Brasil inició consultas en la Organización Mundial del Comercio por los aranceles impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump contra la nación sudamericana que entraron en vigor el miércoles.
Trump ha vinculado directamente el arancel del 50% sobre muchos productos brasileños importados a la situación judicial de su aliado, el expresidente Jair Bolsonaro , quien actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario.
“Estados Unidos ha violado flagrantemente compromisos clave que el país acordó en la OMC, como el principio de nación más favorecida y los topes arancelarios negociados en esa organización”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil en un comunicado.
El principio de la nación más favorecida es una piedra angular de la OMC, con sede en Ginebra, cuyo objetivo es lograr que los países respeten los acuerdos comerciales. Este principio obliga a sus miembros a tratarse con igualdad en el comercio. Si no se llega a un acuerdo en las disputas entre sus miembros, se crean grupos especiales de la OMC.
“El gobierno de Brasil reitera su disponibilidad para la negociación y espera que estas consultas contribuyan a la solución del asunto”, afirmó la cancillería brasileña.
El gobierno de Estados Unidos no ha hecho comentarios sobre la medida de Brasil.
Anteriormente, un funcionario del gobierno brasileño declaró a The Associated Press que Brasil entiende que el caso podría prolongarse y que no hay garantía de éxito. El funcionario, quien no estaba autorizado a hablar públicamente del asunto, habló bajo condición de anonimato.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha dicho reiteradamente que el organismo comercial necesita una renovación para poder mediar en conflictos.
El gobierno brasileño estima que el 35,9% de los productos del país enviados al mercado estadounidense se han visto afectados. Esto representa aproximadamente el 4% de las exportaciones totales de Brasil.
Trump vinculó directamente el arancel del 50% a las importaciones de productos brasileños con la situación judicial de su aliado, el expresidente Jair Bolsonaro , quien actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario.
El mes pasado, se le ordenó a Bolsonaro usar un monitor electrónico en el tobillo y obedecer un toque de queda mientras se llevan a cabo los procedimientos. Lula aún no se ha pronunciado al respecto.
El martes, el líder izquierdista dijo que no llamaría a Trump para hablar de comercio «porque no quiere» hablar del tema. Lula dijo que, en cambio, podría «invitarlo a asistir a la COP (cumbre climática de noviembre) en Belém».
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