El Senador Guido Manini Ríos finalmente decidió incumplir su promesa preelectoral de que concurriría a la Justicia si era citado, y optó por protegerse en el instituto del fuero parlamentario, que inhibe a los legisladores de hacerlo.
El Senado, por una mayoría especial, puede levantar esos fueros y con ello obligar a cualquiera de sus miembros a rendir cuentas ante la ley si así es requerido. Hasta ahora Manini había manifestado su voluntad de votar él mismo ese levantamiento, porque, según decía, no tenía nada que ocultar y, por el contrario, quería que las cosas se aclararan.
Pero ayer cambió radicalmente. Y ahora él y su partido procurarán los votos de la coalición multicolor para evitar la instancia judicial. Si ya es vergonzante este cambio de postura que deriva en el incumplimiento de un compromiso preelectoral, más condenable aún es la causa con que la justifica. En un mensaje grabado difundido por las redes, Manini señaló que la razón por la que saldrá de sala para que sus compañeros voten por impedir el levantamiento de los fueros, es que no confía en la Justicia.
En su Evitar la degradación de las instituciones comunicado, alega que ya hace algún tiempo que solicitó la destitución del Fiscal de Corte y que varias resoluciones judiciales respecto a este tema le provocan serias dudas sobre su objetividad. Esto es lo más grave de todo. Ya no es un tema de principios ni de preservación de su calidad de parlamentario.
Es la desconfianza en la Justicia. Y que un legislador, perteneciente a la coalición que gobierna lo haga, dinamitando una de las bases fundamentales de la República, genera un pésimo antecedente y significa un peligroso daño a la institucionalidad. Ya bastante está sufriendo nuestro relacionamiento republicano porque no ha podido quitársele aún el velo a lo sucedido con los desaparecidos en la dictadura militar y en asignar las responsabilidades que correspondan.
Ahora aparecen este tipo de cimbronazos que deben ser condenados enfáticamente si uno quiere evitar la degradación de las instituciones. Esta película ya la vimos.
Ricardo J. Lombardo
Periodista. Contador. Fue diputado, Presidente de Antel, director del BCU. Columnista de OPINAR.
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