La nueva estrella del buchoneo es el señor filtraciones. A poco de elaborado un documento de trabajo de la Comisión de Programa del Frente Amplio sobre la próxima rendición de cuentas, el diario EL PAIS, publica una crónica sobre el mismo.
Esta nota claramente no cumple con el objetivo de informar sino más bien pretende condicionar a los lectores. Transformó una discusión política de sectores (con lo que implica de democrático incluido) en una oscura decisión donde los buenos orientales se verán despojados de la devolución de los excedentes por pago anticipado del Fonasa.
Es cierto que cuando nos tocan o nos anuncian que nos van a tocar el bolsillo tendemos a ponernos suspicaces, pero creo que si de impuestos se trata, un simple recorrido por la evolución histórica del IVA desde aquellos lejanos tiempos donde éste impuesto era del dieciocho por ciento a hoy, nunca, y digo nunca, hasta el gobierno del FA, se bajó ni una décima.
Por supuesto habrá que apelar a memoriosa/os o a Google para recordar aquellos tiempos.
Gobiernos blancos, colorados y la dictadura, democratizaron sin asco la recaudación y por supuesto a la hora de establecer las cargas impositivas bien poco que se consultaba.
Lo primero que digo es que el gobierno consulte a su fuerza política es un gesto político de marcado tinte democrático, Que interactúen gobierno, fuerza política y bancada parlamentaria en el proceso de discusión no es un hecho menor. Que además, el Frente Amplio discuta colectivamente ensancha la base de participación, es sabido que justamente se le achaca como demérito político los muchos grupos y sectores que lo componen.
Sin embargo distintos sectores discutieron antes y llegaron a la comisión de programa, con observaciones, objeciones y propuestas. Como fuerza de izquierda, fue consecuente en el énfasis, a pesar de las circunstancias adversas, de las políticas sociales, del novel Sistema de Cuidados, de Educación, Salud y Vivienda.
Como si fuera un detalle, el “no me toquen el bolsillo” privó en las conclusiones del matutino el Pais. ¡Cuando no! apareció el famoso “es ilegal”. No puedo menos que recordar el recurso de inconstitucionalidad al que apelaron los rurales cuando el impuesto a la caminería quería restarles un uno por ciento para mejorar los caminos que ese sector usa y destruye. Rápidamente apelaron al estado de derecho para defender sus intereses.
Por si fueran pocos los olvidos del matutino en su crónica informativa, obvió “toda” pero “toda” la primera parte, donde se plantean énfasis en los distintos rubros donde los distintos sectores del FA, aportan sus énfasis presupuestales. Para tranquilidad de todos los votantes del FA, estos contemplan los aspectos programáticos de la fuerza política y a la hora de proponer algunas ideas sobre de donde sacar fondos, no es justamente la retención del Fonasa, el primer lugar sugerido.
Entre tanta omisión, no menciona que el sector que lidera la presidenta de la Comisión de Programa, Constanza Moreira ha hecho de la reforma de la caja militar una bandera permanente, donde un déficit faraónico complica año a año las arcas del Estado…vaya si la complica y no es por el dinero que va a las jubilaciones de los soldados precisamente, sino más bien a las jubilaciones de la oficialidad. Sin embargo el famoso matutino, no lo incluye en su crónica
Desde mi lugar de frenteamplista, defiendo los contenidos más que las formas. Está claro que el presidente de la República deberá recibir con prontitud las conclusiones de la fuerza política, pero si la derecha política obtiene por filtraciones información y la usa de manera capciosa, creo que se impone una respuesta clara y de contraposición política.
Me parece que los sectores que hicieron propuestas con énfasis impositivos deben salir a defender argumentando sus posturas. La contraposición de intereses debe quedar supeditada a la “pública felicidad”.
El gobierno ha abierto una ventana a la discusión y al intercambio sobre el presupuesto, el Frente Amplio, fuerza política ha asumido sus rol y compromiso con sus votantes y bajo ninguna lectura posible los sectores populares han sido castigados, se busca aún en la austeridad recesiva que el peso del funcionamiento del estado no recaiga sobre los más débiles.
Finalmente cabría preguntarse el rol que juega el Estado, ¿cuánto le debemos a la existencia misma del país, su dimensión? Tenemos cercanos ejemplos donde las miradas “empresariales” de gobernar trasladan a los sectores populares el “equilibrar las cuentas” y las tarifas no crecen en diez por ciento, ni los indicadores de desocupación permanecen en un dígito. Argentina es un vivo ejemplo de cómo gobierna la derecha y quien paga cuando se trata de ajustar.
No necesitamos escondernos detrás de una pretendida discreción cuando la misma es violada, de manera artera. Tenemos argumentos intelectuales, políticos y humanos para defender los contenidos que la comisión de Programa del FA elaboró. Por otra parte ni siquiera fue la decisión de la fuerza política sino un documento para la discusión. Nadie en el Uruguay podrá desconocer el contenido democrático y humano del sistema nacional de cuidados, a quienes favorecerá, lo innovador en el camino de profundizar derechos y resolver inequidades.
No me parece inteligente negarle a la sociedad el derecho a formarse opinión sobre lo que discutimos. No es inteligente regalarle a los medios de comunicación de derecha el condicionar a la opinión pública.
¡¿Hicieron trampa?! Pues bien devolvámosle con política sus planteos capciosos. No es verdad que un traidor valga más que mil valientes.
El centro de la discusión es que rendición de cuenta tendremos, donde se van a colocar los énfasis y no si el señor filtraciones es malo, claro que es malo, porque como antes el señor fuentes, alimenta a los mismos sectores, le da información a quienes están en las antípodas de los sectores populares.
Por Walter Martinez
Columnista uruguayo
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