“Materia pendiente”; Betsy DeVos la elegida para cambiar la educación norteamericana

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Quizás como nunca la frase “si me dices quien te acompaña, sabré el camino que eliges” está por cumplirse si uno observa el curriculum de quienes integran el gabinete de gobierno del nuevo presidente Donald Trump. Un sueño largamente deseado por los sectores más conservadores del Partido Republicano se está por cumplir, Trump privatizará la casi totalidad de la enseñanza de pública. Para facilitar la tarea ha nombrado como Secretaria de Educación a Betsy DeVos, multimillonaria ampliamente conocida por querer privatizar la educación pública. Un dato no menor según varios congresistas, es que en una reciente audiencia, evidenció ignorancia en casi todos los temas específicos de educación.

En la lógica de lo expresado como líneas estratégicas por Trump, este perfil de su secretaria de la cartera de Betsy DeVos 2Educación es relevante, ya que él reiteradamente ha dicho; “Voy a ser el mayor promotor del derecho de los padres a elegir la escuela a la cual concurrirán sus hijos. Quiero que cada uno de los niños de familias humildes que está hoy atrapado en una escuela que falla en proveer educación de calidad tenga la libertad – el derecho civil – de asistir a la escuela de su elección”.

La clave del proyecto de Trump y DeVos, es en una primera etapa incorporar, por medio de “vales” pagos por el Estado norteamericano, a gran parte de los aproximadamente 12 millones de niños en edad escolar en instituciones privadas.

El argumento que recibirán los padres, en su gran mayoría proveniente de los sectores pobres, es que ellos igual que los ricos por primera vez podrán elegir donde quieren que sus hijos estudien, independientemente del sector social al que pertenecen. Si esta iniciativa no tuviera detrás el gran “bocado” que se harán las instituciones privadas con fondos públicos (vouchers o Vales) sería casi una piadosa e incluyente iniciativa.

DeVos indicó, al aceptar el cargo, que “el estado actual de la educación no es aceptable. Juntos, podemos trabajar para llevar a cabo un cambio transformador que asegure que todos los estudiantes en EE.UU. tengan la oportunidad de alcanzar todo su potencial”. La nueva secretaria de 58 años, fue y es una férrea opositora de los sindicatos de profesores. En la actualidad dirige la American Federation for Children, un grupo que propugna la opción que permite a los padres utilizar fondos públicos para llevar a sus hijos a escuelas privadas, incluida las religiosas.

El lobby de los llamados «for profit» (colegios con fines de lucro) manejan con gran esperanza que la nueva administración anule la norma de «gainful employment». «Lamentablemente, en los últimos ocho años nos hemos tenido que concentrar en sobrevivir a un gobierno ideológico que se oponía a nuestra existencia. Esperemos que ya no tengamos que librar esta batalla», declaró Steve Gunderson, un ex representante republicano que es presidente a su vez del grupo Career Education Colleges and Universities. El gobierno de Obama entre otras disposiciones obligaba a los centros educativos con una situación financiera inestable, a hacerse cargo de los préstamos estudiantiles si el colegio iba a la quiebra. También la información disponible indica que el gobierno demócrata  controló de cerca estas instituciones educativas acusadas de fraude e impuso nuevas regulaciones orientadas a proteger a los estudiantes de abusos existentes. Las medidas se tornaron en algunos casos muy severas, provocando el cierre de la cadena de Institutos Técnicos ITT, después de que el gobierno nacional le prohibió matricular más estudiantes en el marco de sanciones por “asuntos académicos”. En ese contexto también el Apollo Education Group, propietario de la Universidad de Phoenix, advirtió  a sus inversionistas “que tal vez no sobreviviese a otro gobierno demócrata”

El ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, asesor de Trump en estos temas indicó en Dallas que las nuevas iniciativas en materia educativas «pueden generar 8,5 millones de empleos nuevos”, que es precisamente lo que ofreció Donald Trump durante su campaña electoral.

La educación en EE.UU. viene de  crisis en crisis desde hace varias décadas, existen los más diversos análisis y propuestas, pero aún ninguna administración ha logrado llevar adelante un proyecto exitoso. La fragmentación y diversidad de niveles pedagógicos que se manejan especialmente en las instituciones que ofrecen “programas acelerados, con horarios flexibles” tiene un gran impacto a la hora de ingresar al mercado de trabajo. La estrategia de Trump, también en el campo de la educación abre una gran incógnita.

Por Antonia Yánez
Informe en base a prensa y agencias internacionales.

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