Sobre la vida nació una nueva guerra. Nadie sabe cuánto puede durar pero dicen que puede ser nuclear. Nos querrán convencer y justificar cuáles son los motivos pero la realidad es que no hay verdad que los vayan a justificar. Los hechos nos muestran el fracaso de todas las partes que comprenden el poder totalitario internacional y de un sistema que ya está perimido en decadencia.
Un sistema que no incluye, promotor sistemático de pobreza, desigualdad, guerras, devorador de los recursos naturales y generador de falta de objetivos para los habitantes de este planeta. Donde los ciudadanos solamente nos convertimos y permitimos en ser unos simples testigos y consumidores. Somos tan frágiles en la actualidad que somos anécdotas en el espacio y tiempo.
A diferencia con la época de la Unión Soviética y su socialismo es que la humanidad no ha construido una alternativa al capitalismo. Por tal motivo seguiremos mirando por la misma ventana viendo siempre las mismas nubes del mismo cielo. Si no hacemos nada para remediarlo nos seguirán cayendo los mismos truenos que ya sabemos que no conducen a nada bueno.
Nos hemos convertido en unos simples testigos y consumidores como si fuésemos visitantes de un museo en que la obra maestra es inalcanzable, inalterable e inobjetable. Que no interesa comprenderla ni entenderla. Solo transitarla bajo sus efectos. Que no se puede tocar porque estamos en un espacio ajeno porque que pagamos y no es nuestro. Nos gana el egoísmo, el silencio y la falta de empatía. Solo nos invaden los estímulos y las estructuras impuestas. Solo nos invaden las órdenes que debemos acatar. Solo nos llena de júbilo nuestro bienestar dentro de nuestros límites de propiedad legal o ilegal.
Es sorprendente nuestra falta de capacidad de organización para reaccionar frente al mal. Es indignante nuestra incapacidad de construir una alternativa para construir un mundo mejor y en paz. Nuestra voluntad siempre desemboca en tomar partido por caminos que desembocan en el racismo, xenofobia, violencia, odio o cualquier forma de destrucción que no contribuyen en nada con este accionar para mejorar la humanidad. Es como que nuestro cerebro siempre está asignado y decodificado a caer en los mismos casilleros de siempre.
Mejorar la humanidad en promover y construir valores democráticos de libertad, igualdad y fraternidad incluyendo el desarrollo de la cultura y sustento ecológico. Vivimos en una época en que para vencer a toda muerte todo debe tener un precio. Este precio es el que nos está matando entre todas y todos.
La educación a todo nivel integrada y coordinada en un contexto internacional es unas de las herramientas con las cuales podemos empezar a cambiar. Es necesario que entre las diferentes regiones del mundo pequeñas o grandes nos empecemos a conocer, entender y comprender si queremos disfrutar de la vida en armonía, en tolerancia y en paz.
No digo pueblo. El poder imperial internacional de E.E.U.U, OTAN, RUSIA y CHINA (“distraída”) sumado a los medios globales de comunicación convirtieron a Europa y al corazón del progreso mundial en un salón de desfile militar. Vos te compraste todo el pop y apoyaste tus patas cruzadas sobre el sofá.
¿Nadie percató el desencadenamiento de lo que estamos viviendo hoy con la nueva guerra que se acaba de iniciar y todos sus posibles efectos destructivos con sus causas y consecuencias?.
La falta de reclamo y capacidad de respuesta en favor de la paz manifestado en silencio o falta de organización fue abrumador. Desde la persona que está leyendo el periódico en un bar hasta las distintas organizaciones, gobiernos y la ONU.
Es lamentable escuchar y ver a representantes de América Latina ser oportunistas y mantener un cobarde silencio o alinearse. Lo digo bien claro por Oscar Maduro o Jair Bolsonaro. Ellos representan de manera a priori ideologías opuestas pero en definitiva los une el populismo, el autoritarismo militar y el precio del petróleo. Con la guerra sobre el pueblo de Ucrania ya se disparó el precio del barril del petróleo entre tantas otras cosas. Cualquiera ya lo podía suponer. A ellos solo les importa el ego de su poder pero nada del cuidado ni la libertad ni el progreso de tu vida. Son los mismos mercaderes de las potencias pero latinos. Con menos capacidad e influencia política y militar en un contexto internacional.
Todas y todos sabemos que el mundo es más chico y los problemas que pueden sonar al inicio particular, alejados y ajenos a cada realidad ya son globales que afectan a todo el planeta. Lo vivimos día a día con la economía. Lo vivimos día a día con la pandemia, con otras guerras o hechos culturales. Las formas de comunicación por el desarrollo de las comunicaciones han podido saltear la distancia del espacio y la eliminación del tiempo. Tenemos todo a nuestro alcance para organizarnos solo falta despertar.
De modo simplista digo lo siguiente para que se entienda.
Es importante organizar y unir a nivel de fuerzas y coordinación a nivel regional y mundial todas las fuerzas democráticas, progresistas y pacificadoras en post de comenzar a ocupar y cambiar los poderes dominantes que gobiernan estas fuerzas corruptas, asesinas y totalitarias. Las lógicas de la industria militar, consumo descarnados y dogmáticos políticos – culturales deben ser cambiados por formas de entendimientos humanos que nos lleven a una humanidad humana y democrática. Es importante el involucramiento de todas las partes y escalas. Desde los individuos solitarios hasta todas las organizaciones culturales, políticas, económicas, deportivas, religiones, ciencia, etc. La libertad de acción e intelectual de los individuos y pueblos ya no soportan vivir bajo el miedo y la destrucción de sus culturas, países y lazos sociales porque unos millonarios, mafiosos y poderosos deciden a diestra y siniestra utilizar el territorio para imponer sus hogueras para disputar o concretar sus negocios.
Quieren una guerra con involucramiento general entonces que tengan una resistencia global y general. Nuestras fuerzas que sean la educación, la cultural, la paz, amor y la empatía por las demás personas, políticas y culturas. No esperemos que nuestro accionar sea solo por el dinero. Este precio del dinero a todo lo que hacemos es el que nos está matando entre todas y todos. ¡Qué se escuchen las voces del humanismo!.
El otro día una pequeña luz detrás de su tapa boca me dijo: “Si yo fuera la Tierra extinguiría al humano y también permitiría la vida sin humanos en otros planetas”.
Me dije: “el efecto nuclear ya le empezó hacer efecto”.
Para ordenar el corazón y respirar oxígeno nos fuimos al parque a descubrir colores, familias, árboles, pajaritos y perros. Todo fue armonía, paz y felicidad.
¡Viva la paz!
¡Viva la libertad de los pueblos libres!.
Importante: Se fue Angela Merkel, mujer, y todo se pudrió.
Por Andrés Legnani
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