No solo estamos más lejos de la verdad ya que cuando hay guerra es lo primero que muere sino que estamos cada vez más lejos de la realidad.
La vemos como si estuviera desfilando arriba de un escenario en un show que nos conmueve pero al final de cuentas nos duerme, es anecdótica en el tiempo, una simple historia para contar sin ningún tipo de involucramiento. Si hay debate y complica nos abatimos en hipócritas y temeroso silencio.
¿Cuánto cuesta decir con nombre y apellido no al genocidio en Gaza del gobierno sionista de Benjamín Netanyahu, sumar fuerzas gubernamentales, sociales y humanas mundiales para poner freno a la masacre?.
Es difícil de entender que el gobierno actual del Uruguay, representante de una fuerza política anti-imperialista, una de las razones base de fundación, diga gre – gue para decir Gregorio. ¿Hasta cuándo?.
Si somos testigos ciegos de la peor historia mercantilista y humana del siglo XXI, el futuro no va a ser nuestro.
Está actitud que se muestra distante es un comportamiento típico nuestro en esta zona del hemisferio. Una zona apartada sin peso en las grandes decisiones políticas mundiales, donde las injusticias con extremas carencias y desigualdades son inversamente proporcionales a la capacidad de reacción y solución. Son globalmente nulas con una falta de perspectiva tremenda.
En América Latina se eligen la mayoría de veces pésimos gobernantes al estilo Jokers como Javier Milei. Líderes circunstanciales de almas legítimamente doloridas, resentidas y desquiciadas pero funcionales en la explotación humana del sistema y promotores del desmembramiento de la integración social con “soluciones” extremas o carentes de fundamentos prácticos para la construcción colectiva.
La situación política cada vez es más compleja. Transita entre el manoseo continuo de la democracia de gobiernos populistas y dictaduras como la Venezuela de Nicolás Maduro. La corrupción generalizada, la desinformación, el narcotráfico como estructurador social y político, las eternas desigualdades y concentraciones de poder, etc, avanzan, no se detienen. Así es el continente de América Latina. Cada vez agobia y sumerge más a su gente en el hambre, delito y miseria.
Tabaré Vázquez hace varios años decía en la ONU: «el mundo parece un manicomio dirigido por sus propios enfermos», yo diría “por sus propios miserables y desquiciados enfermos”.
Un primer mundo poniendo en jaque a la estabilidad y paz mundial dirigido por líderes del peor nivel filosófico de la extrema derecha como Donald Trump y Vladimir Putin. Son representantes de la xenofobia, homofobia, odio, menosprecio y denigración hacia las mujeres y liberales económicos. Es decir, representantes conservadores y fieles de cualquier opuesto a la construcción fraterna y democrática de la libertad individual y colectiva en cualquier rincón del planeta.
Los líderes de la OTAN son personajes improvisados que no dan la talla para ejercer el cargo y enfrentar a un líder totalmente preparado en todos los aspectos como Vladimir Putin. Lamentablemente, independientemente a cualquier costo, está convencido y decidido en su accionar. ¿Quién lo detiene?. Él y ningún ruso van a ser la cara de la derrota. Esta vez, no.
Quiero decirles a los que están vigorosos con el posible mundo multipolar o “alternativo” que vislumbran en China, Rusia e Irán; afirmo que estos países afianzados como potencias, marcando la agenda cultural y política mundial, son iguales o peores que Estados Unidos con su OTAN. Son gobiernos tipo zar, teocráticos o de partido único, donde la democracia, constitución republicana, derechos propios y/o ajenos a su población y las libertades son rubros que no existen.
Notarán que estamos hablando siempre de individuos con anhelo de concentración de poder, donde no representan el mundo humanista, paz y democracia, solo representan lo peor de la sociedad.
La visión del mundo es mucho más grande que ellos pero el poder del mundo ahora son ellos. Ese es el problema.
Sus diferencias no son filosóficas ni ideológicas, son por la lucha de territorio y mercados mundiales. En nuestros ojos, en sus acciones políticas, son “strippers” con poderosas bombas nucleares y desarrollo tecnológico avanzado.
¿El desarrollo tecnológico apuesta al desarrollo y/o progreso de la inteligencia y construcción humana, o solo a la eficacia mercantil de la empresas o al desarrollo militar sofisticado para el control general de los territorios y población?.
Mientras en este mundo, cada vez más retraído con conductas y creencias ancestrales filosóficas, alejado del humanismo, progreso humano y ciencia, convirtiendo al humano en meros espectadores del mundo o de nuestro propio continente, sobre un “escenario” de odio y anestesia con pop en mano, la vida pasa cada vez más encerrados, más deteriorados con menos salidas para actuales y futuras generaciones.
¿Cuándo las fuerzas de la libertad, igualdad y fraternidad van a reaccionar?.
Hay un mundo que quiere dejar de ver sus propios monstruos. Es solo sumar esfuerzos y ser consciente de ellos, sin escenarios, sin estupidez y sin fascismo en mano.
Si tenés por ejemplo una planta, regala, cuidala y mimala. Empecemos por eso, que nunca vamos a dejar de ser universo. Trascendamos este momento.
Imagen elaborada con IA Gemini.
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