Tiempo de lectura: 3 minutos

Ofensiva israelí trabó posible liberación de rehenes

La entrada de tropas israelíes a Gaza el viernes y sábado canceló aparentemente un proceso de negociación para la liberación de los rehenes. La posibilidad se había abierto ante la resolución votada por la Asamblea General de ONU, en la que la comunidad mundial pidió abrumadoramente una tregua humanitaria inmediata entre Israel y Hamas para permitir que llegue más ayuda a Gaza.

Pero Israel rechazó airadamente la resolución.

Un portavoz de Hamás afirmó que la organización estaba a punto de llegar a un acuerdo con Israel sobre los rehenes retenidos en Gaza, pero que Israel había «estancado» esa posibilidad. Añadió que Hamás sólo liberaría a todos los rehenes si Israel liberaba a todos sus palestinos detenidos por motivos de seguridad.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que la escalada del ataque militar de Israel contra Gaza lo sorprendió después de que parecía haber un creciente consenso internacional sobre la necesidad de una pausa humanitaria en el conflicto. «En los últimos días me sentí alentado por lo que parecía ser un creciente consenso en la comunidad internacional sobre la necesidad de al menos una pausa humanitaria en los combates», dijo Guterres en un comunicado. «Lamentablemente, en lugar de la pausa, me sorprendió una escalada sin precedentes de los bombardeos y sus impactos devastadores, socavando los referidos objetivos humanitarios», añadió.

Israel procuró mejorar su imagen a través de un vocero de sus fueras militares, quien dijo que Israel está “ampliando el esfuerzo humanitario” para llevar agua y medicinas a Gaza, y añadió que los habitantes de Gaza que se trasladaron al sur “recibirán asistencia”. Pero no se comentó el asesinato de al menos 29 periodistas que cubrían la guerra entre Israel y Hamas, según el Comité para la Protección de los Periodistas.

Al mismo tiempo, se abrió un nuevo frente político interno en el conflicto, con el asesinato de un trabajador palestino por un colono israelí en el West Bank. Un mató a tiros a un hombre palestino el sábado, según tanto el Ministerio de Salud palestino como fuentes militares israelíes, mientras la violencia continuaba aumentando en la zona en lo que constituye un intento de los colonos de que Israel lleve también la guerra a Cisjordania.

En medio de la creciente violencia en Cisjordania en el contexto de la guerra de Gaza, los residentes de la aldea palestina de Deir Istiya que regresaban de la cosecha de aceitunas el viernes encontraron folletos escondidos debajo de los limpiaparabrisas de sus autos que amenazaban con expulsarlos por la fuerza de sus tierras.

Titulados «Querían guerra, esperen la gran Nakba», los folletos en árabe estaban dirigidos a «los enemigos del banco judío» y advertían a los palestinos que ésta era «su última oportunidad de huir a Jordania de manera ordenada antes de que lleguemos a expulsaros por la fuerza de nuestras tierras santas que Dios nos ha legado.»

Nakba es un término árabe que significa «catástrofe» o «desastre», utilizado para designar al éxodo palestino de 1948 en el que 700.000 personas fueron al exilio como consecuencia de la guerra árabe-israelí de 1948. Esto incluyó la despoblación y destrucción de más de 500 pueblos palestinos por las fuerzas armadas israelíes y la posterior negación geográfica de su territorio, la negación del derecho palestino al retorno, la creación de refugiados palestinos permanentes y la «desintegración de la sociedad palestina». Se produjo una segunda Nakba con motivo de la «Guerra de los 6 días» de 1967, entre otros incidentes. La expulsión de palestinos es calificada de «limpieza étnica» por historiadores israelíes como como Benny Morris e Ilan Pappé, e investigadores de la Nakba, como Salman Abu Sitta.

Agencia U’

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.