El vocablo tiende a quedar obsoleto pues la vida de los humanos cambió al influjo de sus propias acciones. El desarrollo tecnológico desde la primera era industrial despegó la supervivencia del esfuerzo físico para servirse de los recursos naturales; comestibles, para la protección física, la movilidad y la salud. La disminución del trabajo físico y aumento de la actividad mental promovido por el avance de las ciencias biológicas produjo un creciente alargamiento del ciclo vital.
El sistema de previsión acorde a las etapas de educación, actividad laboral y retiro por necesidades biológicas no se corresponde con las formas de vida actual de un porcentaje importante de la población mundial. En efecto, en las etapas de educación y capacitación, las habilidades aparecen a más temprana edad en las generaciones digitales. Las destrezas, al contrario que las específicas de antaño, son aplicables en diversidad de actividades diseminadas en los lugares del globo.
La condición de ciudadanos del mundo es cada vez más real. La educación permanente es una práctica habitual intercalada con actividad laboral y las innovaciones tecnológicas disminuyen y sustituyen puestos humanos en la automatizada producción postindustrial. Esto último eleva la edad en condiciones de trabajar. Esta movilidad conlleva la discontinuidad en especie, lugar y tiempos de actividad con la consecuente dificultad en la obtención de la historia laboral.
Aunque lo resumido es tangible y verificable, los Estados y gobiernos actuales corren de atrás con proposiciones y exhaustivas controversias sobre cómo viabilizar los sistemas previsionales creados para épocas ya perimidas sin proponerse…cambiar de Sistema. En el mejor de los casos, prevalece el status quo en tanto consideran que uno de los parámetros que lo ponen en crisis son las mejoras que se agregaron al mismo. Las medidas propuestas son pro cíclicas y alcanzan tímidamente a la nueva, compleja configuración de la sociedad sobre el planeta, merecedora de otro, también complejo pero adaptado a ella, nuevo sistema.
Un nuevo sistema debe estar basado en principios como la distribución de riqueza con una justa asignación de recursos. La solidaridad no es únicamente generacional, sino la que deviene de nuestra condición humana y de la riqueza generada por la sociedad toda…en toda su historia. Una concepción y consecuente abordaje universalista, obviamente humanista, propone desde hace mucho tiempo la implantación de una Renta Básica. A la argumentación desarrollada en anteriores artículos ahora sumo la idoneidad de este mecanismo para neutralizar los altibajos de las diversas, consecutivas y libérrimas manifestaciones vitales de los humanos en plena globalización. Para lo cual, congruentemente agrego, parece también llegada la hora de instalar la ciudadanía mundial.
Por Luis Fabre
La ONDA digital N.º 1028 (Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.
Otros artículos del mismo autor: