COVID 19: Los consejos del psicólogo

Tiempo de lectura: 9 minutos

Por Lic. Fernando Britos V.

El Covid 19 llegó a Uruguay y es necesario que todos colaboremos decididamente con las indicaciones de la autoridades sanitarias. La afección puede ser superada y el tiempo que esto demande y las secuelas negativas que produzca dependen, en lo fundamental, de una actitud colectiva, social y solidaria. De modo que contribuiremos a abordar el problema desde un punto de vista clave: el psicosocial.

1) DESCONECTARSE DE LA SOBREINFORMACIÓN – Son muy acertadas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el sentido de evitar que el tema del coronavirus, las medidas preventivas, la evolución y síntomas de la enfermedad, absorba la atención de las personas. Desde el punto de vista de la salud pública hay una cantidad de afecciones (como el dengue, la leishmaniasis, el sarampión) que son tan o más peligrosas para la salud de los uruguayos que el COVID 19.

También existen fenómenos sociales como los accidentes de tránsito, el armamentismo, el suicidio y la violencia que amenazan la vida, causan víctimas por homicidios, femicidios, por lesiones graves e incapacitantes y por el deterioro de la convivencia.

Es bueno que los adultos estén informados acerca de las enfermedades y riesgos, que los niños y jóvenes reciban información oportuna y adecuada pero en el caso de pandemias o epidemias, todos tenemos gran responsabilidad y sobre todo los responsables de los medios de comunicación para no saturarnos con información o presunta información, a toda hora.

Es preciso que cada uno de nosotros tenga una o dos fuentes confiables y no acceder a ellas sino una vez al día y preferentemente en el mismo horario. Consciente o inconscientemente, en forma deliberada o desprevenida, muchos comunicadores, profesionales o aficionados, pretenden elevar su rating, obtener reconocimiento, promover ventas o distraer la atención mediante el “sensacionalismo sanitario”. Este fenómeno comprende los medios impresos pero sobre todo la radio, la televisión y las redes sociales.

Cuando se percibe que se repiten una y otra vez las mismas “noticias”, los mismos consejos y las mismas “novedades”, es hora de desconectarse y adoptar un tranquilo racionamiento racional de lo que sucede porque el riesgo de la saturación es siempre mayor que el de contraer directamente la enfermedad.

2) EVITAR EL PÁNICO – La enajenación y el pánico son capaces de hacer inmanejables los riesgos reales que enfrenta la sociedad. La saturación de los canales informativos no es novedosa, el énfasis sistemático en la difusión de cierto tipo de hechos, que efectivamente tienen lugar, sirve muchas veces, a través de la mercantilización del acontecer, para ocultar otros, para embotar la sensibilidad, para desatar el pánico y para suscitar confrontaciones (xenofobia, aporofobia, etc.).

Ante una epidemia o ante un desastre natural, la saturación desemboca, muchas veces en actitudes antisociales, en fanatismos, acaparamiento y especulación, deterioro de la solidaridad, que por si mismos o en conjunto son peores que cualquier enfermedad. Esas actitudes deben ser confrontadas públicamente y el pronunciamiento de cada uno en tal sentido es importante.

3) VALORAR ADECUADAMENTE LAS ESTRATEGIAS DE MITIGACIÓN – Las autoridades sanitarias y la Universidad de la República han propuesto y adoptado estrategias para mitigar el impacto del COVID 19. Como este es un acontecimiento global y dinámico[i] se ha declarado la emergencia sanitaria y han advertido que las medidas pueden cambiar y/o incrementarse. La obligación ciudadaba es analizarlas criteriosamente para aplicarlas en forma eficaz. Porque de lo que se trata, más allá de mantener la calma, es producir un cambio en las conductas.

La experiencia internacional ha demostrado que la medida más efcaz para contener la expansión exponencial de la enfermedad es el llamado “distanciamiento social”, esto es reducir los contactos entre personas. Por ende como se ha dispuesto todos tenemos responsabilidad en que, efectivamente, se cumpla la suspensión de clases, la cuarentena obligatoria para quienes provengan originalmente de los países indicados en primera instancia (China, Irán, Italia, España, Francia y Alemania), el jugar partidos a puertas cerradas o suspenderlos, el posponer reuniones y acontecimientos festivos o no que congreguen a 50 personas o más, el preparar a los servicios y empresas para mantener el funcionamiento sin aglomeraciones, la suspensión de los actos de campaña por las elecciones departamentales, etc.

Todas esas decisiones implican costos y restricciones importantes pero mantener la normalidad y la convivencia requiere un compromiso de todos y cada uno de los ciudadanos.

4) RECOMENDACIONES APLICABLES A LA DISTANCIA ENTRE PERSONAS – Todos sabíamos que el ingreso de personas portadoras de la enfermedad se produciría, en altísima parte, por el aeropuerto. Las medidas tardías que adoptó el gobierno para controlar el ingreso de viajeros de los países más afectados, de modo de someterlos a cuarentena obligatoria, redundó en la llegada de los primeros seis casos de contagiados (4 en Italia, 2 en España) quienes debieron ser rastreados epidemiológicamente con retraso, debido a lo cual se estudian más de 200 contactos en Salto de dos viajeras y muy probablemente 600 u 800 contactos en Montevideo, con la inadvertida concurrencia a clase y a un casamiento.

Cada uno de nosotros deberá cumplir a consciencia las recomendaciones respecto a distancia entre personas pero los casos no son idénticos. Es indudable que quienes tenemos más de 65 años y/o antecedentes de asma o enfermedades respiratorias, cardíacas, diabetes, insuficiencia renal o tratamientos inmunodepresores, deberemos proceder en forma más estricta que las personas jóvenes carentes de síntomas que naturalmente no tendrán que efectuar grandes alteraciones en su vida normal o someterse a encierro.

5) RECOMENDACIONES PARA PERSONAS QUE NO PRESENTAN SÍNTOMAS DE ENFERMEDAD RESPIRATORIA –

5.1 – Las personas deberían evitar las aglomeraciones en lugares públicos y permanecer en su casa en lo posible. Sin embargo, eso depende del contexto; si uno concurre a un restaurante, una parrillada o un club con espacios estrechos, con mesas pegadas unas a otras, a un gimnasio o a la plaza de deportes, la posibilidad de mantener una mínima distancia de un metro y medio o dos con otra persona no se dará y entonces la concurrencia debería evitarse. En otros casos donde esa distancia pueda guardarse cómodamente no existiría objeción siempre y cuando la afluencia de gente se mantenga por debajo de 50 personas. Al mismo tiempo la cantidad de personas, por si sola, no garantiza el cumplimiento de los aspectos cualitativos, es decir de las recomendaciones de higiene (lavado de manos, protección al toser o estornudar, evitación de contactos, etc.).

5.2 – Las reuniones familiares hogareñas de pequeños grupos no estarían contraindicadas siempre que ninguno de los asistentes presente síntomas de enfermedad respiratoria (tos, fiebre, etc.). En todo caso es importante respetar las indicaciones en el sentido de evitar saludarse de beso y/o abrazo, dar la mano, compartir prendas y utensilios personales, especialmente el mate, vasos, toallas. Asimismo, la distancia y el evitamiento de esos intercambios pierde sentido si no incorporamos firmemente el hábito de lavarnos las manos frecuentemente con agua y jabón, no tocarnos la cara, mantener la limpieza y ventilación en las habitaciones limpiando especialmente los picaportes, las canillas y todas las partes del mobiliario o equipos que tocamos. De todas maneras el distanciamiento tiene consecuencias sobre la salud mental y el bienestar: no sustituye la higiene y el evitamiento de aglomeraciones (también en el transporte público como veremos).

5.3 – En materia de oportunidad de contacto se puede señalar dos extremos: por un lado las aglomeraciones, como en la tribuna de un partido de fútbol o de basquetbol o en el tablado, y por otro los encuentros entre dos personas, entre parejas, entre novios, citas. En el primer caso las posibilidades de propagación son grandes y debe evitarse, en el otro extremo, los encuentros entre dos personas asintomáticas no entrañarían riesgo siempre y cuando ambas partes contemplen las normas de distanciamiento con terceros e higiene personal ya señaladas. Naturalmente es mejor salir a caminar juntos o andar en bicicleta que ir a bailar a un local concurrido o a comer a una pizzería atestada.

5.4 – El abastecimiento hogareño, las compras en el almacén o la feria requieren también ciertos cuidados, por lo menos mientras duren las medidas implantadas por las autoridades. Es conveniente ir a hacer las compras bien temprano o a última hora, cuando naturalmente hay menos concurrentes. Si se recurre a un delivery hay que procurar evitar un contacto directo, en mano, con el mismo. Lo mismo se aplica al delivery que llega a una vivienda. En todo caso, en materia de abastecimiento hay que evitar el acaparamiento, el almacenamiento de cantidades de comida o insumos, que es uno de los efectos malsanos del pánico inducido y de la irresponsabilidad de algunos.

5.5 – En cuanto a la forma de concurrir a trabajar o desplazarse hay que señalar que aquí también se trata de evitar la aglomeración, tomar el ómnibus fuera de la hora pico y mantener la distancia recomendada con otros pasajeros. En estos casos la flexibilidad de los horarios de labor ayudará a cumplir con la medida. Asimismo la posibilidad de trabajar en domicilio debe utilizarse a fondo. Naturalmente si se posee un medio de transporte propio, bicicleta, moto o auto, es preferible usarlo lo que dejará más lugar en los ómnibus para quienes no lo posean. Sobre todo siempre que uno pueda desplazarse al lugar de trabajo o a hacer las compras caminando se debe hacerlo. En general, las empresas de ómnibus deberían reforzar con más coches las horas pico para evitar el amontonamiento de pasajeros. Los taximetristas y los choferes de vehículos de los cuales se sube y baja gente continuamente deben extremar sus precauciones de higiene, advertir a los pasajeros que presenten síntomas respiratorios (tos, estornudos) que deben respetar los procedimientos (cubrirse con el codo, no salivar, usar pañuelos descartables y no abandonarlos en el vehículo, etc.).

5.6 – Las reuniones y festividades familiares o sociales (casamientos, cumpleños, aniversarios, etc.) son importantes para el cultivo de los vínculos cariñosos, las amistades y el amor que todos necesitamos. Sin embargo, deberían postergarse por lo menos durante los periodos más críticos en que se trata de evitar la propagación del virus. Después puede estudiarse con mayor detenimiento la lista de los invitados o participantes tomando en cuenta la situación de personas que hayan padecido la enfermedad, tengan una comorbilidad debida a otras patologías o hayan llegado de otros países aunque no presenten síntomas. Asimismo, hay que ser muy cuidadoso en la visita a familiares ancianos o que padezcan enfermedades que lo hacen más propensos al ataque del virus. En los casos en que el familiar o ser querido esté internado en una institución o casa de salud no es recomendable suspender las visitas, sobre todo si estas como se debe, se cumplen en forma regular . Sin embargo hay que limitar la visita a una sola persona que esté en perfecto estado de salud y cerciorarse de que en el establecimiento no hay pacientes cursando la enfermedad, que no hayan sido debidamente aislados o trasladados para su mejor tratamiento. Asimismo habrá que limitar, evitar o postergar sencillamente las reuniones que se produzcan en espacios comunes de los edificios de apartamentos, en las cooperativas de vivienda o en los barrios (salones comunales).

5.7 – Es imperioso que quienes presenten síntomas compatibles o asimilables con el COVID 19 no concurran a los hospitales, sanatorios o policlínicas sino que deben demandar la consulta a domicilio. Sin embargo, todas las personas que no estén afectadas no tienen porqué limitar su concurrencia a consultas médicas, habituales o de urgencia, odontológicas, podológicas o eventualmente a la peluquería  o para someterse a tratamientos dietéticos, etc.

 6 – RECOMENDACIONES PARA PERSONAS QUE PRESENTAN SÍNTOMAS O HAN ESTADO EN CONTACTO CON  PACIENTES AFECTADOS POR EL COVID 19

6.1 – Estar en cuarentena obligatoria significa que durante 14 días o por el tiempo establecido una persona debe mantenerse apartada y no recibir visitas. Además otras personas no deberían ingresar en el domicilio. Si uno vive en un área apartada puede caminar en su patio o alrededores pero la idea de la cuarentena es precisamente mantener a la persona apartada de los demás. La interpretación rigurosa de la cuarentena es una responsabilidad social ineludible para las personas afectadas, para preservar a sus seres queridos y a la comunidad pero no implicará una condena a reclusión solitaria.

6.2 – En casos de cuarentena obligatoria, que en principio se ha fijado en catorce días, hay que tener en cuenta que se trata de que el grupo familiar (o la persona que vive sola si es del caso) se mantengan en condiciones tan normales y autónomas como sea posible. Esto depende de tres factores: la evaluación clínica, la situación propia de la persona o personas sometidas a cuarentena y el contexto local en que se desarrollará dicha cuarentena. No es posible hacer una sugerencia válida para todas las situaciones. El personal de salud que entienda en el caso debe determinar el tipo de atención que ha de recibir el paciente, el tipo de relación con quienes le rodean o componen su grupo familiar, el uso de determinados dispositivos y procedimientos pero en todo caso, estas necesarias precauciones nunca deben ser interpretadas como desapego o temor.

6.3 – El enfermo o el posible portador no es alguien que deba sentirse abandonado a su suerte. Todo lo contrario, es una disposición de amor y consideración que se respeten las condiciones para conseguir un alivio de los síntomas, un pronto restablecimiento y la supresión de cualquier posibilidad de contagio. El mantenimiento de una comunicación fluida, oportuna y adecuada es primordial.

Por Lic. Fernando Britos V.

La ONDA digital Nº 941 (Síganos en Twitter y facebook

[i]Estamos entrando en la fase de expansión exponencia del COVID 19 que, como se ha dicho, ahora se centra ebn Europa. Viendo en perspectiva esta fase, el 23 de enero en Hubei (y la ciudad de Wuhan) había 444 casos confirmados; una semana después eran 4.903 y para el 6 de febrero se habían alcanzado los 22.112 casos.  A su vez, el 22 de febrero Italia tenía 62 casos identificados, 888 una semana después, 4.636 el 6 de marzo y 21.157 al 15 de marzo.

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