En los setenta, el avance de la derecha y los golpes de Estado tuvieron componentes claramente visualizables. Objetivos económicos y políticos y una estrategia clara con un largo proceso de preparación. Los Chicago Boys, con Milton Fridman como inspirador; la Doctrina de la Seguridad Nacional como sustento ideológico represivo.
Los objetivos políticos claramente pretendieron frenar el avance de la izquierda a nivel continental y en lo económico a través del FMI, darles a los gobiernos dictatoriales que impulsaron, el dinero para hacer posible el mantenimiento de los mismos. Las cartas de Intención firmadas por las dictaduras contenían cláusulas, como los acuerdos en nuestro país, donde los préstamos se realizaban con la explícita condición que los dineros prestados fueran para obras de infraestructura, escuelas, hospitales, pero bajo ningún concepto que se iniciaran procesos productivos con esos préstamos. De esa manera el dinero obtenido era imposible que se reprodujera y generara capacidad de pago. Así fue como el continente
entero se endeudó de MANERA GIGANTESCA y al final de los períodos dictatoriales los servicios de pago de la deuda se llevaban tajadas cada vez mayores del PBI, haciendo inviable cualquier estabilidad económica que no fuera otra que el empobrecimiento y desplazamiento de la riqueza de sectores sociales cada vez más grandes, sostenidos por gobiernos ferozmente represivos.
El horizonte de los 80-90 tuvo el retorno a la democracia y la recuperación de las libertades, de acuerdo a cada país mediatizadas o limitadas por los espacios que la derecha golpista logró mantener y como sombra amenazante seguía inspirando miedo. Es necesario decir que los niveles de represión de cada proceso y las respuestas populares marcaron las singularidades y niveles de cada proceso. Fue así, que bajo el auspicio de la socialdemocracia europea, asistimos a una nueva versión neoliberal de la economía. El Plan Brady, reconfiguró las deudas, con ventas de patrimonio en cada país. Así fue como muchas empresas del Estado de cada país fueron vendidas en procesos muchas veces escandalosos a multinacionales. Tal vez el caso argentino sea el más paradigmático, donde el gobierno de Carlos Saúl Menem avanzó en un voraz proceso privatizador vendiendo empresas argentinas a multinacionales. Con el predominio de las derechas neoliberales en los gobiernos también pudo verse el trazado claro del rumbo de la época.
También predecibles fueron los resultados. Estos modelos sufrieron claros desgastes, avanzó tanto y tan grosero fue, que terminó con presidentes condenados por corrupción Carlos Andrés Pérez en Venezuela, Collor de Mello en Brasil, Menem en Argentina.
El campo popular desplegado y fortalecido por los procesos democráticos aceleró la unidad de las fuerzas de izquierda y progresistas. América pudo asistir a gobiernos de izquierda y de centro izquierda como no había tenido jamás. Una larga década y más, permitieron el florecimiento de los sectores populares y los indicadores de trabajo, educación, salud, vivienda, nivel de vida general, marcaron el período. El sector financiero mundial atravesó una crisis casi planetaria, provocando en EEUU y Europa enormes sacudones que los hizo tambalear. En nuestra América en cambio, por proceso virtuoso de desendeudamiento y corte de vínculos con el FMI, por el impulso de economías productivas y de protección de nuestros mercados pasamos por primera vez casi indemnes ese tiempo. No tuvo la banca internacional posibilidades de transferirnos su crisis.
No fueron procesos lineales pero sí bastante previsibles.
El escenario hoy es muy otro. El desgaste de gobernar, el debilitamiento de alianzas de sectores fruto de la nuevas realidades económicas, el avance de las políticas sociales que transfirieron renta a sectores históricamente desprotegidos han generado un nuevo cuadro general. Con la caída de la URSS, se derrumbó el único modelo tangible de socialismo y las izquierdas de fuerte arraigo internacional vivieron una profunda crisis de identidad. Por tanto sin referencia de “formas superadoras del capitalismo”, los partidos y los gobiernos progresistas y de izquierda se ven en la obligación de construir caminos propios de mayor equidad y distribución en un mundo global y regido absolutamente por los mercados.
Los errores, los avances de los procesos de corrupción, el narcotráfico, y por supuesto la incidencia de la economía mundial, a modo de ejemplo, la caída vertiginosa de los precios del petróleo, han provocado sacudones, dificultades para el mantenimiento general de la mejora social y las políticas sociales. En este cuadro las derechas neoliberales han avanzado hacia el poder político, en algunos casos, sin estrategias elaboradas más que la de desplazar del gobierno a los sectores progresistas y revertir los procesos. Como ejemplo de improvisación, derrocaron al gobierno del PT, de Dilma, pero sin tener una estrategia para sustentar ese poder. Sumieron a Brasil, en un complejo desgobierno y tanto que ha permitido que el PT, con gran incidencia de Lula, participe en la articulación de una salida, con ello, el futuro de la derecha no es previsible.
En Argentina, quizás la derecha haya construido una alternativa de desplazamiento del gobierno de los Kirchner con más elaboración política y mediática pero a poco de asumir el gobierno y fruto de su ferocidad restauradora, ha sumido a Argentina en una fuerte crisis, con un empobrecimiento tan profundo y significativo en enormes sectores de la población que hacen muy probable que reciban un contraste electoral en las próximas elecciones donde se renuevan parcialmente las cámaras.
En Chile, vuelve la derecha de Piñera a tener chance de gobernar , más por errores e irresolución de los sectores progresistas que hasta han debilitado sus alianzas y dividiéndose facilitan el ascenso de la derecha.
Venezuela que no resolvió el ser petróleo-dependiente sufrió el desmoronamiento de su economía. Con un precio del petróleo que estaba a más de cien dólares el barril a otro que llego a valer poco más de treinta se quedó sin base material para sus políticas sociales y por supuesto que sus propios errores habilitaron “la resurrección de la derecha” sin embargo ésta no logra unirse ni articular un programa alternativo por tanto tampoco parece claro cómo se haría del poder.
Los gobiernos de Ecuador y Bolivia, en cambio parecen ser luces encendidas de la izquierda para dar horizontes.
Éstos cuadros me parecen que no hacen más que reafirmar que la incertidumbre no tiene un solo camino, que los avances redistributivos del progresismo y la izquierda en América, marcaron un antes y un después, el avance de la agenda de derechos, la valoración de la democracia como forma política de convivencia, es un fuerte límite para la derecha continental. La democracia le impone límites.
Creo firmemente que la política de ciclos oscilantes no son lineales y en el recurrente argumento de la alternancia vale preguntarse si solo es posible imaginarse izquierda-derecha o variables distintas como la de avances democráticos hacia nuevas formas de la democracia.
En Uruguay, a mitad del gobierno del Frente Amplio con una fuerza política con partidos y sectores diferentes, ¿no es imaginable una reconfiguración de las correlaciones de fuerzas internas que modifique lineamientos y más que una alternancia de partidos se pueda generar una modificación de énfasis de programa? Que sean otros los protagonistas dentro de una misma fuerza de gobierno. En Uruguay, gobernó el partido colorado casi hegemónicamente durante la mayor parte del siglo XX. Larga experiencia de unidad y lucha tiene el pueblo uruguayo, sectores sociales organizados, especialmente el movimiento obrero, son actores de primer orden. Es una opinión como tantas, pero me parece que en nuestro horizonte instalar recambios generacionales y de miradas nos tiene como partícipes privilegiados, la derecha no ha generado recambios novedosos, ni de nombres y menos de programas. Por tanto, creo que desde la izquierda y el progresismo tenemos caminos para atravesar este “tiempo de incertidumbre “que no se si la derecha tiene.
Por Walter Martinez
Columnista uruguayo
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