Corría el año 1950. “se resuelve amonestar al jugador Alfonso Lodeiro por jugar individualmente, realizando “moñas” en forma reiterada” asentaba en Actas el secretario del Club Nacional de Fútbol de Guichón.
En 1980 juega un partido la selección de Paysandú en el principal Estadio de la ciudad. Estaba haciendo un muy buen juego el volante Alfonso Lodeiro, hijo de aquel, cuando queda inmóvil en el césped en forma no acostumbrada dada su resistencia al juego brusco explicitada con un “no me duele cuando me pegan” en el seno familiar. Se conformaba un drama, pues tenía un pase acordado a Venezuela, para continuar una seguramente exitosa carrera, impensada para un deportista del interior en esa época. Nunca mas pudo jugar al fútbol debido a esa lesión, extendiendo a la familia el pesar por la oportunidad perdida de tener en su seno a una estrella.
Cuando su hijo Nicolás recién cumplía los doce, fue invitado por el Club Nacional- de Montevideo- a residir en su sede del Parque Central y formarse como futbolista en las inferiores del club.
Transcurridos los años, promediando el 2010, se concreta un pase record desde el Club Nacional de Futbol de Uruguay al Ayax de Holanda, del que recibe cinco millones dólares por la transferencia de Nicolás Lodeiro, que a los veinte años de edad con su deslumbrante juego, incluidas las moñas, es declarado el mejor jugador del año en Uruguay y le da a su padre, a la familia y también al pueblo, una revancha elaborada con genético talento.
Esta crónica verídica, vivida dentro de la familia, forma parte de la próxima publicación del libro “Cuentos de Pueblo”. El autor.
Arq. Luis Fabre
luisfabre@gmail.com
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