La cola de la raposa

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El dicho lo aprendí en la frontera y por eso al zorro le mantengo la denominación de “raposa”. Que también existe en el español.

La historia dice que, cuando la raposa se ve acosada muy de cerca por la jauría de perros que la persiguen, para ganar un par de trancos despliega la cola que mantenía arrollada y la tuerce en dirección contraria a la que hará su cuerpo.

La jauría, enconada en la persecución y afanosa por culminarla se precipita tras la cola en tanto la raposa, al precio de perder pelos de ella, gana espacio girando en otra dirección.

Nunca lo comprobé pero, me viene bien para volver al sucio asunto de Colonia.

Todos, absolutamente todos, guiados por los medios que fijaron su atención en los detalles escabrosos del intercambio propuesto de cargo por sexo, “se fueron tras la cola de la raposa” olvidando que el centro está en otro lado.

En nuestro país la prostitución es legal, está reglamentada y nadie se mete en con la vida de quien paga y quien vende. El oficio más viejo del mundo podrá gustar más o menos pero, no es delito.

Con libreta de prostitución o sin ella. Profesionales y amateurs venden sexo explícita o implícitamente sin que eso llegue a la Justicia.

Puede ser una falta el amateurismo y es un delito gravísimo la explotación por terceros.

Más aún si es forzado o utilizando menores.

Punto.

Lo que una pareja haga en materia sexual es cuestión de ellos. Únicamente de ellos.

Si filman, graban o difunden lo hecho es asqueroso y si una parte lo utiliza para chantajear lo es mucho más.

Pero, continuamos en la órbita de lo no punible como cuestión sexual.

Si, como delito de chantaje o de pago con bienes que no son propios.

Cuestión que podría considerarse como probado – por lo menos en grado de tentativa – en el asunto Colonia.

De cualquier manera, la Justicia se verá en dificultades ya que el o los triángulos involucrados serán mañosos a la hora de declarar.

Todo este asunto es, lo que yo considero: “La cola de la raposa”.

El zorro, entretanto, escurrió el bulto.

De  todo lo sucio, indelicado y repudiable de lo que se hizo público muy pocos centraron su atención en el hecho de que el Intendente de Colonia viene manejando alrededor de seis mil pasantías.

Lo que equivale a decir que ha tenido en sus manos la necesidad de seis mil personas por lo menos.

A este le doy seis meses y no le renuevo. A aquel que me pidió “calurosamente” fulanita le renuevo. A este otro infelíz que me carpe el jardín lo mantengo.

No son seis mil pasantías sino seis mil vidas pendientes de si te dan trabajo o no.

El Poder Político juega con la necesidad de la gente.

Es histórico, cuando el Cabildo de Montevideo salió a “convencer” a los restantes cabildos de la Banda Oriental para que cesaran la resistencia y se sometieran a la Corona de Portugal lo hizo exhibiendo el “Compromiso” que habían logrado con Lecor.

Se aseguraba que nos mantendríamos en la religión Católica; que mantendríamos el español como idioma y que regirían las viejas leyes. A lo cual se agregaba como punto especialmente destacado el que “los empleos” serían otorgados a locales.

“Los empleos” que ya en 1810 habían sido uno de los reclamos más importantes de las grandes familias que sufrían porque la Corona Española prefería a los peninsulares, volvían a ser tema de especial consideración.

¡Siempre lo fueron!

Los empleos, la propiedad de los campos y los contratos con el gobierno. En realidad, las cosas no han cambiado demasiado.

Nuestra tierra fue “purpurea” por las guerras civiles y luego de la más larga de ellas se llegó a una forma de institucionalizar el reparto del Poder y de “los empleos”

Al acordar la Paz de Abril del 72 (la que motivó el levantamiento de la Columna que hoy llamamos “De la Libertad” pero que originalmente celebraba esa Paz) Timoteo Aparicio aseguró departamentos para su Partido.

Departamentos y sus empleos.

La Coparticipación primero fue repartiendo Jefaturas para luego perfeccionarse con el 3 y 2. El que ganaba llevaba tres cargos y repartía tres empleos por cada dos que le tocaban al que llegaba segundo.

Como todo en torno al Poder, poco a poco el sistema de reparto proporcional a los votos de los dos grandes partidos, el sistema se fue corrompiendo.

Pasó de ser 3 y 2 para los cargos necesarios a ser la necesidad de crear cinco cargos para que la cuenta diera.

.Por muchos años el sistema “dio cierto” y se aplicó hasta en las Fuerzas Armadas; los cargos supremos del Poder Judicial y la adjudicación de canales y ondas.

Cierto, en los años dorados de la Industrialización del País repartía chirolas; un textil de Alpargatas ganaba el doble que un municipal.

Pero, cuando dicha política quebró, el “empleo público” sería escaso de sueldo pero: ¡seguro!

En determinado momento todo se repartía aun a costa de crear cargos innecesarios.

Quedaban, sin embargo, algunos oasis.

La enseñanza cuya Autonomía consagró la Constitución del 51 pero que, en el caso de la Universidad, recién logró su Ley orgánica en el 58.

Secundaria motivó luchas que llegaron al Pachecato que la intervino.

Dentro de todo este cada vez más remendado sistema de reparto proporcional, los políticos se reservaron un botín secreto: los gobiernos departamentales.

Fueron y en casos como el de Colonia son feudo de libre disponibilidad de los intendentes que han utilizado, y en muchos lugares siguen utilizando el nombramiento directo y la contratación a término como herramienta política.

¿Cómo puede ser que en Colonia se manejaran seis mil “pasantías”?

¿Quiénes eran los “pasantes”? ¿Jóvenes para que con la pasantía obtuviesen un primer antecedente laboral?

¡Nada de eso! El nombre de “pasante” encubría y encubre el que se paga menos salario y la corrupción de comprar votos,

Comprar conciencias. Comprar libertad y poner la administración al servicio del Intendente que da y quita trabajo.

¿Quién controlaba ese manejo? Se supone que los legislativos departamentales pero, los de la mayoría callan y los de la minoría…¡habría que ver!

Estoy seguro que ningún Edil frenteamplista cambió cargos por votos. Lo que no tengo tan seguro es si todos advirtieron el enjuague y si lo denunciaron.

Menos seguro estoy  que centralmente del Frente haya tenido una política permanente de combate y denuncia.

¡Teniendo medios de presión para obstaculizarlo!

Hay gobiernos departamentales que únicamente pagan su presupuesto gracias a la ayuda central.

¡Pero no controlamos!

No denunciamos esta corrupción que es comprar conciencias.

¡Ni combatimos!

¿Es corrupto comprar sexo con cargos?

¡Seguro que lo es! Corrupto y sucio.

¡Tanto o más corrupto es comprar conciencias!

Las pasantías han sido el disfraz para el viejo juego de comprar votos con cargos y si bien el Frente Amplio no lo ha hecho, no ha prestado atención a esa corruptela.

¿Sabemos cuántos “pasantes”; zafrales; eventuales o como se les llame hay en cada Intendencia?

¿Y si hay o no “rotación”?

Si lo sabemos y no hemos dicho nada somos, por lo menos, cómplices por omisión.

Y si no lo sabemos…¡qué, caracho, hemos estado haciendo!

Me dice muchas cosas el mapa del resultado de la primera vuelta electoral.

Entre ellas, me dice que el sistema funciona y que los beneficiados son “victimas” que se consideran afortunadas. Porque el trabajo escasea.

Quien “liga” festeja y se calla para seguir prendido y quien aspira, también calla esperando que le tiren un hueso.

Me ha preocupado y me preocupa este Frente que fue, poco a poco, acomodando el cuerpo a un andar en el cual todos parecíamos estar encantados con la convivencia democrática en la cual la Oposición nos apedreaba el rancho y nosotros aguantábamos mansos.

¡Tan contentos de llevarnos bien en el Congreso de Intendentes!

En el cual nos tratábamos amigablemente los que NO comprábamos votos con los que SI lo hacían.

No todo es ser macanudo y amigable.

¡Lo que está mal, está mal! Y el silencio convalida.

Es posible que algunos piensen que debería haber ocupado este espacio para arengar a frentistas y no frentistas.

A advertirles de la que se nos viene.

En realidad, lo estoy haciendo.  Advertir que hay nidos de podredumbre y de explotación de la gente a cambio de empleos más o menos precarios es llamar la atención acerca de cuestiones que son ajenas al Frente pero no a “la Oposición”

Da rabia que en los documentos que hacen públicos como base a su anunciado “Compromiso con el país”- al cual yo llamo el “Acuerdo de la Bolsa de Gatos” – en el que proclamen que combatirán “la corrupción”.

¡”Sepulcros blanqueados”!

Por Eduardo Plantero
2/11/2019

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