No suelen ser buenos los análisis repentistas que suceden como cataratas tras cualquier hecho notorio. he leído ya muchos sobre la renuncia de Sendic, sin haber aprendido demasiado. Dejé pasar y un par de días y ahora temo que esto haya quedado viejo, pero creo que sigue teniendo un par de cosas no dichas.
¿Somos el único partido que… y el único país que…? No, claramente no. Y, en todo caso hubiera preferido no tener que demostrarlo.
Puedo decir que la negociación anterior, liderada por Juan Castillo, pero apoyada por Miranda y en general por todos, fue muy dura. Demasiado y sorprendentemente dura.
Pongo un ejemplo, que hoy no importa divulgar. Conozco cuatro proyectos de resolución que variaron en la primera frase resolutiva. En el primero, el Plenario “hacía suyo” el fallo. Pero no, había sectores importantes que no estaban de acuerdo con la redacción: “se puede decir lo mismo de otra manera”. (¿Qué necesidad, me pregunto.) El segundo incluye un punto 1 que dice: “Respaldar lo actuado por el Tribunal de conducta Política en el marco de sus competencias”. (Había quien consideraba que se había extralimitado.) El tercero, una iniciativa oral, suprimía el numeral y decía: “El Plenario Nacinal resuelve respaldar…, y en consecuencia…” El cuarto es el que se concluyó el viernes: “Atendiendo a lo actuado por el tribunal, el Plenaro nacional resuelve:” Es el que reunió consenso aunque nadie sabía si iba a sumar 4/5. Al parecer sí, porque renunció.
No digo que cada palabra, pero todo fue muy tironeado. Hubo un proyecto que exigía la devolución del dinero no liquidado, cosa que luego desapareció; una idea de pedirle que actúe en consecuencia (es decir, que renuncie) había desaparecido antes de los borradores y luego reapareció, etc.
Yo hace unos días elogié la capacidad del Frente para lograr consensos a la vez que temí que se perdiera de vista que hay cosas sobre las que no debe haber consenso. No me equivoqué en el concepto, pero sí en el temor.
Lo general
Banderas de Líber, sector que integro, envió a Mónica Xavier (una de los 4 designados para recibir propuestas) una carta (que terminó circulando por los comités). En ella dijimos que tenía que haber un punto que trascendiera a Raúl Sendic. Si la salida de esta crisis servía para algo, era para poner sobre la mesa el tema.
No propusimos redacción precisa, no era la idea. Decía: “3) Una cláusula que reconozca la responsabilidad del Frente Amplio y pida disculpas por no haber aplicado diligencia en el control de este y otros eventuales casos y un llamado y compromiso a corregirlos y no repetirlos. Creemos, como dijimos en una reciente declaración, que este no es un hecho único sino producto de un ablandamiento de nuestro celo y opinamos que su resolución debe servir para volver a poner el tema en el centro de nuestra práctica.”
Hace poco más de un mes la declaración mencionada se titulaba: “Sendic no es el problema principal.” Era en respuesta a una sensación de que había quien quería apurar esto porque como dijo un compañero (perdón por la vulgaridad), muerto el perro se acabó la rabia.
Acabo de abrir un documento de Banderas de setiembre de 2009 que en tres o cuatro puntos de presentación del nuevo grupo, hablaba de “El Seregni que predicó, se guió y luchó por valores. El que pregonó con el ejemplo: ‘Decir lo que se piensa y hacer lo que se dice’. El que supo de renuncias por respeto a la palabra empeñada. En fin, el que demostró que la política no es un medio de vida, sino una obligación cívica”. La política como medio de vida y las actitudes de ¿dónde quedo?, ¿quién me lleva? en la lista o “pobre, se quedó sin nada”, están presentes en casi todas nuestras declaraciones de un modo u otro; no como corrupción, pero sí como caldo de cultivo.
Y, sin que venga de ese origen, nos hemos permitido convivir con ideas más o menos difusas de corte utilitarista. El mayor bien para el mayor número se troca por el bien de mi proyecto. Y eso pareció justificar el uso del Estado y cargos públicos para hacer finanzas. O vimos con asombro ya en 2005 que se reclamaban cargos públicamente o se patalea por el avance de proyectos, no porque respondan a una concepción global, sino porque la idea fue mía.
Bueno, no fuimos los únicos y creo que ni los primeros en proponer una cláusula así. Un aluvión de resoluciones de comités, departamentales y coordinadoras se fue conociendo y algunas decían cosas similares. Otra vez, hubo discusión; había quien entendió que no se podía responsabilizar a todos por lo que hubiera hecho uno. Pero de alguna manera el punto se hizo un lugar en el proyecto del viernes.
El sábado, tras la renuncia de Sendic, se negoció durante cuatro o cinco horas más. Parte de la redacción acordada el día anterior había quedado obsoleta. Y nadie quería tensar mucho y terminar sin los 4/5; es decir, sin pronunciamiento alguno.
Pasé por el plenario como a las 2 de la tarde. Recojo dos frases que escuché: de un delegado de coordinadora de Montevideo: “Estamos durmiendo con el enemigo”. Y, al salir, alguien casi llorando en la escalera: “…un estado de indefensión total.”
La resolución
Visto así, se prefirió una redacción mínima que es la que se conoce. Tres puntos muy breves:
1 Tomar nota de la renuncia. No quedaba otra cosa.
2 Respaldar lo actuado por la institucionalidad frenteamplista. Al TCP se suma Miranda al que Sendic acusó feo, pero ninguno de los dos parecen contar con respaldo unánime.
3 Reconocer los esfuerzos de todos (un autoelogio que muestra unidad).
Y un cuarto punto bastante extenso, que se transcribe textual de el acuerdo del viernes, que decía: “El Plenario Nacional, máximo órgano de dirección de nuestra fuerza política, hace un llamado a todos los compañeros/as frenteamplistas en cumplimiento de funciones de gobierno o parlamentarias o delegadas por y en nombre del FA, a ser celosos guardianes y atentos vigilantes en nuestra función; velar fielmente por la unidad, integridad y los valores; la transparencia, la honestidad y ética en nuestra gestión que nos legó nuestro pueblo y en las que nos formaron figuras de la talla del Gral. Seregni, JJ Crottoggini y el Gral Licandro entre otros. / El largo camino de la construcción y el fortalecimiento de la unidad no fue ni será fácil, pero en pos de la pública felicidad de nuestro pueblo, bien vale la pena transitarlo.”
Ese punto creo que es un buen comienzo. Hasta algún editorialista de la oposición tuvo que hacer firuletes porque no podía decir que el FA no había contemplado el panorama general. Pero sobre todo da por acordado un criterio ante casos similares; los consumados que pueden aparecer y la conducta futura.
Alguno se queja de que no dice más o no propone ninguna sanción particular. Aparte de las que se resumen en la renuncia (como no presidir más la Agrupación de Gobierno), creo que quedó en el tintero que no sea candidato común en 2019-20. Algo poco probable.
EL DIA DESPUÉS
La primera pregunta, aunque no la principal, es qué va a hacer Sendic. ¿Va a ir al Secretariado o la Mesa del FA en representación de la 711? Quiero dar una mala noticia a quienes festejan una solución final con una renuncia individual. Alguna vez aprendí en la militancia que “la solución final no existe”. Se derrotaba a un provocador y a los dos meses reaparecía en una improbable coalición. Otro me dijo hace unos pocos años, en relación a otras personas, que “no se van para la casa”.
La segunda es cómo procesar otros casos similares con menos trabajo de parto. El sábado el Frente Amplio ganó un crédito, pero no es no retornable. No conozco a quien contrató a su hermana como psicóloga sin saber que no tenía título. Pero ¿el TCP no tiene nada que decir?, ¿el FA? Y otros, y otros casos. Luís Garibaldi publicó que el MEC sí tiene un sistema de liquidación de viáticos. Parece que otros ministerios no. En fin. (Aquí tengo que agregar a la redacción del sábado que el lunes, ante una pregunta, el presidente Tabaré Vázquez dijo que encargaría un reglamento de viáticos y tarjetas. Otro paso.)
Tercera. ¿Cómo queda la interna? Hace unos meses, nos preocupaba la pulverización a moléculas en estado gaseoso flotando sueltas dentro y fuera de los sectores. Hoy, tras este proceso, creo que puede esperarse un reordenamiento importante sobre un tema que no es menor, sino que condiciona a todo otro.
Cuarta. Hay otros temas. No nos votaron para ser honestos sino para hacer cosas. Hay que hacer más. Y no es que haya que comunicar más, hay que decir cuál es la lógica tras la que se escogieron cuatro o cinco prioridades. Y demostrar que se avanza en ellas.
Y habrá nuevas elecciones. ¿Qué vamos a decir esta vez? ¿Otra versión de los mil logros? Aún en épocas de desaceleración hay cosas para enumerar y Tabaré lleva la cuenta hasta de los reclamos en los consejos de ministros. Pero falta decir en una carilla para dónde queremos conducir el país. Por qué no para otro lado al que quisieran ir otros. Y explicar a partir de ello las nuevas metas y prioridades para otro quinquenio.
Por Jaime Secco
periodista uruguayo
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