El título refiere a las vacunas contra la CoVid19, que, aunque parezca increíble, nuestro país no dispone de fecha de recepción, ni tipo conocido hasta ahora. La actitud del gobierno ha sido de una imprevisión y una falta de seriedad en el tratamiento del tema alarmante.
Se desperdiciaron meses con un número bajo de contagios y fallecimientos, comunicando que se estaban haciendo gestiones y se insistió en el carácter confidencial de las mismas. No se informó de ellas a la oposición, confundiendo la confidencialidad del Estado en nombre del cual el gobierno negocia, con el secreto para el Poder Ejecutivo y la coalición que lo integra. Los parlamentarios de la oposición, que representan casi a la mitad de los ciudadanos, no han sido informados hasta ahora. El Estado no es el presidente, ni el gabinete, ni los dirigentes de la coalición. El Poder Legislativo debe ser informado al detalle de las negociaciones. Tendrá el deber de confidencialidad como poder que tiene el Poder Ejecutivo.
Somos el único país americano que no ha iniciado vacunación ni tiene fecha cierta de disponibilidad de vacuna. Mientras esta lamentable realidad ocurre, los medios de comunicación se llenan de noticias del gobierno sobre el plan de vacunación y de pedidos de sectores que solicitan ser considerados prioridad cuando éste se inicie. Si alguien distraído viese un noticiero en horario central en TV, se convencería que el plan se ha iniciado. Los canales principales han pasado decenas de veces imágenes de personas siendo vacunadas, la mayoría de ellas, las mismas imágenes con las mismas personas, acompañando noticias referidas a aspectos del plan de vacunación. Los noticieros centrales de los canales privados casi no formulan preguntas, mucho menos solicitan aclaraciones de respuestas incomprensibles a preguntas; cuando estas excepcionalmente son formuladas; que el más elemental sentido común exigiría.El papel de estos medios masivos de comunicación no le va en zaga a la falta de seriedad e irresponsabilidad del gobierno en tan trascendente tema. Su actitud es más que condescendiente. Su postura es obsecuente. Los medios masivos de comunicación no están cumpliendo mínimamente su papel de informar a la ciudadanía. Resulta indignante y deplorable ver el papel subalterno que desempeñan.
El gobierno sigue sin aportar fechas, tipos, ni cantidades de dosis. En paralelo, desde el mes de enero, cuando se alcanzó la cifra récord de más de mil casos positivos en un día, la cifra de test no ha cesado de disminuir. Aún así Uruguay superó largamente a la fecha, más de quinientos fallecimientos, la enorme mayoría en los últimos treinta y cinco días. La conducción de la crisis fue ampliamente respaldada en los primeros meses. La última etapa es totalmente diferente.
La ciudadanía tiene derecho a exigir resultados sobre la adquisición de vacunas y conocer fechas de inicio de la vacunación. Y también tiene derecho a recibir información seria y responsable sobre la evolución de la epidemia. Las tres cuestiones deben ser aclaradas; adquisiciones, fechas de disponibilidad y razones de la registrada disminución de test diarios. El gobierno tiene la palabra. Los medios masivos la obligación de requerirla. La ciudadanía el derecho a exigir la información veraz, seria y responsable.
Por Carlos Pita
Médico, político, ex embajador uruguayo en EE.UU.
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