El gobierno ruso se la hizo bien a Estados Unidos, a la Unión Europea, a la ONU y a todo Occidente». Los líderes occidentales han demostrado total debilidad y absoluta falta de visión prospectiva.
Me imagino que puede pasar si hay una embestida china, yihadista o de alguna otra fuerza.
En el ámbito local nuestros expertos analizan el problema con criterios de la década del sesenta: la culpa la tiene «el comunismo soviético» o el «imperialismo yanqui». Eso ya fue.
A puro verso, todos opinamos, pero quienes están sufriendo la guerra son los soldados rusos, los soldados ucranianos y la población civil de Ucrania.
Los líderes occidentales no incluyeron la historia, cultura, estrategia, economía y geopolítica al examinar la crisis Rusia-Ucrania.
(# Acá en Uruguay tampoco lo hacen)
Se remiten al simplismo de las proclamas morales y el ¿remedio? de las sanciones económicas.
Desde el gobierno de Obama, Putin pudo apreciar la creciente debilidad de Estados Unidos en su papel de líder mundial, que ha llegado al colmo en esta instancia.
El gobierno ruso, una vez conquistada Ucrania, se volcará a reconquistar Asia Central, “patio trasero» de la URSS.
Rodeados por Rusia, China, Irán y Afganistán, encontramos los cinco países que componen Asia central: Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán y Tayikistán.
En 1904, el geógrafo Mackinder definió Asia Central como el «corazón del mundo” y dijo que quien domine ese territorio dominará el mundo.
Elaboró una teoría para comprobar qué potencia lo lograría. Desde el Imperio Ruso a la Alemania nazi, pasando hoy por el gigante chino, nadie ha conseguido cumplir esa profecía geopolítica.
Pero ahora, con sus acciones, Putin se aprovecha de la incompetencia de sus rivales y animará a otros agresores como China, a Irán, (el enemigo por antonomasia de Occidente) e incluso a los Talibán, deseosos de difundir la «Yihad».
Curiosamente, Afganistán no se menciona tanto como miembro de Asia Central, pero como «estado tapón» y corredor central de la región, siempre lo mantienen en reserva para asignarle algún papel geopolítico.
China, que ve en Afganistán el territorio patrio de la «Ruta de la Seda», ya le echó los ojos desde hace un par de años.
(Por allí saldrán al sur los recursos del Mar Caspio, codiciados por Rusia desde un siglo y medio atrás) Irán, deseoso de consolidar su dominio de tan apreciada región, también se verá entonado por la embestida rusa. (Lleva sobre si la tradición imperialista persa…y es potencia nuclear).
Los rusos conocen los vericuetos de la mente del hombre oriundo de Asia Central. Y desde el «Gran Juego» hecho frente a Gran Bretaña en el siglo XIX hasta el fracaso en Afganistán, aprendieron mucho. No así las demás potencias occidentales.
El gas natural está considerado como el combustible del futuro. Y en esas ignotas regiones abunda.
Por ende, se puede concluir que los tres sujetos estratégicos (China, Irán y Rusia) harán fuerza para, en forma coordinada, dominar tan importante región.
Y les importará tres pitos el sentido humanitario, la implantación de la democracia y la custodia de los derechos humanos.
Por la plata (y el gas natural) baila el mono.
Coronel (R) Tilio Coronel
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