El texto, elaborado por 10 miembros no permanentes del Consejo, ha sido aprobado con 14 votos a favor y el hecho que EE.UU no lo veto. El documento, pide un alto el fuego durante el mes de Ramadán “respetado por todas las partes, que conduzca a un alto el fuego sostenible duradero”.
En otra parte exige la devolución de unos 130 rehenes secuestrados en Israel y retenidos en Gaza, y hace hincapié en la urgente necesidad de permitir que una amplia ayuda vital llegue a la población hambrienta del enclave asediado.
El documento aprobado este lunes no supedita el cese de los combates a la liberación de los rehenes –es decir, lo reclama, pero no lo convierte en una condición–, un vínculo en el que Estados Unidos había insistido previamente. Este lunes por la mañana, en el último minuto, Estados Unidos pidió una enmienda para añadir una condena al grupo palestino Hamás por sus atentados contra comunidades israelíes del 7 de octubre
Sugiere a la vez, pero no lo vincula, «la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes» en manos de Hamás. Un elemento a recordar EE.UU. vetó en el pasado tres resoluciones similares, y el viernes último Rusia y China hicieron lo propio con una declaración impulsada por Washington.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes, por primera vez y tras cuatro intentos fallidos previos, una resolución en la que se pide inequívocamente un alto al fuego en la guerra de Gaza, que ha causado la muerte a 32.000 personas en menos de seis meses.
El documento solicita «un alto al fuego inmediato durante el mes de ramadán (que termina el 9 de abril) y que conduzca a un alto al fuego duradero», También subraya «la urgente necesidad de expandir el flujo de asistencia humanitaria y reforzar la protección de los civiles en la franja de Gaza», y pide a Israel (al que no nombra) que «levante todas las barreras a esta ayuda humanitaria».
La incertidumbre sobre su aprobación se mantuvo hasta el último minuto, pues Rusia pidió que hubiera una votación aparte para introducir la palabra «permanente» tras al alto el fuego -en el entendido de que «duradero» permitiría a Israel seguir con la guerra-, pero esa enmienda no fue aprobada.
La guerra que comenzó hace casi seis meses ha causado más de 32.000 muertos, ha dejado a un millón de personas (casi la mitad de los gazatíes) en estado de «inseguridad alimentaria extrema» y ha dejado en el territorio palestino un nivel de destrucción que algunos han comparado al de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial.
Las peticiones a Israel de un alto al fuego en Gaza han caído hasta ahora en saco roto, pese a que cada vez más países se han sumado a estos llamados, incluidas naciones europeas -Francia, Alemania o Reino Unido- que al principio de la guerra estaban más cercanas a Israel y otras aliadas que también han ido evolucionando como Canadá o Japón, quedando Estados Unidos como el último aliado inquebrantable del estado hebreo.
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