El primero de junio, tendremos la preselección de candidatos a presidente. Quedarán los cinco que finalmente irán por la banda presidencial. Salvo la interna blanca, las otras están definidas. Como frenteamplista iré a votar con un suspiro nostálgico pero con ganas. Aquella definición originaria del FA, candidatos comunes, un solo programa era infinitamente más clara y simple.
No cabe duda que la explosión democrática post dictadura trajo consigo infinidad de singularidades que sin bien no son nuevas, sí aportaron otras miradas necesarias. Se incorporaron a la política términos como diversidad, género, inequidad, medio ambiente, inseguridad, palabras que dieron nombres a nuevas realidades políticas y a nuevas agendas.
Los que somos de izquierda, cuando Alfredo Traversoni, historiador colorado y batllista, incorporó a el análisis de la historia Nacional, los factores económicos como preponderantes para explicar los hechos y justificarlos, vimos cercanías con los primeros historiadores marxistas en nuestro país, que también como novedoso para la época, empezaban a estudiar y escribir nuestra historia desde “las bases materiales “como así se definían.
Lucía Salas de Turón, Julio Rodriguez y Luis de la Torre conformaron un equipo de historiadores que analizaron el período artiguista desde esa óptica, rompiendo también la tradición blanca – colorada de escribir la historia. Mucha agua bajo el puente ha corrido y hoy, la realidad económica es analizada de manera singular.
Sugestivamente los candidatos de la derecha (¡ups!, mera coincidencia, blancos y colorados) vuelven atrás en el tiempo analizando críticamente la gestión del FA, desde muchas áreas, enfatizan las insuficiencias y problemas, pero omiten cualquier crítica de fondo al modelo económico. Es más, hace poco días pude ver al candidato Amorín (colorado) reivindicaba para su partido en gestiones anteriores, las iniciativas que llevó adelante el FA en materia económica. La política económica impulsada y el énfasis en la jerarquización de lo social fueron pilares distintivos de los dos gobiernos y diferencia sustancial con las políticas que acostumbrábamos. Me parece que por allí está, un poco escondida esa terca recurrencia de las encuestas de seguir dándole al FA, una mayoría clara.
Enfatizo esto porque el intento sumatorio de los adversarios del FA, busca a través de la unidad de apuro, alcanzar porcentajes para diputarnos el gobierno con cierta seriedad. En mi opinión su gran objetivo es quitarnos las mayorías parlamentarias, objetivo máximo al que pueden aspirar con alguna expectativa.
Dicho esto y aún en la certeza que será Tabaré nuestro candidato en esta nueva realidad de andar eligiendo, voy a votar a Constanza Moreira. En mi entorno y amistades soy franca minoría. Pesan también para nosotros nuestras tradiciones y Tabaré sin dudas es una de ellas, no solo por nombre sino por gestión. Ahora bien, el viejo Artigas, que por supuesto lo imagino frenteamplista en aquello de “mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana” dejaba como legado el principio de soberanía en el pueblo como voluntad suprema. Desde ese lugar los frenteamplistas tenemos algo que decir. Constanza ha levantado énfasis programáticos con los que acuerdo y creo que poniéndole un caudal fuerte de votos ayudaremos a que estén presentes. Además estimular los procesos nuevos y los recambios creo que nos hará más que bien. Estoy grande y quisquilloso así que por supuesto, le encuentro a mi candidata varios peros y algunos matices con los tonos de sus dichos.
En lo sustancial quiero renovación generacional, bajo ningún concepto me parece sano que nuestros candidatos, casi por norma, tengan más de 70 años. Definitivamente no. Creo que la presencia de la mujer en lugares de gestión y decisión ha sido una característica positiva y por ello que tengamos candidata a la presidencia es un símbolo y síntesis de esa tendencia.
Acuerdo con Constanza en temas tales como reducción de las FFAA e inmediato retiro de nuestras tropas en Haití. La apuesta al Mercosur, como tendencia natural de acuerdo, más allá de matices coyunturales que nos compliquen con Argentina. No hay en nuestra historia antecedente más importante de unidad sudamericana en la que hayamos participado y que tenga durabilidad e institucionalización. Los bloques regionales han tenido fuertísimas presencias en la defensa de los procesos democráticos. Finalmente destaco la aparición de un colectivo que representa expresiones del FA que reivindica la presencia de jóvenes y lo logra.
También volví a visitar y ver Comités de Base abiertos y llenos de gente. Por todo esto creo que la candidatura de Constanza Moreira le hace bien al Frente Amplio. Seguro que la fortaleza de su mensaje estará cuantificada por los votos que logremos y será un componente indispensable a tener en cuenta en nuestra fuerza política.
Por Walter Martinez Pisani
Dibujante y publicista
La ONDA digital Nº 673
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