Las elecciones internas de mayo, una oportunidad

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Informe del diputado Oscar De los Santos, recientemente nombrado secretario general a la dirección nacional de la Alianza Progresista y Espacio 738.

Dentro de las preguntas que nos hemos estado haciendo en los últimos meses, y en el intercambio entre nuestros compañeros y compañeras en los distintas departamentales, zonales, regionales de nuestro espacio, como también con otros aliados en el FLS, o de otros grupos departamentales también aliados, o con fuerzas hermanas del FA, es justo decir que sentimos el respeto por nuestro sector y la comunión de identificación de problemas, como a su vez la incertidumbre con respecto a distintas interrogantes que se debaten en los medios, pero que poco tienen de aporte para dar respuestas colectivas y orgánicas que nos abran una perspectiva que incluya el entusiasmo, la fraternidad y la construcción de nuevos sueños y esperanzas.

Intentaremos ensayar algunos caminos o métodos para buscar respuestas desde una sensibilidad de izquierda.

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1.Veremos si tenemos acuerdo en las condiciones objetivos existentes para avanzar en la construcción de nuestro proyecto nacional desde el punto de vista material, que nos permite seguir creciendo, con distribución e inclusión social, expandiendo los derechos y responsabilidades para construir una democracia de mayor calidad, donde el ser humano esté en el centro de la atención y los resoluciones de los nuevos conflictos y tensiones tengan como único camino para resolverlos, una clara definición de radicalidad democrática.

2. Las condiciones subjetivos que se expresan en el escenario internacional, regional y nacional en la relación de la representación de los partidos de izquierda y progresistas y su base social; el estado de ánimo imperante de molestia en amplios sectores de la sociedad que elevan el umbral de demandas, la solidaridad y el diálogo fluido entre partidos, la sociedad y el estado para abordar una solución en clave de desarrollo integral en sus dimensiones económicas, sociales, políticas, ambientales y culturales.

3. Imprescindible se hace la necesidad de revalorizar la política, fortalecer las instituciones republicanas y los espacios de diálogo y concertación con los aliados estratégicos de la izquierda. En ese escenario, ¿cuál es el rol que debería fijar nuestro sector construyendo señas de identidad que se afirmen en lo mejor de nuestra historia y que sean capaces de modernizarse para ser un interlocutor válido en este momento histórico?

Para pensar en algunas respuestas a ensayar
El país y su gobierno en estos diez años han demostrado que se puede crecer y distribuir incluyendo. Que el proyecto Nacional del FA ha asegurado la sostenibilidad a través de políticas heterodoxas que nos permite seguir creciendo en un mundo en crisis, pero a niveles menores que en los últimos 10 años y que el mismo no se da homogéneamente, ni en todo el territorio Nacional, ni en las diversas ramas de la actividad.

Nuestros principales socios comerciales están pasando por procesos de recesión en la región y que China, Rusia y otros crecen y compran por debajo del histórico de la última década.

La primarización de la economía, dependiente mucho de los valores de las materias primas, de los cuales somos tomadores de precios, no ha logrado generar cadenas de valor agregado que demanda mano de obra calificada.

A nuestra Universidad no logramos asociarla a la discusión del cambio de las matriz productiva y la relación con nuestros vecinos no prosperaron ni empujaron hacia una visión de bloque que genere mejores condiciones endógenas al comercio y la complementariedad productiva, que permitiera competir en mejores condiciones con los otros bloques en el mundo.

El presupuesto aprobado es el mejor proyecto, en el marco del escenario económico nacional, regional y mundial. Pero esto nos obligó a priorizar a los sectores más vulnerables a través de Sistema Nacional de Cuidados, la salud, la seguridad social y plantearnos en cómo llegar al 6% para la educación, avanzando en las transformaciones del sistema. Esto nos generó conflictos con diversos sectores, inclusive a aquellos que priorizamos no se dieran por satisfechos y con otros no pudimos mantener la tendencias de crecimiento que habrían logrado en los últimos años. La pregunta de fondo es si satisfacer esa demanda acumulada, se puede lograr no creciendo por encima de lo previsto.

Es más, el ingreso y la distribución de la riqueza, están condicionados a los porcentajes de crecimiento, al tiempo que la inflación y una apreciación elevada del dólar pueden conspirar con nuestro desafío de ser un país más competitivo.

Después de 10 años de crecimiento del salario real, las nuevas pautas salariales no logran ni de cerca consenso con el movimiento sindical. Y pasa a ser un tema sumamente importante el Diálogo Nacional convocado por el gobierno para que el conjunto de los actores, trabajadores, empresarios, academias y territorios construyamos una base de acuerdo imprescindible para seguir creciendo, condición sine qua non para que la sociedad toda siga prosperando, logrando un piso en que el desarrollo no tenga retorno.

Pasa a ser un tema sumamente importante el Diálogo Nacional convocado por el gobierno para que el conjunto de los actores, trabajadores, empresarios, academias y territorios

Se hace imprescindible el seguir creciendo y esto nos obliga a hablar del sistema nacional de competitividad que eleve nuestros niveles de productividad.Lacultura del trabajo es parte de éste debate, porque pone en valor el orgullo de ser un trabajador manual, intelectual, innovador o emprendedor, que del fruto de ese esfuerzo nos permita construir nuestro presente y futuro.

Que la planificación de nuestras vidas, de nuestros derechos, de nuestra formas diversas de familia esté asociado al mundo del trabajador, del rol de los colectivos sociales que participan del debate de la distribución del ingreso. El valor de la solidaridad y de la lucha cultural para sentirnos parte de una nación, que no niegue la existencia de clases ni las ideologías, sino que por el contrario construyamos una base social y territorial cada vez más amplia y profunda en su relación.

Infraestructura y capacidades humanas
Serán unos desafíos extraordinarios, avanzar en la materialización los 12.000 millones de dólares de inversión en obra pública y también construir confianza, para lograr capital de riesgo privado que nos permita concretar la PPP, en el tiempo de gobierno que nos queda.

La confianza no se logra solo con una política económica responsable, se necesita una actitud y predisposición del conjunto de los actores que conforman opinión sabiendo que ese valor intangible depende de cada uno de los sectores, que como lo indica la mejor de nuestra historia de la izquierda, los intereses sectoriales de los sectores populares jamás estarán por encima de los intereses generales que incluye a los sectores sin voz, cuya defensa ha quedado solo en manos del gobierno.

Hay otros actores como la derecha mediática y partidaria y algunos sectores empresariales y académicos, que parece se esforzaran para que la inflación supere el 10% y el dólar llegue a $ 38.

En nuestras acciones de gobierno por contener el incremento de precios y lograr acuerdo con algunos sectores empresariales, los resultados son vistos con desconfianza por amplios sectores que no compran en las grandes superficies y ni que hablar, la evolución de los mismos en los boliches de barrios en Montevideo y el Interior.

La inversión hecha en estos 10 años por las Empresas Públicas es histórica, aunque se puede diferir en el corto tiempo que se hizo y el estrangulamiento financiero que generaron.

Fue parte de nuestro discurso de campaña la inversión hecha por las mismas y como las habíamos modernizado. Por algo, algunas de ellas como ANCAP, tienen el nivel más bajo de aprobación en la opinión pública. La pregunta a la que tenemos que dar respuesta es que no basta con la recuperación de las Empresa Públicas, si no se produce con una baja de los precios de sus tarifas en valores reales y de forma contundente, manteniendo y mejorando la calidad de los servicios. El receptor final, el ciudadano, sentirá cada vez más ajeno el esfuerzo hecho por el gobierno. Cuando en la discusión de priorizar a los sectores de más bajos ingresos hay que pensar si la recuperación del salario real es la única forma de mejorar el ingreso o si es muy disparatado el tratamiento con tarifas diferenciales en la energía eléctrica, el agua y saneamiento, el gas, a estos sectores que no llegan a los $ 15.000 por mes. ¿Cuánto nos costaría?

Y cuanto beneficiamos a ciudadanos para acceder a derechos básicos teniendo tratamientos diferenciales.

En la redistribución del ingreso, nuestros avances democráticos de la negociación colectiva y en la construcción de derechos sindicales, corremos el riesgo que los sectores con más organización y capacidad de presión se queden con las mejores partes, aún en las mismas cadenas productivas, que otros trabajadores.

También incide la realidad de la diversidad de la actividad económica y su renta, plusvalía y/o especulación de las grandes empresas con respecto a los pequeños y medianos; y ni que hablar si es en las zonas con más desarrollo productivo de otro lugares del Interior o barrios de Montevideo.

La dimensión territorial es también un aspecto que debemos incorporar en los variables de las estadísticas y de las metas que nos planteamos.

Cuántos de estos casos están también contaminados de desconfianza de nuestra gente con respecto a los últimos resultados electorales en la Argentina, las denuncias y procesamientos por corrupción en la Empresa Petrobras en Brasil o la desconfianza en las garantías institucionales en el proceso electoral venezolano.

Es muy importante el rol de Astori en el futuro del país, pero la trasmisión política de la economía, debe formularse con un rostro más humano.

Debemos ser capaces de mantener el rumbo del proyecto, hacer los ajustes necesarios para asegurar la sostenibilidad del mismo y generar las condiciones necesarias para cuando generemos nosotros las condiciones y el mundo lo permita, aprovechar una nueva etapa de crecimiento para seguir avanzando en la construcción de derechos.

El planeta va a seguir creciendo en su población y la demanda de materias primas, y esperemos estar a la altura de las circunstancias, para construir cadenas de valor agroalimentarias, en la informática, en las TIC’s y en servicios logísticos de comunicación y de infraestructura portuaria, carreteras y ferrocarril. Si avanzamos en este camino no cabe duda tenemos un rol para jugar en la región y dar un salto en calidad al desarrollo. Si no construimos expectativas desde el punto de vista material y no damos una discusión con la sociedad donde los jóvenes puedan dibujar su futuro a partir de la construcción de este presente, no del que desearíamos, sino de este con sus extraordinarias contradicciones, como enormes oportunidades.

Tendremos que resolver una discusión mucho más amplia, para proponer como se sustenta ambientalmente el desarrollo. Es más, podríamos hasta afirmar que no se podían resolver los temas ambientales que nos jaquean si no es con más desarrollo, con más recursos para invertir en la resiliencia de los problemas ambientales y que el tratamiento cultural entre la contradicción desarrollo-medio ambiente debe darse sobre la premisa que debemos seguir creciendo. Que si no explotamos el hierro, o si encontramos gas o petróleo, si no vamos a una red de puertos, que incluye el de aguas profundas en Rocha, las hidrovías, etc., el Uruguay no podrá atender la legítima demanda de preservar los ecosistemas para futuras generaciones.

Alguien se imagina vivir o producir sin energía eléctrica, si no se hubieran hecho las represas que cubrieron cientos de hectáreas, más pueblos que hubo que relocalizar. O acaso la inversión en saneamiento hecha y que necesita hacer el país, junto con otras medidas cautelares, para preservar nuestras reservas de agua dulce, se hace sin capital.

La política del “no toquen nada” es el camino seguro hacia una depredación del hábitat que no tendrá retorno, si no invertimos en investigación y en infraestructura.

Todo el país debe desarrollarse, si no, la concentración de población en la zona metropolitana y zonas de influencia no podrá contener las contradicciones sociales, que generan la marginación territorial de los asentamientos y resolver la exclusión territorial y cultural de la carga demográfica en un pedazo del país.

La descentralización política, el desarrollo local, el papel de los Gobiernos Departamentales y Locales, la diversidad de actores sociales a los que la izquierda no contempla en su discurso y lenguaje, en el proceso de acumulación de fuerza, hace que solo quede expuesto al rol caudillesco de algunos liderazgos. Si no somos capaces de construir un nuevo relato de nuestra historia contemporánea, donde esta ciudadanía se vea protagonista cultural, como lo es, en los cambios que se operan en el país, es difícil que crean porque no lo vivieron así. Es posible que crean que la clase obrera, los trabajadores, estudiantes, universitarios y gente de la cultura construyócasi espontáneamente esta herramienta formidable que es el Frente Amplio. La mística del FA fue construida sobre la experiencia de las luchas obreras y estudiantiles de las zonas urbanas y casi que exclusivamente de Montevideo y poco más. Como la sociedad del interior construyó referentes locales que tenían una escala de valores, que se ganaron el respeto de propios y ajenos. Como los valores cívicos y cristianos, aportes de los viejos luchadores comunistas, socialistas y cristianos fueron siendo el puente con cientos de miles de uruguayos.

El proceso de acumulación de fuerza, hace que solo quede expuesto al rol caudillesco de algunos liderazgos. Si no somos capaces de construir un nuevo relato de nuestra historia contemporánea, donde esta ciudadanía se vea protagonista cultural, como lo es, en los cambios que se operan en el país, es difícil que crean porque no lo vivieron así.

Porqué el crecimiento de la izquierda en el interior, con sectores batllistas, corrientes progresistas del wilsonismo y los blancos populares fue construyendo en realidad el bipartidismo, como preveía Seregni.

Cuanto pesó para cientos de miles la lucha por la verdad y justicia, las Empresas Públicas, el rol del estado protector, la dignificación del peón rural o la empleada doméstica.

Cuantos compañeros se ganaron la confianza en la convivencia con las comisiones de barrio o de fútbol, como compañeros de trabajo, como personas coherentes, actuando como pensaban, aunque al principio eran gente con ideas extrañas, pero que no dejaban de ser buenos vecinos. Cuanto le dolió a esa sociedad que llevaran presa a gente buena por pensar distinto. Cuantos caudillos locales fueron zurciendo la idea de cambios y de juntarse con los comunistas haciendo referencia al FA. En qué discursos nacionales están los nombres del “Negro” Acuña de Maldonado y del “Pico” de Juan Lacaze.

Y ahí la Alianza Progresista tiene un papel para jugar, junto con una elaboración colectiva con el FA y actores sociales no convencionales, en romper el bloque de la Concertación.

Como sumar a la construcción de la unidad como algo complejo pero imprescindible, notables nombres con una formación cristiana humanista en la época de un Papa del Río de la Plata, que está peleando por lo mejor de los valores cristianos: la austeridad, la sencillez, la lucha por los más humildes, por los jóvenes, contra la concentración de la riqueza.

Cuál es la historia en cada lugar, que en cada momento histórico unió esa historia de valores con aquellos que se definen marxistas y que soñaban con una sociedad comunitaria. Cómo comprender el proceso de unión entre los blancos rebeldes y los batllistas que daban forma a nuestro primer Estado.

Cómo construimos la historia del otro proceso de acumulación donde hubo otros protagonistas que deben ser reconocidos en el interior.

Estas señas de identidad construidas durante los últimos 15 años han marcado una fuerte impronta donde convivimos aquellos que aún con origen diverso, y habiendo lugares donde aún no hemos sellado la unidad de acción del sector, sobre lo cual debemos seguir trabajando, hemos creado también afectos. Sí, afectos y códigos, porque la política también es eso. También es confianza entre nosotros y queremos construir confianza con los demás sectores del FA y del campo popular. El debate del carácter del país productivo, su matriz, el rol del capital y las formas de propiedad, del trabajo y su cultura, de los territorios y sus generaciones, del medio ambiente, de la integración regional y de los bloques, el de la Democracia y las Instituciones, el de las historias vividas y la agenda de derechos humanos, el de la verdad y la Justicia.

Empujar a las nuevas generaciones del FA, y de estas con las de otros partidos y actores sociales a confiar, aún en la discusión de las diferencias, nos hace más republicanos y solo en una República más sólida, los más humildes serán los más privilegiados. Apostar a la Regionalización de la organización del Estado, sobre las bases de Municipios que sean legítimos interlocutores locales, comprendiendo y estimulando la participación de un ciudadano que se transforma en actor principal y que participa en las redes de relación de poder, sentándose a la mesa a participar en la discusión de la distribución de la riqueza, los derechos y los deberes, nos dará una Democracia más sólida.

Y si el FA y nuestro sector junto al acompañar en este proceso tendremos estructuras que coincidan en el rol del Estado, en sus nuevas formas organizativas del FA que se compadezcan con esta realidad. Y allí la Alianza Progresista y el Espacio 738 tendrán que definir como tienen cada vez más influencia en este proceso. Parece no compadecerse con la realidad el peso político del sector en la representación que tenemos en el FLS y el FA. No alcanza solo con tener más peso electoral para discutir con franqueza y afectos algunos de los temas planteados, pero es imposible en política incidir en la realidad sin respaldo político.

La gente o mucha gente está pidiéndonos más humildad a sus gobernantes y dirigentes. La inestabilidad en la falta de perspectiva, en lo laboral, en sus ingresos, en el enfrentamiento y retos que tienen las familias, la ofensiva de la derecha en toda la línea, se transforma en desconcierto entre los militantes de izquierda y en insoportable, cuando sus dirigentes se tratan despectivamente y descalificando al otro.

Debemos poner mesura entre todos para sentar las bases de un nuevo relacionamiento. Las elecciones internas de mayo puedan ser una oportunidad si logramos mantener o superar la cantidad de frenteamplistas que votamos en el 2012. Es una señal que necesitamos entre todos dar, para mantener las fortalezas del FA, frente a la derecha y reconstruir confianza hacia adentro. Lo necesitamos como respaldo político al Gobierno de Tabaré Vázquez, demostrando que seguimos siendo la primera fuerza política del país en capacidad de convocatoria. Lo precisamos también para que la comunidad frenteamplista nos mida y nos oriente por donde debemos andar, pero que también ponga límites a algunos planteos en discusión y oxigene y aliente otros.

La inestabilidad en la falta de perspectiva, en lo laboral, en sus ingresos, en el enfrentamiento y retos que tienen las familias, la ofensiva de la derecha en toda la línea, se transforma en desconcierto entre los militantes de izquierda y en insoportable, cuando sus dirigentes se tratan despectivamente y descalificando al otro.

Y nosotros estaremos resolviendo como vamos a esa elección interna, sabiendo que el FLS es también un desafío a construir, en un FA que se mueve en bloques y que necesita nuevos equilibrios.

En esta Dirección Nacional, nos estaremos dando o buscando algunas respuestas a problemas nuevos de un país que nosotros cambiamos con el FA.

Construyendo un Frente Amplio que acompañe una relación más fraterna entre el arte de gobernar y seguir siendo los representantes de los trabajadores, de la cultura, de los emprendedores, de la gente de la ciudad y el campo, de los jóvenes, de las mujeres luchadoras y de los sin voz, el escudo.

Estaremos definiendo una nueva Alianza Progresista que si se decide medirse en el FA y con el FLS no puede ser tildada de perfilista, sino que tiene derecho a hacer crecer su voz en el concierto de sus alianzas, expresando las señas de identidad que nos mantienen unidos.

Hay otras opiniones también válidas de ir como 99738 en lo Nacional y abrir listas en las Departamentales para saber que somos. Hay lugares que los resultados fueron buenos porque fuimos juntos y no se impusieron los números de los sectores ganadores.

La estrechez política fue un pecado capital que pagamos con los resultados electorales como FLS en Octubre, pero recuperamos en Mayo con mejor representación. Debemos conformar una campaña de afiliados y volver a conseguir contribuyentes, que este sector lo construimos entre todos y sentimos orgullo de las decisiones que toma. Es muy importante el rol de Astori en el futuro del país, pero la trasmisión política de la economía, debe formularse con un rostro más humano. El trabajo que están haciendo Rodolfo y Lilián, Lescano, Roballo y Matías en el Gobierno con un alto compromiso, cuenta con nuestro respaldo. Pero también nos tienen que ayudar a construir esta fuerza política, porque fueron sus creadores junto con otros compañeros.

Hoy deberíamos fijar la Agrupación Nacional de Gobierno para que nuestros Ministros compañeros que participan en el Gobierno Nacional, las Departamentales, los Ediles, Concejales y Diputados ajustemos una agenda de acciones políticas de Gobierno. Debemos también trabajar para consolidar un frente sindical, social, de jóvenes, de género, académico, para contribuir con nuestra concepción, al diálogo social y a la construcción de una nueva etapa del Frente Amplio.

Por el diputado Oscar De los Santos

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