Diálogo con el ingeniero Gabriel Eirea
Durante todo el día 11 de noviembre, estudiantes y docentes de la Facultad de Ingeniería (Udelar) expusieron – «Ingeniería de Muestra»- , 50 desarrollos tecnológicos innovadores aplicados a la realidad nacional. Se pudo ver inventos en robótica, arte digital, ideas transformadas en emprendimientos, proyectos de fin de carrera, tecnología vinculada al sector productivo y proyectos de extensión universitaria.
Centenares de personas al visitar la muestra recibieron la información y pudieron interactuar directa con estudiantes y docentes autores de cada uno de estos “desarrollos tecnológicos”. La ONDA digital conversó con el ingeniero PhD Gabriel Eirea profesor adjunto del Instituto de Ingeniería Eléctrica uno de los voceros de la Muestra.
Aquí los tramos fundamentales de ese diálogo.
– ¿Con que frecuencia se realizan estas “Ingeniería de Muestra”?
– Este es el segundo año que se hace “Ingeniería deMuestra” y es la 8ª vez que se realiza la muestra de proyectos de fin de carrera de Ingeniería Eléctrica, que forma parte de esta muestra.
– ¿Esto es en lo que ustedes trabajan durante el año?
– Si, es una muestra del tipo de cosas que se hacen dentro de la Facultad. No abarca todo lo que se hace, pero sí una muestra bastante representativa de todos los proyectos que se realizan acá en la Faculta, en cuanto a generación de conocimiento y transferencia de conocimiento.
– ¿Algunos de estos proyectos se trasladan luego a la concreción, a la industrialización?
– Algunos de los proyectos ya nacen en función de convenios con empresas que vienen y plantean necesidades concretas y son resueltos – desde la Facultad de Ingeniería – en un diálogo con las empresas. También hay otro de proyectos que surgen dentro de la Facultad de Ingeniería – tanto desde el cuerpo docente, como de los propios estudiantes – y que después (algunos) son proyectos académicos que no continúan y otros pueden generar emprendimientos para los que la Facultad tiene algún instrumento – a través de la Fundación “Ricaldoni” – para apoyarlos, para que empiecen a formar su propia empresa y a crecer y a tener una aplicación real.
– ¿Esto puede ser una demostración de que Uruguay está en condiciones – desde la academia – de inyectar conocimiento a la industria?
– Sin duda. Acá hay muchos ejemplos que así lo muestran. Lo que ocurre muchas veces es que se hace difícil transicionar desde los proyectos académicos – dentro de la Facultad – hacia las aplicaciones industriales o comerciales. Porque esa transferencia es un proceso complejo que – en el Uruguay – no estamos acostumbrados a realizar.
– ¿Falta plata o falta que la industria los incorpore a ustedes?
– Falta un poco de las dos cosas. Faltan fondos, sobre todo para financiar esos proyectos que – dentro de la Facultad – no están prontos para comercializar. Son ideas, son prototipos, son cosas que están desarrolladas a un nivel no como para vender o como para aplicar, directamente. Para poder llegar a ese punto hace falta una inversión y – ahí – es donde está faltando dinero. Por otro lado también falta un diálogo más fluido y más permanente entre la industria y la academia.
– Dentro de la academia, ¿esto es aceptado, es estimulado?
– Sí. Es una apuesta fuerte que hace la Facultad de Ingeniería desde hace algunos años, para tratar de incrementar el vínculo con el sector productivo y también incrementar el apoyo de base tecnológica generado dentro de esta Facultad.
– Luego de esta exposición, ¿los estudiantes quedan más estimulados, quedan con más perspectivas? ¿Ha notado algo de eso?
– Sin duda. Es un estímulo muy grande para los estudiantes. Ellos – generalmente – se entusiasman mucho con la idea de la muestra y también con los contactos que ellos pueden hacer. Durante la muestra se les acerca gente de distintos ámbitos y ellos – ahí – se dan cuenta de que lo que hicieron (que quizás estuvieron encerrados un año trabajando en un proyecto), puede tener un impacto muy positivo en la sociedad. Y quizás – a partir de entonces – se empiezan a plantear la idea de ver cómo hacerlo realidad, mediante algún emprendimiento o de salir a buscar apoyo.
– He visto en la exposición que las computadoras del Plan Ceibal son parte de las investigaciones que ustedes han hecho.
– Así es. Desde el inicio del Plan Ceibal, dentro de Facultad de Ingeniería y de la Universidad – en general – se han generado muchos proyectos tratando de apoyar – por un lado – el desarrollo del Plan Ceibal, mediante complementos tecnológicos y – por otro lado, también – buscando estudiar cómo es el fenómeno del Plan Ceibal, qué impacto tiene en la sociedad.
– ¿O sea que fue un fenómeno que disparó otras investigaciones, otros procesos de conocimiento?
– Por ejemplo – en esta muestra – tenemos varios proyectos relacionados con el Plan Ceibal. Tenemos robots para ser usados con las “ceibalitas”, tenemos un proyecto que desarrolló un lápiz electrónico para usar la XO como si fuera una tablet, tenemos proyectos que utilizan la cámara de la XO para realizar una interfaz para personas que tienen dificultades de comunicación y algunos ejemplos más.
– ¿Le gustaría subrayar algo que yo no haya preguntado?
– Simplemente decir que la Facultad hace una apuesta fuerte a que el conocimiento que se genera se pueda transferir a la sociedad y que la Facultad también necesita que el resto de la sociedad se acerque para poder hacer esa transferencia y tener la posibilidad de que el conocimiento generado, pueda tener un impacto positivo en nuestro país.
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