En una de las anchas veredas de Parque Batlle hay ahora un cilindro anaranjado de poco más de un metro de alto por algo como medio metro de diámetro. Tiene una puerta para acceder a una bomba, a la que el operario conecta la manguera; por allí salen hasta 25.000 litros por hora desde sus 80 metros de profundidad, que esperan tres camiones cisterna, y uno de ellos es superlargo; el acero inoxidable de su tanque tiene un fuerte brillo que se antoja optimista, Sólo en ése entran 45.000 litros de agua.
A fin de la semana pasada, como era la primera vez que se extraía, desde un segundo pozo al costado se inyectó la cantidad de cloro que el análisis determinó necesario. No sólo el Pereira la recibirá; también otros 22 centros médicos: de diálisis, sanatorios y hospitales, y no solo de Montevideo sino de toda el área metropolitana.
Pero el primero en recibirla es el Pereira. Ya en su predio, del primer camión se llenan dos tanques de 1.100 litros cada uno con agua para cocinar, y otros dos más chicos conectados a los dispensadores de agua de pediatría y ginecología. El videíto de Tik Tok de minuto y medio que hace El Observador con esta operativa, pondría contento hasta a Don José Batlle y Ordóñez, a quien honra el nombre del parque desde 1930.
La perforación la hizo la Intendencia de Montevideo (IM), y habrá más. El agua se distribuye en coordinación con OSE, y allí está su camión blanco, con el logotipo de la empresa en la parte trasera y la leyenda “gerencia de contexto crítico y emergencia”.
La Intendencia de Montevideo se puso públicamente el tema al hombro en cuanto el Ministerio de Salud Pública (MSP) dio a conocer los primeros análisis del agua, que ya

no eran buenos. Eso fue el jueves 4 de mayo, y el sábado 13 de mayo se concretó la primera convocatoria al Comité Departamental de Emergencia. Pero ya el lunes 8 de mayo la Intendencia llamó a conferencia de prensa porque, asociado al cambio de valores de sodio y cloruro en el agua informado por MSP, se empezó a hacer un muestreo diario en el agua de las canillas de las policlínicas de la IM.
“Somos la primera institución en presentar los datos reales de lo que estaba pasando en la red de OSE y lo seguimos publicando hasta el día de hoy; es una información totalmente transparente que llega a toda la ciudadanía”, señaló en entrevista el arquitecto Ignacio Lorenzo, director de Limpieza. El tema del agua se trabaja en la IM a partir de un espacio de trabajo del Departamento de Desarrollo Ambiental donde se aúnan su dirección, la dirección de Saneamiento, la gerencia de Gestión Ambiental, el liderazgo del director general de la IM y vículos con Salud, Desarrollo Social e Inspección General. Es mucho músculo.
Y es mucho trabajo. “Implica un esfuerzo humano de trabajo a varios niveles, posible por el compromiso muy grande de los funcionarios. Trabajamos con ONAJPU en lo que tine que ver con el tema jubilados, trabajamos con las ollas populares, con los merenderos, y más. Hay un esfuerzo muy grande de muchísima gente porque la situación es única, extraordinaria; es una crisis hídrica con impactos en temas de salud, entre otros. La situación requiere que hagamos ese esfuerzo pensando obviamente en la ciudadanía en primer lugar, y hacerlo en el marco de nuestras competencias y capacidades, con las herramientas que tenemos; hay que dar todo lo posible de todo lo que tengamos a disposición para poder aliviar la situación”.
El objetivo, precisa Lorenzo, es “dar una solución que obviamente está informada por una visión política y un convencimiento en la sensibilidad respecto a a situacion pero también con un bagaje técnico operacional muy fuerte”. Eso incluye también poner en la mesa propuestas y medidas. Trabajan en el comité de emergencia y dos días después fueron citados por el Ministerio de Ambiente a la Torre Ejecutiva a una reunión a la que la IM llevó 20 medidas. Algunas se tomaron; otras, como la obvia de suspender o morigerar la tarifa de OSE, se negó.
Es que la IM viene atenta al tema desde hace mucho. No manifestó desacuerdo con las 11 medidas que el Frente Amplio le planteó al Poder Ejecutivo en enero 2023, pero bien que notaron que el 24 de octubre 2022 el Poder Ejecutivo decretó la emergencia agropecuaria para contrarrestar los efectos de la sequía en el campo. Si eso es un desfasaje en las prioridades del Ejecutivo “es una buena pregunta para el gobierno nacional. De nuestro lado nosotros trabajamos con todo el sector agropecuario durante todo el verano; establecimos un fondo de adaptación, un fondo de emergencia, trabajamos en apoyo en fuentes de agua, y lo mismo con el tema de la ciudadanía”.
La IM tomó debida nota de la caída de las reservas de agua. “En la Intendencia entendíamos que ya el cambio de mezcla en el agua implicaba emergencia”, y no se dispone de la información de cuándo empieza a producirse. El 22 de marzo, las reservas en la cuenca del Santa Lucía, que proveen a la planta potabilizadora de OSE de Aguas Corrientes, estaban en marzo en 18 millones de metros cúbicos, un nivel crítico que ameritaba declarar la emergencia. Y cuando esta entrevista, 1° de julio, estaba en menos de 2 millones. Y Paso Severino, cuyo nivel operativo normal es entre 65 y 70 millones de metros cúbicos de agua, para marzo 2023 estaba en 17 o 18, “lo cual es un mínimo histórico, y hoy estamos en un nivel absolutamente fuera de todos los parámetros”, señala Lorenzo.
En todo caso, el Ejecutivo decretó recién la última semana de junio la emergencia asociada al agua. Y al día de hoy no convocó al SINAE (Sistema nacional de Emergencias), como sí hiciera ante el COVID; el portal del SINAE está ahora dedicado a recomendaciones para calefaccionar el hogar.
Las prevenciones de la IM incluyen el futuro productivo. “No solo va a afectar en la producción inmediata, sino que va a haber también una especie de inercia en esa afectación. Por ejemplo, con el tema de preñez en el sector del ganado. Eso va a implicar que los costos van a estar planteando incrementos varios meses por adelante. Ahí va a haber que establecer instrumentos que tienen que ver con agua, con seguros, con fuentes de crédito que sean fuente de financiamiento. Y por otro lado, la crisis hídrica del tema del agua potable hay que atenderla obviamente con otros instrumentos. Creo que hay que atender toda la situación y dar respuestas a tiempo, y sólidas”.
Hoy, la IM atiende las necesidades de agua sana a 2.600 personas a través de las policlínicas, entregándola a 231 merenderos, trabajando con ONAJPU en apoyo de jubilados y pensionistas de ingresos bajos que viven en complejos del BPS, donde se entregaron a esa fecha casi 19.000 litros. A esto se suman acciones en las puertas de escuelas públicas que estuvieran atendiendo niños de quintiles de ingreso 1 y 2, y ahí se habían entregado, al viernes pasado más de 1600 unidades de agua, según la información del último día de junio.
Por razones que no se dieron, y que resalaría difícil encontrar alguna razón plausible, el Poder Ejecutivo se negó a avalar un préstamo no reembolsable (eufemismo por donación) del BID por 100.000 dólares a la IM, que hubiera cubierto la necesidad de agua de un día de 22.000 personas. El presidente Luis Lacalle se pronunció como único vocero del Estado en el tema de la crisis del agua, sin legislación alguna que lo respalde en esa atribución, y a la que nadie le dio bolilla. La IM siguió adelante en procura de recursos, coherente con la calificación de la intendenta Carolina Cosse de que “defender el agua es defender la vida”, e hizo contacto con embajadas en procura de apoyo. Molesto por eso, el gobierno de Lacalle agradeció y rechazó el rápido ofrecimiento argentino.
Las intención y conducta de la IM fue y es la de encarar el problema en procura de soluciones para la ciudadanía, negándose a politizarlo pese a las varias actitudes del Poder Ejecutivo que lo ameritaban. Ante la última molestia de Lacalle, fue la Mesa Departamental de Montevideo del FA la que se vio obligada a salir. Según la diaria, la Mesa Departamental declaró que, “ante la crisis hídrica que atraviesa el área metropolitana… el gobierno nacional tiene una “indolente” y “porfiada política” de no ser transparente con la información”.
Su comunicado, expresa que en la grave situación actual y la “más difícil que se aproxima” por falta de las precipitaciones necesarias, “no se conocen elementos de planificación, de financiación y de organización de los mecanismos necesarios para asegurar la vida y la salud de toda la población, con agua sana. El gobierno se esconde ante la gravedad de los hechos que sufren los ciudadanos”.
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