Periódico Búsqueda del 17 de setiembre pasado“aunque el problema es reiterado la solución definitiva no asoma”
Desde el lejano 1959 en este siglo hubo ya inundaciones en el año 2002,2005 y 2009.Las lluvias cada vez más frecuentes e intensas proponen -junto a la emergencia- actuar para la prevención. En realidad neutralizar el fenómeno se reduce a dos opciones: que no se inunde el terreno o que no se inunde la casa. Deducir que inundado el terreno se inunda la casa es una falacia, no tiene por que ser así. Las casas elevadas sobre terreno inundable e incluso sobre el agua existen desde hace milenios. Hace no muchos años estuve en algunas habitadas por pescadores en Tahití sobre el mismo océano pacífico. Después de todo se requiere una solución técnica como puede ser construir viviendas antisísmicas. Y no hay, como en este ejemplo, un impedimento mayor de costos; de hecho las viviendas se despegan del suelo en muchos países por variadas razones. En Canadá o Estados Unidos para preservar la madera de que están hechas, acondicionar por ventilación en verano o no contactar con la nieve en invierno.
La solución de vivienda elevada deja el suelo libre, incluso natural si se prefiere. Afrontar la inundación requiere una salida elevada, esperar que la misma pase o, en el peor de los casos, utilizar la vía marítima para evacuar. Los habitantes cercanos a volcanes cada tantos años tambien evacuan. Ellos habitan áreas volcánicas, nosotros áreas inundables.
La contradicción
Insistir en sacar de su lugar, desarraigar a la gente, equivale a erradicar el asentamiento. Las decisiones políticas son avaladas por una postura técnica que, equivocadamente, evade un resoluble problema de su competencia.
Diario “El País” Pág. B5.Paysandú, 10 de octubre: son 34 las personas desplazadas que se suman a los 23 evacuados que perdieron sus viviendas en la inundación de julio…” “Son personas que se dedican a la cría de cerdos, tienen venta de ladrillos y trabajan el reciclaje” No quieren abandonar sus viviendas….”
Las encuestas en boga deberían preguntar a los damnificados si quieren mudarse o tener en ese lugar viviendas que no se inunden. Se hace ciudad en pleno desierto o en la montaña. Y en la llanura y el valle sobre las cuencas naturales. A estas últimas las urbanizaciones las distorsionan topográficamente o anulan el escurrimiento de pluviales con pavimentos impermeables que provocan…..inundaciones!
Entonces el eficiente Programa de Mejoramiento Barrial, con su listado de prioridades de elección -al que ya cuestioné la falta la seguridad- por que debe dejar afuera el barrio que habitan los inundados?
Es posible
Tengo claro que esas viviendas están en terrenos fiscales, violan servidumbres de cursos de agua, no tienen servicios y su agrupación está en la mayoría de los casos desagregada de la mancha urbana. Talvez requieran otras condiciones de higiene, distintas pero no mayores que las instaladas sobre tierra firme. Y debe afrontarse un compromiso entre la urbanización y la dinámica de las cuencas naturales. Pero no violan la sagrada propiedad privada, no ocupan inmuebles urbanos inadecuados, no especulan con la adquisición de derechos de propiedad y su uso fundamental es la básica necesidad de habitar. Por tanto estas y otras limitaciones deberían subsanarse para evitar la exclusión y el marco legal no debería encorsetar una situación que es claramente de interés social.
“Vivienda digna” debe traducirse en áreas suficientes, estabilidad estructural, higiene integral, acondicionamiento térmico, adaptación al contexto local y costumbres. Condiciones todas que allí también se pueden satisfacer cumpliendo con la fundamental: ser construidas en el lugar en que nuestros compatriotas, por las razones que sean, han decidido habitar.
Por el Arq. Luis Fabre
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