La trampa del país mediocre

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Los candidatos se prestan a la superficialidad con un esquemático, resumido, recortado discurso en los medios. Cualquier periodista pregunta cualquier cosa…y le responden ídem. Ninguna referencia a programas partidarios, algunos elaborados en años de acumulación de información y conocimientos. Escasas referencias a los planes y obras realizadas por gobiernos pasados y cuya continuidad respete el aval ciudadano antes otorgado, el gasto originado.

Es recurrente la referencia a ideas nuevas aunque sean muy viejas o hayan sido descartadas. Un ejemplo reiterado es un subterráneo montevideano; para él que insólitamente omiten las proyecciones de pasajeros mínimos para su viabilidad. Y si no se puede hacer un subte, dicen que instalarán un tren….o resucitarán los tranvías. Cualquier respuesta es válida para la campaña….aunque su fundamento sea la teórica pretensión de que sabe cómo hacer, el entrevistado, de Montevideo una ciudad contemporánea.

Las contradicciones
Si se postula una ciudad inclusiva, cómo se consigue con un tren entre el centro y las localidades de la faja costera al este, dejando al resto afuera o apenas subsidiario del mismo?
Si se postula mejorar el tránsito vehicular y estacionamientos saturados, cómo se consigue avalando el aumento de la cantidad de automotores en toda la trama urbana¬?

Si se postula un boleto para el trabajador, en tanto ya existen subsidiados para estudiantes y jubilados; quiénes solventarán el obsoleto, ineficiente, de líneas superpuestas, sistema de transporte colectivo actual?

Créanme que puedo seguir con esto, pero más importa concluir que las soluciones válidas parecen ser las que cuestionan precisamente esos postulados.

Una mirada integral al territorio y la sociedad en la ciudad
Es imperioso optimizar la movilidad vehicular en el territorio en tanto restringe cada vez más la de la mayoría de los ciudadanos. Sea porque no tienen auto y sufren la circulación del transporte público o porque sí lo tienen y el tránsito actual los obliga a riesgos para sí mismos y los demás. Y el tiempo de circulación es desproporcionado a las distancias. Y la polución aérea y sonora; que también afecta a las construcciones y el medio ambiente. Por la interferencia y restricción en la accesibilidad y uso de los espacios públicos, de los centros históricos, de los lugares turísticos!

La movilidad y la libre accesibilidad a la ciudad, al territorio, es un derecho que está siendo vulnerado no sólo por lo resumido. El actual sistema de transporte público se corresponde con una ciudad que ya no existe. Los barrios y sus centralidad eran nodos válidos para la red de buses cuya demanda coincidía con la densidad en habitantes de los mismos. Los flujos eran cuantificables, la demanda previsible.

La dispersión habitacional, patológica en los asentamientos informales de la periferia, es una característica de la ciudad extendida, de la metropolización. Implica una necesidad mayor de circulación. Y también para el transporte de mercaderías y su distribución que es aleatoria, cambiante, frecuente y rápida.

En el próximo artículo enumeraré los requerimientos de transporte multimodal que satisface las necesidades actuales de movilidad y accesibilidad. También las futuras.

Por Luis Fabre

La ONDA digital Nº 937 (Síganos en Twitter y facebook)
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