La salida del GACH en este momento es una pérdida invalorable para la sociedad. Nadie nos cuidó tanto, tan sabia y desinteresadamente, en forma honoraria, como este grupo de mujeres y hombres de ciencia.
Fue un enorme acierto del Gobierno. Su creación deja una experiencia que deberá ser de referencia para el desarrollo nacional sostenible e inclusivo. En la sociedad del conocimiento en que vivimos, ¿es sensato desoír o no consultar en forma permanente a la ciencia nacional e internacional? Es un lujo que ningún país se puede dar; mucho menos Uruguay que necesita encontrar nuevos caminos de desarrollo para resolver viejos y nuevos problemas que la pandemia y la política gubernamental vienen agravando a paso ligero.
Asimismo, la fría despedida de ayer en Presidencia, las opiniones de referentes oficialistas como la Senadora Bianchi y más, muestran cómo se optó por poner la política por encima de la ciencia, nada menos que en el tema salud. No habrá homenaje oficial posterior que lo arregle.
Los resultados están a la vista: estamos en el podio de los peores resultados a nivel mundial. No se trata de vergüenza, que la hay, sino de la vida y las secuelas que esto significa. Muertes evitables, una definición técnica que se ha querido bastardear y partidizar groseramente, es la realidad que venimos viviendo, mal que le pese al Gobierno y sus defensores a ultranza.
Homenajear al GACH es un imperativo moral de la sociedad. Pero seguir sus indicaciones es un imperativo sanitario que hay que sostener pues la pandemia no terminó.
A Rafael Radi y todo el equipo, gracias por su entrega en la crisis sanitaria, por mostrar el valor de la ciencia, de la UdelaR, de los centros de investigación y la enorme estatura de la comunidad científica uruguaya.
Y todas las disculpas por las groserías, ninguneos y tergiversaciones que han sufrido de parte de personas y colectivos que no representan a la inmensa mayoría.
¿Habrá creído el Gobierno que podía manipular a la comunidad científica nacional? Como sea, la evidente distancia entre las recomendaciones del GACH y la política oficial, la mentirosa declaración del Presidente en tv sobre el cumplimiento de 24,5 sus 27 propuestas, marcaron el fin de ciclo. La ciencia, la evidencia empírica, la experiencia internacional, sucumbieron ante el dogma neoliberal, anti estado y pro mallas oro que profesa este Gobierno.
Nuestra población está más a la intemperie en este frío invierno de 2021 con el covid llevándose familiares, amigos, vecinos, compatriotas.
Por Eduardo “Ewe” Vaz
Fundador y referente de Fuerza Renovadora
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