Hacia el 4º Gobierno de Izquierda

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Estamos ante un momento histórico, tanto para el mundo, cuanto para el Uruguay. Mientras se abaten sobre el horizonte vientos que preanuncian tempestades, la certidumbre del hombre está, como siempre, volcada hacia la conquista de una libertad lograda junto al otro, en comunidad y en dignidad.

De ahí que este artículo tenga la pretensión (algunos podrían tildarla de petulancia) de ir más allá, y más hondo, de una apuesta electoral, para intentar vislumbrar, proyecto y actitudes mediante las     cuales profundizar de manera republicana y democrática, el ejercicio del poder en el Uruguay.

Para ello, no alcanza con soñar ni tampoco con trazar objetivos y metas. Antes, convengamos, es preciso mirarnos a nosotros mismos, como a los otros, en este presente efímero que tanto se convierte en pasado como alumbra amaneceres.

3º Gobierno: Gestión y Perspectivas
De manera algo imprecisa el primer año, pero mejorando claramente la gestión en diversas áreas sensibles, el Gobierno llega a su tercer año con metas claras en lo relativo a gestión y administración estratégica, bien como, Hector-Valle-desde hace un año, y ahora con mayor proyección, tiene una visión clara y definida, en materia geopolítica, lo que le lleva ahora a la concreción posible, ya en el corto y mediano plazo, merced a una geoestrategia que condice con la visión macro del Presidente, sin que la misma se aparte un ápice de la mejor tradición del Uruguay, sea en Derechos Humanos, sea en la libre determinación de los pueblos.

Ciertamente hay en la región y en lo internacional obstáculos no menores, a lo que el Gobierno ha sabido capear manteniendo firme el timón para alcanzar logros que ya las estadísticas avalan por sí mismas.

El hecho de que China haya informado que no firmará un tratado de libre comercio (TLC) bilateral, en tanto el Brasil no lo integre, en vez de ser tomado como un obstáculo por la Presidencia, fue recibido como un  desafío. Incluso, a sabiendas  que la Argentina, con lenguaje  más suave, dijo lo mismo. Es que la determinación de la Presidencia  en profundizar y ampliar nuestras relaciones con el mundo es tan sólida, que no la amilana ni tuerce su rumbo pese al deseo de cerrar  pinzas de  nuestros ciclópeos vecinos.

Por ello mismo, es claro que el mar está encrespado y no se puede, ni se debe, descansar en la custodia, e incluso en la mejora, de tales metas ya alcanzadas y otras que están en el horizonte cercano, casi a tiro de piedra.

Partido de Gobierno: Autocrítica
En este tercer año parece obvio el cuidado extremo en estar junto a la gente, con la gente, trayendo consigo, nos referimos a sus interlocutores políticos, ediles, diputados, senadores, funcionarios de particular confianza, etcétera. Para ellos, el deber primero consiste en la escucha atenta que permitirá, sea en grupos, sectores, movimientos o partidos, alcanzar una síntesis del clamor de la mujer y el hombre de a pie.

El Papa Francisco se refirió en entrevista reciente al diario ELPAIS, de Madrid, acerca de los anestesiados y los adormilados, que en nuestro caso representan, por un lado a los anestesiados por la mundanidad que ha colocado tapones de cera tupida en sus oídos y nublado su visión, en aras de alcanzar logros individuales y mezquinos, olvidando la tarea para la que fueron destinados.

En tanto que los adormilados, serían aquellos que sin llegar a tanto, se mecen en sus poltronas y viven en el micromundo de sus secretarías, también perdiendo de vista la razón que motivó ocuparan esos lugares de privilegio.

Despertar y atreverse a tiempo para darse cuenta que siempre es la hora de empezar, es el deber primero de toda mujer y de todo hombre con un mínimo de vergüenza y  vocación de servicio, así esta estuviera aletargada. Y así retomar la senda que nunca se debió dejar.

Oposición: Crítica
La oposición luego de dos años de tirar piedras y ensayar decenas de interpelaciones, ahora parece abocada a bajar aviones por un lado, según el pequeño vigía lombardo, o a buscar la quinta pata al gato, siempre, digámoslo, siendo coherentes en aquello de no saber presentar proyectos plausibles que merezcan un tratamiento global.

Pasa el tiempo y los ciudadanos no encuentran en este importante segmento político, su proyecto estratégico, que están en desacuerdo con el oficialismo, lo sabemos los ciudadanos, pero ¿Cuál es el proyecto país, de los partidos tradicionales. En la enseñanza, salud, seguridad social, relaciones internacionales, plan económico… no se percibe un proyecto estratégico global, en tanto su prédica consiste meramente en tirar piedras, desde la orilla del no compromiso…

Mientras esto sucede, en un sector de un Partido parece que su líder olvidó, o en su casa no se lo recordaron, que el principal enemigo es el enemigo interno. A la vocinglería del primero le hace contrapunto el silencio del otro.

En los otros 3 Partidos, uno lucha, comandado por el jinete sin cabeza y sin nombre, por ver si podrá mantener el triste porcentaje logrado, mientras los otros 2, luchan por acceder a la casilla de Pluto, robándose los huesos y hasta los juguetes de aquellos otros mastines viejos y algunos más no tan viejos.

Hacia el 4º Gobierno
Somos de la idea que al regreso del Presidente de sus viajes por Europa, acompañado no sólo de ministros sino también de por lo menos 70 empresarios, podría estar marcándose un nuevo mojón que alegre al pueblo por una esperanza tan cierta como renovada, mientras las jaurías aúllen su frustración e impotencia.

Un tema que ya que aparece como inevitable es la “campaña electoral desatada”; exige una definición. El gobierno debe evitar que ésta lo condicione. Aquí a los funcionarios les cabe el importante papel de no confundirse, y a la presidencia el de colocar los límites, pues resulta extraño proyectarse como candidateable y a la vez jugar en el presente el rol de gobernante.

Finalmente, en cuanto a quienes tienen intenciones de candidatearse, vaya una sugerencia: Un camino equivocado es pensar que  si los principales líderes no se presentan, otros sí lo serán.

La política, convengamos,  conlleva  confrontación de ideas, de estilos y de personas.

Recordemos, a modo de un único pero contundente ejemplo  que, en su tiempo, Tabaré Vázquez supo confrontar con el General Líber Seregni.

En la vida, y más en la política, sin confrontación no hay chance de triunfo.

El sendero es para los aguerridos, y también algo provocadores, pero nunca para los advenedizos.

 

Por: Héctor Valle
Historiador y geopolítico uruguayo

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