivos están en el presupuesto fiscal. No impactan las cuentas de la previsión social. Hasta 2015, estaban en el presupuesto de la Seguridad Social.

Informe
Fuente Valor Economico – Brasil

Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte

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