El grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) podría ser la plataforma de una nueva moneda supranacional, por analogía con el euro, afirmó a Sputnik Serguéi Gláziev, el ministro de Integración y Macroeconomía de la Comisión Económica Eurasiática, informa Sputnik.
La instancia para debatir y tal vez acordar el tema será la cumbre de BRICS que se realizará del 22 al 24 de agosto en Johannesburgo. Por su parte, BBC informa de gestiones sudafricanas solicitando al gobierno ruso que la asistencia a la cumbre no sea representada por el presidente Vladimir Putin, dado que tiene captura internacional por crímenes de guerra dispuesta por la Corte Internacional de Justicia, y Sudáfrica es signataria de ese tratado, lo que la compromete a su arresto. Al parecer, el gobierno de Pretoria sugiere que sea sustituído por el canciller ruso Anatoly Lavrov. No hay noticias de que Moscú haya cambiado de posición.
La tesitura hacia un cambio en la moneda de transacción internacional viene aumentando su presión, aunque no se pueda afirmar que logrará imponerse. El despacho semanal de la revista argentina Crisis afirma el sábado que cada vez son más nutridas las voces que se alzan para confirmar o descartar la transición monetaria. El asunto no responde
simplemente a aspiraciones ideológicas sino que tiene bases materiales contantes y sonantes, como la demostrada por un sondeo de la firma Invesco en y reproducida por Reuters de que cada vez más bancos centrales de distintos países están repatriando sus reservas de oro.
La causa es adjudicada a la protección contra el tipo de sanciones impuestas por Occidente a Rusia. Al mismo tiempo, Reuters señala que la caída del mercado financiero el año pasado causó pérdidas generalizadas para los administradores de dinero soberano que están «fundamentalmente» reconsiderando sus estrategias con la creencia de que la inflación más alta y las tensiones geopolíticas llegaron para quedarse.
Más del 85% de los 85 fondos soberanos y los 57 bancos centrales que participaron en el Estudio de Gestión de Activos Soberanos Globales de Invesco creen que la inflación ahora será más alta en la próxima década que en la anterior. El oro y los bonos de mercados emergentes se consideran buenas apuestas en ese entorno, pero la congelación el año pasado de casi la mitad de las reservas de oro y divisas de Rusia por valor de 640.000 millones de dólares por parte de Occidente en respuesta a la invasión de Ucrania también parece haber provocado un cambio.
Lo cierto, señala Crisis, es que el soporte de semejante efervencia en el plano dinerario, es el empuje debordante de la economía china. Y, algo fundamental, su propensión casi inevitable a entrelazarse con la accidentada marcha del sur global, cada vez más asfixiado por el peso de las obligaciones financieras.
Y el destino comercial ruso “para el oro de Putin” desde el comienzo mismo de la guerra en Ucrania, afirma Swissinfo, es Suiza. Hasta ahora, han llegado 75 toneladas de oro ruso a Suiza. El flujo empezó antes, en verdad, En el año previo al inicio de la guerra llegaron 35 toneladas de oro ruso a Suiza, según cifras oficiales de la Oficina Federal de Aduanas y Seguridad de las Fronteras: OFDF, por sus siglas en francés.
La pista del oro ruso pasa por Gran Bretaña, país al que Rusia exportaba solo poco oro hasta 2018. Pero después, a partir de 2019, se disparan las cantidades. Desde 2019 hasta el estallido de la guerra, Rusia vendió a Londres más de 700 toneladas por un valor de 440 millones de dólares.
El exprofesor de Derecho penal Mark Pieth, experto en el comercio del oro, tiene una explicación. Según él, existe un nexo claro con la invasión rusa en Ucrania: “Parto del supuesto de que se realizaron estas ventas para preparar la guerra.”
Para Pieth hay claros indicios para la sospecha de que Rusia podría haber llenado las arcas de la guerra con exportaciones masivas de oro. Además de los ingresos provenientes de la venta de gas y petróleo, también pudo haber contribuido a la financiación de la guerra de agresión contra Ucrania la venta de oro.
Para Pieth es problemático que, presumiblemente, este oro se haya labrado en Suiza, aunque el régimen ruso no esté sacando beneficios de este negocio actualmente. “Legalmente, no es problemático que las refinerías suizas importen este oro para refundirlo, pero sí muy cuestionable desde el punto de vista ético”, dice. Este aspecto también lo resalta el experto en materia prima Marc Ummel. Con la refundición se transforma “oro ruso éticamente sospechoso” en oro con el sello de calidad suizo. “Así se pierde la trazabilidad del oro, lo cual es muy problemático”, señala.
Mesa de prensa de La ONDA
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