NOS ELIGEN
En campaña electoral hay que elegir, pero previamente saber quién elige a quién. Actualmente como ciudadanos se nos encomienda, más que votar por un gobierno, decidir la forma de vida de una sociedad de la que antes se ocupaba el Estado. Ese Estado, otrora monopolio de los medios de administración y ejecución de esa noble tarea, es ahora subrogado por la subcontratación de funciones…en competencia privada. Esto en un “mercado global” cuasi eximido de supervisión política o, peor aún, pese a la misma, posible fuente de corrupción en el que predomina el “todo vale para ganar”. En esta era de información globalizada la mejor herramienta comercial son los algoritmos y su función de “lavado de cerebro” (1) que nos dirigen donde están programados para quienes pagan por su servicio e inducen a gastar nuestro dinero. El contexto es un océano virtual que cubre todo el planeta con abundancia de pescaditos de colores.
Otros fines
Pero los navegantes podemos también pescar ideologías, religiones, fanatismos deportivos y de toda índole sin percatarnos que pasamos de pescadores a ser los pescados. Y que en esta circunstancia nos pescan con el cebo de promesas de campaña. 
Por todos los medios de comunicación accedemos a una muestra sin valor de todo lo que difícilmente vamos a recibir. O, en forma presencial, coloquialmente, nos prometen cosas que podemos tener aunque otros peces, la mayoría y nunca el pescador de conciencias, tendrá que pagar por ellas. Entonces unos pocos, además de ser pescados, seremos corruptos por aceptar “coimas” electorales. Simultáneamente incluyen en su discurso electoral la transparencia, obligatoria para nosotros los pescados, no para ellos que aún culpables argumentan que de “los vicios privados surgen beneficios públicos”.
Por ejemplo
Algunos candidatos llegan a contradecir sus principios ideológicos en la actual campaña. Uno de ellos en reiteradas promesas de seguridad ciudadana pese a que los últimos años, en un Estado que otrora cambiaba obediencia social por protección y seguridad, ahora un gobierno neoliberal regula un mínimo de protección social.”El estado se limita cada vez más a discursos y prácticas de aseguramiento policial y militar el que a su vez funciona con dosis cada vez mayores de control disciplinario y técnicas de vigilancia” (2).
Y como la inseguridad no se limita a la preservación corporal, existe una gran experiencia vivida en Uruguay: “En la actualidad el papel del Estado en la economía capitalista consiste en garantizar un encuentro regular y efectivo entre cliente y mercancía. Para realizar tal función debe subvencionar a la red bancaria mediante el trasvase a los contribuyentes de los riesgos implícitos en las transacciones” (3)…lo que se concreta en privatizar ganancias y nacionalizar las pérdidas.
Conclusión
Rescato que en mi país, sabiendo todo esto, todavía cada uno puede optar entre bien elegir… o ser elegido.
Arquitecto Luis Fabre
1.Zigmunt Bauman Leonidas Donskis 2019 pg. 64“Maldad liquida”Ed.Paidos´.Argentina
2.Ibídem pg. 101Isabell Lorey
3.Ibídem . pg.237
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