¡Treinta pesos!

Tiempo de lectura: 7 minutos

Es lo que pago por mes como afiliado al Frente Amplio.

Me afilié, en realidad, me re afilié al Frente tan pronto recuperé mi libertad en marzo del año 84. Vivíamos entonces en el Complejo “Millán y Lecoq” y en ese momento la barriada era un lujo. “Los Melli” mis vecinos de la Planta Baja, de alrededor de cinco o seis años, se empeñaban en enseñarme los “pasos de murguista” porque ese era su sueño.

Las murgas decían cantando lo que aún no se podía decir en actos.

Juanita, la vecina de la entrada de junto, matriarca de todo el bloque, me vio con la cabeza rapada y en un día me tejió una gorra que todavía tengo.

La conservo con respeto ceremonial y únicamente la utilizo (la utilizaba) cuando concurría al cine o algún evento cerrado. Es tan flexible que ni abulta en el bolsillo.

El Frente estaba saliendo de la clandestinidad y nos afiliamos con Julio Quinteros al Comité del Barrio.

Antes, en una desordenada y entusiasta Asamblea del Complejo, Julio, con su ronca voz de portuario apabullo a “La Momia” un temido comisario que asistía con cara de malo desde un costado.

Solo; instintivamente la gente le dejaba un vacío de dos metros a cada costado.

Bueno, con el discurso del “Cabezón” el hombre se dio vuelta y se fue.

Cuando nos mudamos, me afilié al Palermo y finalmente al Funcional de municipales.

En aquellos años treinta pesos era plata y la cuota era razonable. ¡Nunca más me fijé! Le seguí pagando a la compañera Anabella, de quien era vecino en Palermo; antes que el Frente Amplio salvara al Banco Hipotecario y me quitara el apartamento.

¡Por suerte!…Ese apartamento me comió la vida.

Viene cada cuatro o cinco meses y le pago otros tantos adelantados, tomamos un café, charlamos y nos despedimos hasta la próxima.

Cuando tiene algún material me lo deja. Pero, es con poca frecuencia y de menos peso. ¡No tiene demasiado que decirnos la Dirección política!

Ni había puesto atención al ridículo monto que estoy pagando y se ve que en el Frente nadie se ocupa demasiado en revisar los ingresos por afiliación.

Ahora, me entero por “El País” de que el Frente tiene apremios económicos.

¡Está endeudado! ¡Me entero por “El País!

Como si fuese una “empresa” de otro tipo acude al remedio peor: reducir gastos.

No creo que ninguna empresa en dificultades se salve reduciendo gastos. Aquel que no piensa en crecer es una especie de suicida demorado.

Como si fuese una “empresa” de otro tipo acude al remedio peor: reducir gastos. No creo que ninguna empresa en dificultades se salve reduciendo gastos. Aquel que no piensa en crecer es una especie de suicida demorado.
Reduciendo, reduciendo terminará por apagarse como una vela consumida. ¡Menos que menos un movimiento político! Se supone que los movimientos y partidos políticos tienen “vocación de poder” y su aspiración tiene que ser el crecimiento. El abarcar un número creciente de partidarios que, a su vez, tengan un grado mayor de compromiso e involucramiento. ¡Vamos! ¿A quién pensamos convencer de que somos una alternativa de gobierno achicándonos? ¡Jorobar, si hasta da vergüenza enterarse que los planes pasan por achicarse!

Reduciendo, reduciendo terminará por apagarse como una vela consumida.

¡Menos que menos un movimiento político!

Se supone que los movimientos y partidos políticos tienen “vocación de poder” y su aspiración tiene que ser el crecimiento. El abarcar un número creciente de partidarios que, a su vez, tengan un grado mayor de compromiso e involucramiento.

¡Vamos! ¿A quién pensamos convencer de que somos una alternativa de gobierno achicándonos?

¡Jorobar, si hasta da vergüenza enterarse que los planes pasan por achicarse!

¿Cómo puede ser que en 36 años nadie, absolutamente nadie en Finanzas del Frente se haya fijado en lo ridículo de mi contribución mensual?

Treinta pesos…¡treinta miserables pesos que no deben dar ni siquiera para el gasto de cobrarlos!

Y nadie me hizo un planteo. Cierto, yo podía haberme fijado pero, esto de pagar el Frente es algo tan esporádico que nunca me fijé.

La verdad: hace tiempo que el Frente, ¡mi querido Frente!, es más un dolor que una esperanza.

Incluso, cuando pensé en titular la nota, pensé en “Cincuenta Pesos” porque eso creía estar pagando.

Compañero: lo que no duele, no importa.

¿Puedo pagar diez veces más? ¡Seguro que puedo! ¡Más también!¡Tiene que dolerme!

Hubiese bastado con que alguien me lo hubiese propuesto.

Alguien del Frente, no la compañera que cada tanto viene y me cobra. Me “visita” somos ya viejos camaradas. Me ha seguido por todos los domicilios que tuve desde que abandoné Palermo.

Pero, ella es “cobradora”. Su responsabilidad es encontrarme y cobrarme. El monto es responsabilidad política no contable.

Lo más desolador para mí que soy uno de los pocos firmantes vivos del Acta Fundacional del Frente, es que la dirección actual del mismo tenga un criterio de almacenero.

De almacenero burro. Porque aquel que se ve en aprietos financieros tiene, si, que pensar en    racionar gastos. Pero debe pensar en incrementar sus ingresos.

¿Cómo piensan ganar elecciones departamentales y ganar la próxima nacional con este desastre financiero?

Uno recvuerda la consigna que  Eduardo Bleier impuso en los años de forja del Frente. Cuando asumió como Secretario de Finanzas del Partido Comunista fijó una meta: ”Que nada deje de hacerse por falta de medios”

“El Ruso” en el Partido y el “Chumbo” Lanza en el Fidel construyeron frentes financieros avasallantes.

Frentes integrados por compañeras y compañeros que asumían el compromiso a sabiendas que era un sacrificio necesario. Un esfuerzo para darnos los medios financieros para que lo necesario se pudiese hacer y para ayudar en la tarea de autoconstrucción.

Que recibían informes políticos completos y actualizados. Que podían actuar y actuaban “dando línea” y permanentemente buscaban nuevos contactos.

No sé, me da la impresión de que estoy utilizado un lenguaje que ha caído en el olvido.

“Frente de Finanzas” no es un simple grupo de recaudadores y alguien que lleva los libros y paga las cuentas.

¡Es un instrumento para el crecimiento!

“La autconstrucción” El crecimiento constante. En número y el calidad.

¿Alguien todavía maneja conceptos tales como “Amplitud y Profundidad”?

Cierto, el Frente es una coalición de partidos y movimientos lo que vuelve un tanto delicado la conformación del Mensaje.

Delicado sí…¡Pero si no tenemos “Mensaje” común simplemente no somos!

Un Mensaje coherente. Que se corresponda con la acción. Ahora, por ejemplo, no entiendo muy bien cómo se puede compaginar la Declaración de la Mesa Política que rechaza terminantemente a la LUC con el propósito de acompañar con el  voto alguno de sus artículos.

Si rechazo el envase, rechazo lo que contiene.

Si algo de ello nos parece compartible tendremos que contestar: ¿Por qué no se nos ocurrió cuando éramos gobierno?

En todo caso. Si queremos votar algo, deberíamos exigir que lo quiten de la LUC y lo votamos por separado.

No lo haremos. Y ellos no nos harían caso.

No le importará mucho a la Coalición de Gobierno. Ya “emparejaron los caballos” y votarán al galope.

¿Mano de yeso? ¡Por supuesto! ¡No eres Gobierno si no tienes los votos asegurados! ¿O creías que todo el esfuerzo para ganarnos era para “escucharnos” después?

La simpleza es dar ventaja. En política y en la vida.

El gran problema es que: “Consensuando, consensuando, hemos diluido el contenido de cambio radical y profundo de manera tal que, hoy, no sabemos muy bien cual es el mensaje.”

Para qué existimos y para qué queremos ser gobierno.

¿Sólo para administrar”?  ¡No valdría la pena esforzarse. ¿Dónde quedó aquello de “Ha nacido una esperanza”?

Acepto que  el Mensaje es algo complicado. Por supuesto, no somos “revolucionarios”. No queremos, como los anarcos “de acción” del siglo XIX: “Con las tripas del ultimo cura, ahorcar al ultimo Rey”

Tampoco: “Todo el Poder a los Soviets”,  pero sí queremos un Estado que redistribuya para nivelar las inequidades del Capitalismo tardío que crea cada vez mayor desigualdad.

Lo queremos hacer en Democracia. En ESTA DEMOCRACIA, respetando sus límites y avanzando con el pueblo organizado.

Modificando leyes y aún la Constitución con el voto del pueblo y en las instancias previstas.

¡Avanzando! Si no queremos o no nos animamos a cambiar las bases de este país cada vez más desigual, no merecemos aspirar al voto ciudadano.

Nivelar. Afianzar derechos. Igualar no únicamente “oportunidades” sino emparejar mejorando a los más desfavorecidos.

Con un Estado fuerte. No en garrote sino en la conducción económica. Eficiente, trasparente y progresista.

Para ello, los ricos tendrán que ser un poco menos ricos para que los pobres sean un poco menos pobres.

¡Avanzar! Remover, redistribuir, consolidar derechos y amparar a los menos favorecidos.

¿Con el pueblo organizado?  O, simplemente con bellos discursos y conciliábulos de gabinete.

Es la gran pregunta. ¿Qué precisamos, un collar de vice presidencias que “represente” a los sectores o un aparato de dirección que acuerde la línea estratégica y tome en sus manos la dirección ejecutiva. Construya los frentes fundamentales e impulse la organización.

Uno siente que el desconcierto reina y nadie sabe muy bien qué hacer.

Compañeros, es trabajoso pero sencillo. Unificar; recimentar lo que nos queda en las bases y ganar la calle.

¿Coronavirus? ¡Sí coronavirus! Respetando el “distanciamiento social” lo mismo se puede acudir a las bases. Reunir, con tapabocas y a distancia adecuada a los pocos militantes y llamarlos a que retomen contacto con los compañeros que se nos han perdido.

Y controlando fraternalmente el cumplimiento de los planes de reagrupamiento.

Resulta que podemos salir a trabajar y no nos animamos a juntarnos para hacer política.

Nada de los mensajitos y el wat sapp: ¡Gastar zapatos y dar la cara! ¡Corporizar al Frente!

La Izquierda no tiene más que un medio que le es propio e indisputable: el boca a boca.

Persona a persona. Compañero por compañero. Casa por casa. Mano a mano. Comité por comité.

Con la banderita del FA y el saludo fraterno.

¿Cómo puede ser que el Presidente viaje a Rivera a dar dos pésames y hacer que toma medidas y Larrañaga patrulle en helicóptero a vigilar surfistas y nosotros guardaditos y temblando?

Perdimos una hermosa oportunidad en Montevideo designando tres candidatos en lugar de uno por el cual pudiésemos empujar todos.

¡Pero, podemos empujar “Por el Frente”!

Todavía podemos eso.

Nada, ni la Intendencia de Montevideo que tontamente creemos segura, nos será dado sin esfuerzo.

Ya lanzarán la maquinaria detrás de Laura Raffo. En la medida en que atisben la posibilidad de ganarnos se unificarán.

El Mensaje, para ellos, no ofrece dificultad alguna: CONTRA EL FRENTE.

Tampoco le faltarán medios. Ni los económicos, ni los de formación de opinión.

Somos nosotros quienes necesitamos medios.

Los económicos y los de formación de opinión. Estamos aquí, en nuestras casas, en nuestros trabajos, en los centros de estudio, en todos lados.

Si no nos buscan no nos encontrarán.

Pero, si nos buscan. Si nos llaman. Si de veras confían en la gente, la “levantada” entre Octubre y Noviembre del año pasado está allí.

Todo es posible…con el pueblo organizado.

Por Eduardo Platero
25de Mayo 2020

La ONDA digital Nº 952 (Síganos en Twitter y facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADAS

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.