Construir viviendas con nuevo criterio
La construcción tradicional en nuestro país, mampuestos cerámicos y hormigón armado, ha incorporado lentamente innovaciones en procedimientos y materiales. La complementación mediante componentes pre industrializados comenzó hace ya cuarenta años con paneleria interior en edificios en altura y desde hace quince los nuevos sistemas abarcan proyectos completos. En este contexto un porcentaje del déficit habitacional, que he cuestionado por estar planteado en términos absolutos, debe ser absorbido por nuevas viviendas.
Para su selección propongo un decálogo de componentes que deben ser integrados: Producción nacional pero también formando parte de una cadena de valor con productos de países vecinos, por cercanía y comercialización (Mercosur).
Balance energético (con trazabilidad) de insumos, extracción e industrialización, en relación al impacto medioambiental (huella de carbono).
Balance entre mano de obra calificada o sin calificación basada en el trabajo físico.
Proyecciones de utilización futura y amortización de cada inversión.
Diseño funcional actualizado, adaptación sistémica con urbanismo.
Balance entre duración, mantenimiento e higiene en relación al sistema tradicional.
Complementación entre componentes no estructurales, aberturas, instalaciones sanitarias y eléctricas, acondicionamiento térmico.
Valor venal, depreciación y garantías de las distintas formas de tenencia.
Densidad habitacional, volúmenes, incidencia infraestructuras y servicios.
Implantaciones diversas, sustituciones, plazos de obras, dependencia climática.
En el próximo artículo resumiré mi experiencia de diseño y construcción de viviendas con tres sistemas; el primero mixto, otro con paneles pre industrializados con alma de poliestireno y el conocido Steel Framing.
Por Luis Fabre
La ONDA digital Nº 966 (Síganos en Twitter y facebook)
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