CINE | Benedetti, 60 años con Luz: El amor como experiencia militante

Tiempo de lectura: 7 minutos

El apasionado romance entre el emblemático escritor Mario Benedetti y Luz López Alegre, que resistió los turbulentos avatares de la persecución política de la dictadura liberticida y de un prolongado exilio, constituye la materia temática del documental “Benedetti, 60 años con Luz”, del realizador compatriota Andrés Varela.

Este sensible filme atesora la peripecia vital de la pareja, que se conoció en la adolescencia y permaneció unida en matrimonio durante seis décadas ininterrumpidas, hasta la muerte de Luz, el 13 de abril de 2006. Tres años después, falleció el propio escritor.

Esta es la primera vez que el gran amor de Mario Benedetti asume un justificado protagonismo y queda registrada en la pantalla, luego de permanecer durante sesenta años en el cuasi anonimato y a la sombra del magistral poeta, novelista, narrador y ensayista, que fue una de las figuras más descollantes de la cultura vernácula.

Es que Luz López Alegre fue una persona muy importante en la vida y en la vasta obra de Benedetti. No en vano, el escritor le dedicó más de cuarenta libros de poemas, como tributo al amor y la devoción que profesaba por esta mujer de perfil bajo pero de singular valentía para seguir los pasos de su compañero de ruta.

Mediante numerosos testimonios, fotos y material audiovisual, Andrés Varela va reconstruyendo el itinerario compartido de estos dos seres humanos unidos por un sentimiento realmente inquebrantable, que transitaron juntos más de seis décadas de historia, de vicisitudes, de alegrías y tristezas, de nostalgias y dolorosos sentimientos de desarraigo en pleno exilio.

La obra, que es naturalmente biográfica, hurga en los territorios del pasado, con el propósito de reconstruir la historia familiar de Mario y de Luz, que se conocieron en sus años de adolescencia.

En ese contexto, el cine uruguayo recrea, por primera vez, la historia de esta mujer, que no fue únicamente una ama de casa como muchos suponen, sino una trabajadora y una persona inteligente y talentosa, que sintonizó perfectamente con la sensibilidad de su marido.

En ese contexto, el espectador puede descubrir los orígenes de Luz, que perteneció a una familia de sólida posición económica y social. Incluso, este documento fílmico establece que tenía varios familiares militares, lo cual pudo haber condicionado sus inclinaciones ideológicas y transformarla en una mujer conservadora.

Sin embargo, el mero hecho de enamorarse y unir su vida a la de Benedetti, corrobora que esto no fue así. En efecto, para acompañar al escritor –que en vida fue un hombre comprometido políticamente y con explícita ideología de izquierda- debió compartir sus ideas.

De lo contrario, no hubiera padecido los mismos problemas de su esposo durante el prolongado período autoritario, cuando su obra fue prohibida en nuestro país. Incluso, debió acompañarlo cuando este emigró a Buenos Aires, ante la advertencia de que si permanecía en su suelo natal terminaría encarcelado por opositor.

Esa circunstancia fue un trago amargo para el escritor y su compañera, quienes avizoraban un futuro complejo y un exilio inminente allende el Atlántico, ya que Argentina, también asolada por una dictadura genocida desde marzo de 1976, no era un sitio seguro para los opositores uruguayos de izquierda, quienes corrían riesgos de vida por las operaciones del denominado Plan Cóndor de coordinación represiva regional.

Al respecto, el ejemplo más concreto de esa amenaza que se cernía ominosamente sobre los exiliados de la otra margen del Río de la Plata, fueron los salvajes asesinatos de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, William Whitelaw y Rosario Barredo, quienes fueron acribillados en mayo de 1976.

Ese luctuoso suceso corroboró- en forma inequívoca- que Buenos Aires no era un refugio idóneo para los uruguayos opositores. En ese marco, la alternativa fue la Cuba revolucionaria, que era considerada como la segunda patria latinoamericana para Mario Benedetti.

En esa bloqueada y heroica isla, ejemplo de resistencia contra el imperialismo y foco que iluminó a los revolucionarios de todo el continente que soñaban con la consecución de la utopía del hombre nuevo, Benedetti tuvo una destacada actividad en Casa de las Américas, donde participó en calidad de jurado. En ese país vivió durante un año, antes de partir hacia España, donde se radicó durante su prolongado exilio.

El relato se nutre de la memoria histórica pero también de la memoria familiar. En ese contexto, Benedetti recuerda su infancia y particularmente sus estudios primarios en el Colegio Alemán, donde padeció los rigores de una férrea disciplina, que incluía hasta violencia física.

En una extensa entrevista con la prensa española, también evoca su ciclo secundario en un liceo público. No obstante, se confiesa como un autodidacta puro que se cultivó como pudo, pese a que debió trabajar a partir de los 14 años de edad para ayudar a su familia.

Este esclarecedor documental destaca particularmente el espíritu independiente y emancipado del futuro escritor, quien se marchó a trabajar a Buenos Aires cuando era aun muy joven y debió financiar, de su propio bolsillo, sus ocho primeros libros mediante créditos bancarios.

Pese a que dedicó casi toda su existencia a su trabajo literario, la vida de Benedetti no fue fácil, ya que, de niño, vivió durante un tiempo en la pobreza y en la tensión de un hogar de convivencia compleja, por el mal vínculo entre sus padres.

Por el contrario, Luz tuvo una infancia bastante más tranquila y sin apremios económicos e incluso fue educada por maestras particulares que concurrían a su casa.

Aunque sus realidades y sus orígenes fueron radicalmente diferentes y Luz venía incluso de una familia con ideas de derecha, sus destinos se cruzaron y se unieron en un camino común, que transitaron –superando obstáculos aparentemente insalvables- durante sesenta años.

En ese marco, el amor fue la fuerza motriz que los mantuvo unidos y los fusionó en una sociedad afectiva virtualmente perfecta. En buena medida, este romance de más de medio siglo, que enfrentó vicisitudes pero que resistió todo lo que fue menester, está perfectamente retratado en un poema de Benedetti que condensa esa simbiótica comunión física y espiritual: “Te quiero”. Los versos de esa hermosa y entrañable pieza poética que mixtura el amor con el romance y la felicidad pero también con la lucha y la militancia por la vida y la justicia social, son realmente elocuentes y bien representativos del itinerario existencial compartido entre Mario y Luz:

Tus manos son mi caricia
Mis acordes cotidiano
Te quiero porque tus manos
Trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
Mi amor, mi cómplice, y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos

Tus ojos son mi conjuro
Contra la mala jornada
Te quiero por tu mirada
Que mira y siembra futuro

Tu boca que es tuya y mía
Tu boca no se equivoca
Te quiero por que tu boca
Sabe gritar rebeldía

Si te quiero es porque sos
Mi amor mi cómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos

Y por tu rostro sincero
Y tu paso vagabundo
Y tu llanto por el mundo
Porque sos pueblo te quiero

Y porque amor no es aurora
Ni cándida moraleja
Y porque somos pareja
Que sabe que no está sola

Te quiero en mi paraíso
Es decir, que en mi país
La gente vive feliz
Aunque no tenga permiso

Si te quiero es por que sos
Mi amor, mi cómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos

El texto, que está contenido en el libro “Poemas de otros” (1974), fue  musicalizado por Alberto Favero y grabado por Nacha Guevara en 1976. En este caso, el arreglo musical es de Sergio Navatta y la dirección musical de Bruno Genta, junto a la Orquesta Filarmónica de Montevideo.

La apelación a este poema confirma que el amor de Mario y Luz también fue un ejercicio de activa militancia, por la vida, por la dignidad y los valores universales que exceden a la mera lógica racional y se internan en el territorio de lo emocional.

De Montevideo a Buenos Aires, luego a Cuba y ulteriormente a España, el matrimonio Benedetti fue construyendo una suerte de oasis de amor en medio de la turbulenta tormenta de un tiempo histórico caracterizado por el conflicto, la polarización ideológica y la violencia fratricida y genocida de las dictaduras de nuestra flagelada Latinoamérica instaladas por el imperialismo norteamericano, en el marco de la bipolar pulseada de la Guerra Fría.

Todo ello y mucho más influyó sobre el compromiso de Mario Benedetti, que se sintió prematuramente seducido por la revolución cubana y por el avance de la izquierda vernácula, con la cual se involucró en 1971, como cofundador del Movimiento 26 de Marzo Independientes, uno de los sectores más radicales del flamantemente fundado Frente Amplio.

En tal sentido, este film biográfico abunda en imágenes de multitudinarias concentraciones en La Habana, encuentros con Fidel Castro, del primer acto de masas de la coalición de izquierda en la explanada Municipal en 1971 y fragmentos de discursos de Líber Seregni, Zelmar Michelini, entre otros referentes del FA. Obviamente, no faltan secuencias de represión callejera, perpetrados por los gobiernos autoritarios de la región.

Tan valiosos como esos documentos fílmicos son los testimonios de figuras referentes de la cultura y la política uruguaya y también de artistas extranjeros, como la biógrafa uruguaya Hortensia Campanella, el ex guerrillero y dramaturgo Mauricio Rosencof, el ex presidente y ex guerrillero tupamaro José Mujica, el escritor y agente literario Guillermo Schavelzon, el poeta Rafael Courtorsie, el cantautor catalán Joan Manuel Serrat, la emblemática artista argentina Nacha Guevara, la actriz argentina Ana María Picchio. los cantautores cubanos Pablo Milanés Silvio Rodríguez y la mítica cantautora uruguaya Diane Denoir. Todos ellos tuvieron un fuerte vínculo con Mario Benedetti y aun lo veneran con cariño y respeto.

Otro apunte interesante y no menos oportuno es la explícita referencia a la adaptación cinematográfica de la novela “La tregua”, uno de los más resonantes éxitos editoriales de la producción benedettiana y un libro de culto para quienes nos sentimos sus admiradores. Esta película argentina, que data de  1974, fue dirigida por Sergio Renán y está protagonizada por un reparto de lujo, integrado, entre otros, por Héctor Alterio, Luis Brandoni, Ana María Picchio, Norma Aleandro, Walter Vidarte y Oscar Martínez.

La novela, publicada originalmente en 1960, más allá de su temática romántica, es un auténtico retrato del Uruguay de comienzos de la década del sesenta, en el primer tramo de la crisis terminal del Estado de Bienestar del segundo batllismo que devino en una aguda polarización ideológica, en la represión estatal y ulteriormente en la dictadura liberticida, que persiguió a Benedetti y censuró su obra.

Una de las mayores virtudes de esta película consiste en minimizar el drama de Mario Benedetti, cuando su amada esposa Luz contrajo demencia senil y, poco antes de su muerte, ya ni siquiera lo reconocía. Este tramo de la historia, que es breve, está representado con una encomiable sobriedad.

“Benedetti. 60 años con Luz” es un testimonio de visionado realmente ineludible para los admiradores de la obra del autor isabelino, que enfatiza en su literatura pero también en su compromiso político y, particularmente en el entrañable amor que lo unió a Luz durante seis décadas de vivencias compartidas.

Para mí, en lo personal, apreciar este encomiable trabajo artístico fue una experiencia realmente emotiva, ya que conocí por mi trabajo periodístico a Mario y lo entrevisté en dos oportunidades, que recuerdo, con cariño, respeto y admiración por el venerable autor.

FICHA TÉCNICA

Benedetti, 60 años con luz. Uruguay 2022. Dirección: Andrés Varela. Producción: Andrés Varela, Producción: Coral Cine. Reparto: Mario Benedetti, Luz López, Diane Denoir, Hortensia Campanella, Mauricio Rosencof, José Mujica, Guillermo Schavelzon, Rafael Courtoisie, Joan Manuel Serrat, Nacha Guevara, Ana María Picchio, Pablo Milanés y Silvio Rodríguez.

Dirección: Andrés Varela

BENEDETTI, 60 AÑOS CON LUZ
Duración: 74 minutos

 

Por Hugo Acevedo
Periodista y crítico de cine

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.