La teoría del péndulo

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– La teoría del péndulo

Las nuevas tecnologías

Los imperios humanos de la antigüedad se imponían por la fuerza de las armas, los actuales agregaron el uso y abuso de las tecnologías de comunicación y propaganda. El equilibrio es el resultado de  oscilaciones que se compensan. Cuando se exceden, debe esperarse que también lo hagan en el otro sentido. Parece que tan simple y natural mecanismo no sea comprendido por los colectivos humanos cuyas diferencias se quieren terminar por fuerza  y el engaño. En el caso de seres con inteligencia, la única forma de esto lograr es convenciendo. De lo contrario” vencerán, pero no convencerán”. Las instituciones democráticas en todos los niveles de participación son la mejor expresión de la sociedad al respecto.

El planeta intercomunicado

El  modelo de dominación que abarca todo  el planeta  tiene, sin embargo, incorporado el antídoto en la justificada participación ciudadana de ellas mismas. Puesto que es más difícil distinguir una fuente confiable que el cañón de un fusil, seguimos sosteniendo que tanto individual como colectivamente, usar el cerebro cargado de educación, es la mejor defensa. Como extensión del artículo anterior, para contrarrestar la saturación de nuestra condición de receptor, “cuestionar” el bombardeo constante plagado de noticias falsas por emisores del mismo tenor hasta expertos que no son tales. Y en la contraofensiva  incorporar   nuestros  valores de honestidad, empatía y  solidaridad con ciudadanos de la sociedad  globalizada. Así, en el peor de los casos, perder alguna vez no será un drama, sino una experiencia más de aprendizaje incorporada a la “autopiesis” (1). En resumen; un modo de vida inteligente que favorezca a las mayorías. Y en especial, a nuestros más cercanos afectos.

  1. Poiesis: actividad productora y creadora de humanidad.

 

 

– La degradación del trabajo humano

La responsabilidad laboral se ha degradado en muchos protagonistas. La hipecomunicacion globalizada valora más el decir que el hacer. Muchos  lo percibíamos hace pocos años con el ascenso de los legos al conocimiento técnico. Hoy los autodenominados “expertos” e “influencers” exponen desde el cuasi anonimato  induciendo las conductas de las mayorías, usando las Redes para bien…o para mal. Nos dan clases sobre temas delicados sin certificar su docencia por instituciones idóneas sino por la cantidad de seguidores que les dan valor. Y esto, que compite con los verdaderos profesionales pasa  desapercibido, se naturaliza. De esa forma, toda la sociedad sobre el planeta ha llegado a la saturación de memes, videos , noticias falsas, promociones comerciales y conocimientos, la mayoría sin refrendar.

Qué hacer

La resistencia posible al verlos y escucharlos consiste,  según Poper (1) , en que “todo en lugar de ser ratificado, debe ser sujeto a refutación , cuestionado en la experiencia”. Procurando así disminuir la incertidumbre que provocan las contradicciones y dudas en el receptor,  derivando lo recibido por la vista y el oído a nuestro sentido más confiable; el cerebro.

De la experiencia propia

He sido usuario profesional de tecnologías y no reniego de todas ellas. Pero sí de su utilización en favor de intereses  con dudosos beneficios para los destinatarios de servicios. Esta visible pandemia comunicacional abarca a todas las generaciones con universal diagnóstico de adicción. En lo que me concierne,  hacer para neutralizarla, volviendo al comienzo; asumo responsabilidad.   

(1)Arq. Luis Fabre Relaciones Profesionales. Educación Permanente.pg.17.ed.Udelar.2010  

 

 

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