El enojo del proveedor de armas

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Thomas Grossman

Los ataques contra la comunidad internacional

En clara violación de la Resolución 1701-2006 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de las normas internacionales, a principios de este mes el ejército israelí invadió el Líbano y además de bombardear ciudades, granjas y aldeas, está acosando, amenazando y atacando con armas de fuego a las fuerzas de paz que la comunidad internacional mantiene allí desde el año 2006 para supervisar el acuerdo mencionado arriba, que finalizó la anterior guerra entre Israel y el movimiento Hezbolá.

Las víctimas de esta nueva agresión israelí contra las Naciones Unidas son casi diez mil efectivos provenientes de unos 50 países, actualmente al mando del general español Aroldo Lázaro Sáenz. Las tropas israelíes detuvieron un transporte logístico, destruyeron cámaras de vigilancia, derribaron con tanques la barrera protectora de una de las bases, violaron el perímetro de un puesto de vigilancia, pretendieron darle órdenes al oficial al mando de una base, bombardearon y destruyeron equipos y edificios del cuartel general, en Naqura,  arrojaron armas químicas en los alrededores de una base, causando daño físico a una docena de soldados a pesar de que habían tenido tiempo de ponerse máscaras antigás, dispararon con munición letal tanto a edificios como a soldados y derribaron con un disparo de cañón una torre de vigilancia del cuartel general, donde dos soldados hacían guardia. Las tropas invasoras han herido hasta ahora a un total de 5 soldados de las Naciones Unidas.

Por su lado, el Primer Ministro de Israel exigió que las fuerzas de paz abandonaran la zona, pero la ubicación de las fuerzas de paz es gobernada internacionalmente por las Naciones Unidas, por lo cual ni Israel ni ningún otro país tienen derecho a exigir, unilateralmente, que las tropas de paz abandonen sus puestos.

Quizás no sea tan extraño que el gobierno israelí no quiera que haya tropas de paz de la las Naciones Unidas en el sur del Líbano; podrían ser testigos de eventuales crímenes de guerra y atrocidades y uno se pregunta hasta dónde están dispuestas a llegar las tropas invasoras si el general Lázaro Sáenz se mantuviese firme. No es la primera vez que el gobierno israelí no respeta resoluciones de las Naciones Unidas y recientemente varios miembros del gobierno y sus representantes diplomáticos han acusado a la organización de apoyar al terrorismo, amenazaron con negarle visado a sus funcionarios cuando tengan que viajar a Israel y exigieron la renuncia del secretario general, a quien acusaron de haber «perdido toda moralidad» y ser un individuo cobarde, amigo del terrorismo y persona no grata para Israel.

Puertas giratorias

Tanta prepotencia, malas conductas y desinterés por el cumplimiento de lo acordado en 2006 han generado una rápida repulsa internacional. Desde Italia, la respuesta fue particularmente rápida y contundente desde la cúpula política y militar, porque dos de las bases más atacadas están a cargo de tropas de ese país. Guido Crosetto, fundador del partido Fratelli d’Italia y ministro de Defensa de Giorgia Meloni, convocó al embajador de Israel para criticar duramente los ataques contra las tropas de paz. También se puso en contacto con el ministro de Defensa israelí para recriminarle los ataques y por si todo eso fuese poco, convocó una conferencia de prensa (1) para denunciar y condenar el acoso y los ataques israelíes contra las tropas de paz y protestar contra la exigencia del gobierno israelí de que la ONU retire esas tropas de sus puestos.

Es importante observar que durante su alegato Crosetto estaba flanqueado por dos generales ejército italiano de altísima jerarquía y que mencionó la frase “crímenes de guerra” la cual, si bien fue expresada apenas como sugerencia de que algunas de las acciones mencionadas podrían quizás calificarse de ese modo, es por sí misma plausible de generar acusaciones de antisemitismo.

Al final de su conferencia Crosetto se atrevió a decir, con voz mesurada, que «ni las Naciones Unidas ni Italia obedecen órdenes de Israel»          

Fratelli patrioti: Crosetto y Meloni son fundadores y líderes del partido Fratelli d’Italia

Así que hemos llegado a vivir para ver como un fratello d’Italia que pocos años antes promovía la venta de armamento sofisticado a Israel ahora critica públicamente crímenes cometidos por el ejército israelí, con esas mismas armas. Y este no es un fratello cualquiera. En efecto, además de ser una figura importantísima del partido liderado por Giorgia Meloni y Ministro de Defensa, Crosetto ocupó, entre otros puestos, la presidencia de la Federación de Empresas Italianas del sector Aeroespacial, de Defensa y de Seguridad, para la cual anduvo “in giro per il mondo” (sus palabras, citadas en 2) promoviendo la venta de armas italianas. Además recibió -y esto es de particular importancia para esta nota-, varios millones de euros por consultorías hechas para empresas del grupo Leonardo (2), una de las industrias armamentísticas más grandes del mundo y cuyas armas son utilizadas por las fuerzas armadas israelíes en su genocidio de la población de Gaza.

En entrevista concedida a una revista militar un comandante de la Armada israelí nos informa de un ejemplo concreto (Israel Defense 08-02-24).  Las naves de guerra a su mando participaron del bombardeo de la ciudad de Gaza. Esas naves utilizan cañones de alta velocidad Oto Melara y el sistema de control de fuego con radar Orion RTN-10X, ambos de la empresa Leonardo que, como se anota arriba, pagaba jugosas sumas a Crosetto por consultorías.

                               Cañones italianos Oto Melara montados en naves israelíes

Usar este tipo de armas para atacar una ciudad desde una nave de guerra alejada de la costa difícilmente permitiría discriminar militantes de civiles y produce infaliblemente víctimas civiles.  Al contrario, este cañón no fue diseñado para matar personas que se encuentran en una ciudad sino -según informa la propia empresa Leonardo- para atacar buques, aviones y misiles. De gran precisión para ese tipo de blancos, su margen de error (30 cm a una distancia de 1000 metros) no es para nada adecuado si se quiere dispararle a personas. Su munición contiene una carga explosiva de hasta 3 kilos y el proyectil es del calibre 76 mm, exageradamente inapropiado para dispararle a “terroristas” en las calles y edificios de paredes frágiles de una ciudad superpoblada, sin destrozar hogares y vidas inocentes.  Además, no lo dispara un artillero al pie del cañón, mirando a través de un sistema de mira tradicional, sino que se maniobra automáticamente desde adentro del buque, con una consola digital, en base a señales emitidas por un radar.

 

Si bien Crosetto no llegó a cuestionar la venta de armas italianas a Israel durante su conferencia, su dura crítica no deja de pautar un hito en las relaciones diplomáticas entre dos aliados.

¿Y por casa, cómo andamos?

Por ahora Uruguay ha elegido mantenerse al margen de la comunidad internacional y se abstuvo de suscribir las dos mayores iniciativas internacionales de protesta frente a las recientes afrentas y ataques israelíes contra las Naciones Unidas. La Unión Europea, Rusia, China, Estados Unidos, Francia, España y unos 40 países han condenado firmemente los crímenes contra las tropas de paz, pero el gobierno uruguayo, cuyo ejército nutre esta y otras misiones de paz y en cuya página web cita la Ley Marco de Defensa Nº 18.650 cuando afirma que la participación de tropas uruguayas representa “medidas de confianza mutua y la promoción de relaciones de cooperación y respeto entre los diferentes actores de la comunidad internacional, en consonancia con el derecho internacional”, por ahora mantiene un silencio cómplice. Si tenemos en cuenta que el gobierno uruguayo todavía no ha condenado la invasión del Líbano, país con el cual Uruguay tiene relaciones diplomáticas y hace unos días se negó a firmar una carta apoyada por 105 países en respaldo del secretario general de las Naciones Unidas, cuando fue declarado persona non grata por el gobierno israelí, podemos sospechar que estas tres omisiones no se deben a descuido o pereza sino a una decisión política que asume cierta complicidad con el país atacante.

(1) https://www.governo.it/it/articolo/conferenza-stampa-del-ministro-crosetto/26752
(2)Domani, 27 de octubre de 2022

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