Al igual que el trámite de aprobación de los presupuestos nacionales, (que en la actual Argentina K es un formulismo burocrático sin conexión con la realidad), en los países con democracias maduras, la apertura de las sesiones parlamentarias constituye una solemne oportunidad para que el titular del Poder Ejecutivo exponga ante la legislatura su memoria sobre lo realizado y su propuesta para el futuro quehacer, cosa que desde hace varios años no ocurre en la Argentina.
El discurso (1)
La Presidente, optó, en cambio, por ofrecer en la apertura legislativa 2014, una memoria de los supuestos logros de la última década. Cerca del 80 por ciento de la alocución fue dedicado a recordar alegados brillos, algunos contradictorios, de un pasado irrepetible. Comparó varias veces la actualidad con el año 2003, comparación obviamente ventajosa frente a un año donde el país recién comenzaba a emerger de un cataclismo.
La actualidad económica que atraviesa la Argentina tornaba necesaria una explicación presidencial, cosa que no ocurrió, acerca de las medidas que por ejemplo, está tomando el gobierno nacional para enfrentar la tensión en el mercado cambiario, agravada desde la imposición del cepo cambiario en 2012. La primera mandataria no hizo una sola mención de este tema. Tampoco se refirió a las principales preocupaciones actuales de los argentinos, que son la inflación y la inseguridad , ni al narcotráfico. Pareció insistir que la inflación es un problema ajeno a su gobierno, perdiendo así una oportunidad para aclarar la política que está desarrollando para aquietar la suba del dólar o para explicar el aumento de las tasas de interés y los objetivos que se ha trazado el Gobierno en materia de política monetaria, precisiones necesarias en un contexto donde el presupuesto de gastos y recursos del Estado nacional para este año, a mérito de la vertiginosa inflación, ha quedado largamente desfasado.
Por su parte, el creciente déficit de las cuentas fiscales, que guarda estrecha relación con el desequilibrio energético del país, y que obliga a importar cada vez más combustibles, careció de mención, limitándose a señalar la recuperación del control de YPF para el Estado nacional, omitiendo que su gobierno fue responsable del proceso de desinversión que hoy explica el déficit de energía, por su desastrosa política en la materia.
Con relación al informe sobre infraestructura, cabría preguntarse por qué si la red eléctrica, tal como afirmó, se duplicó desde 2003 sigue habiendo tantos cortes de luz. A su vez, no existieron explicaciones para el deterioro experimentado en el estatizado sistema de transportes, sea ferroviario o aeronáutico.
Dos aspectos alentadores en su alocución: el empeño por imponer la discusión sobre el tema del preceptismo en la negociación salarial con los docentes. La Presidente se preguntó con razón si es justo que un maestro que concurre todo el año a impartir clases cobre lo mismo que otro que falta asiduamente.
Asimismo, sorprendió la iniciativa para impedir los piquetes callejeros que interrumpan la circulación del resto de las personas, feliz rectificación de la Presidente, luego de muchos años en los cuales los sucesivos gobiernos kirchneristas fueron también responsables al tolerar permanentemente esa metodología, amparándose en el criterio de que ninguna protesta social podía ser criminalizada. Tardía admisión de un precepto constitucional largamente reclamado por la ciudadanía pacífica, reiteradamente expuesto en estas columnas, pero bienvenida al fin.
Verdades, medias verdades y sofismas
Ya en el año 2007 quien esto escribe, en su libro “Mitos y realidades en la era K”, (2) hablaba de la tendencia kirchnerista a la deformación de la realidad, reforzada al máximo en la actual etapa.
En el último mensaje ante la Asamblea Legislativa se continuó con la construcciòn del «relato» con su propio repertorio de sofismas y medias verdades, algunas de las cuales son las que siguen: (3) “Educación: si bien el Gobierno resalta que nunca se ha invertido tanto en educación (6% del PBI), la alta inflación impide cumplir la meta de 180 días de clases. La misma ley de financiamiento educativo, sancionada en 2005, establecía la doble escolaridad obligatoria para el 30% de los alumnos primarios y hoy sólo alcanza un promedio de 7/8% para todo el país.
Energía: hasta 2010, la Argentina fue superavitaria y en 2013 el déficit energético alcanzó los 6500 millones de dólares. Esta reversión fue producto de la política K de haber impulsado el consumo con subsidios indiscriminados y desalentado la inversión en producción con precios políticos. Afirmar que las importaciones representan «sólo» 9,4% de la oferta, implica minimizar el problema. A su vez es de recordar que las reservas comprobadas de petróleo se redujeron 16% entre 2003 y 2012, y las de gas natural de 12 a 7,2 años de consumo en el mismo lapso.
Subsidios: hace años duermen en el Congreso varios proyectos de «tarifa social» para focalizar los subsidios estatales al consumo de electricidad y gas en los sectores de menores ingresos, y permitir un sendero gradual de reducciones para los demás usuarios. El Gobierno prefirió ignorarlos y seguir aumentando los subsidios, que pasaron de 0,5% del PBI en 2005 a 5% en 2013 ($ 134.000 millones), sin visualizar por ahora la vía para reducirlos, después de una década en que el gasto público total nunca creció menos de 30% anual (alcanza en la actualidad el 45% del PBI).
Precios / inflación: aunque comenzó a sincerar el índice de precios, el gobierno no lo hizo con el diagnóstico de inflación. Sin siquiera mencionarla, sólo la atribuye a conductas especulativas de empresarios y comerciantes, que en realidad son posibles cuanto mayor es la inflación. A su vez, los controles oficiales de precios muestran el fracaso de la política intervencionista de divorciar los precios domésticos de los internacionales y de fijar cupos de exportación para alimentos básicos. Mientras los precios no dejaron de subir, en diez años el stock ganadero se redujo en ocho millones de cabezas; la exportación de carnes a una cuarta parte y el año 2013 registró la peor cosecha de trigo en más de un siglo.
Corridas cambiarias / reservas: no es casual que la Presidente afirmara haber sido destinataria de ocho corridas cambiarias. En el período 2008/2013, los superávits «gemelos» (fiscal y externo) se transformaron en déficits y el tipo de cambio real llegó a mediados de 2013 al nivel más bajo desde fines de 2001 (cuando estalló la convertibilidad). Sin embargo, desde la imposición del cepo cambiario las reservas se redujeron en 20.000 millones de dólares y la emisión de pesos para cubrir el drenaje fiscal se duplicó el año 2013 con respecto al anterior. La relación causa-efecto es precisamente inversa a la alegada.
Sustitución de importaciones: más que una política articulada de mediano y largo plazo, el eje gubernamental consistió en evitar una mayor pérdida de reservas para contrarrestar el déficit energético, entre otras causas. Pero nunca se mostraron resultados concretos en términos de costos, volúmenes ni competitividad. Mientras tanto, el fuerte impulso al consumo de bienes durables agravó el déficit estructural de sectores como la cadena automotriz (8100 millones de dólares en 2013) y la industria electrónica fueguina (4000 millones) con altos porcentajes de partes e insumos importados.
Desendeudamiento: probablemente el Gobierno deje de exaltar las ventajas otrora declamadas del desendeudamiento del sector público, ante la necesidad de colocar deuda. El objetivo es llegar con menos apremios a fines de 2015 en base a un modelo que ya no puede sostenerse con déficit fiscal creciente, emisión monetaria para financiarlo, nulo ingreso de capitales financieros y puertas cerradas al crédito externo. El problema reside en cómo evitar el alto costo financiero de la desconfianza, después de tantos años de haberla fomentado.”
Crecimiento y pobreza: Ni la economía argentina está creciendo, como anunció la Presidente, ni la pobreza está bajando, como pareció sugerir. Si el Indec publicara los reales valores de la canasta familiar, se advertiría que el porcentaje de pobres e indigentes es varias veces superior al que proclama el relato oficial.
Alertas del Banco Mundial transformadas en elogios: (4)
Transformación consumada por la Presidente en su alocución que pareció no reparar en que ese organismo en un estudio titulado «Ganancias sociales en la balanza. Un desafío de política fiscal para América latina y el Caribe», da muy malos indicadores para el país en materia de educación, por detrás de países a los que solía superar por mucho, y dice que el aumento del gasto público ha hecho muy poco para reducir las desigualdades.
Más que una felicitación al país, como lo presentó la Presidente, parece más bien la sugerencia de la entidad internacional sobre necesarias reformas de programas muy costosos de gasto social de resultados, en muchos casos, poco satisfactorios.
La actualidad
En un informe de consulta en el mundo de los negocios, Latin Focus Consensus Forecast (5), la Argentina en el año 2014 enfrentará una recesión con una inflación cercana al 35%, según un consenso de bancos internacionales, consultoras y la Unión Industrial Argentina, entidades consultadas por esta publicación. Ratificando estas previsiones, los legisladores de la oposición presentaron el “IPC Congreso”, índice difundido mensualmente en base a estudios de consultoras privadas. El mismo arrojó para febrero una inflación de 4,3% con lo cual eleva el promedio de los últimos 12 meses a 34,88%. (6).
El PBI
El escenario base que señala el informe es una caída de alrededor del 1%, si el Gobierno mantuviera el camino ortodoxo de los últimos meses de subir las tasas de interés, sincerar el nivel de inflación, contener los aumentos salariales e intentar arreglar sus deudas en default. En el peor escenario, la recesión podría llegar al 3%.
La industria
En tanto, los números negativos de la UIA no sólo alcanzan al PBI, sino también a la actividad industrial, con una caída prevista del 1,5 al 2 por ciento.
El empleo (7)
En el actual contexto de estancamiento en la actividad económica, cada vez menos empresas se muestran dispuestas a contratar nuevo personal. Ya en el año 2013, según reflejan las propias cifras oficiales, el mercado laboral en la Argentina mostró una paralización que, de acuerdo con distintos informes privados, continuará en los próximos meses.
Según la última encuesta de expectativas de empleo de la consultora Manpower, sólo el 17% de los empleadores del país prevé aumentar su dotación de personal en el segundo trimestre de 2014, contra un 22% del año 2013.
También el Índice de Demanda Laboral que elabora la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) muestra una baja en la demanda de empleo. En febrero, estima que cayó 10,9% frente al mismo mes del año pasado.
Manpower elabora la encuesta de empleo en 42 países. Entre los de América latina, la Argentina es el que exhibe la expectativa neta más baja, muy por debajo de Colombia , Perú, México y Brasil.
La inversiòn (8)
Mientras el Gobierno se esfuerza en evitar que los dólares huyan del país, la inversión extranjera directa (IED), afluye hacia los países emergentes en general y hacia México, Brasil y Chile en particular.
En cambio, la IED hacia la Argentina descendió 13% en 2013, pese a que se computó en ese ítem la forzada reinversión de utilidades de empresas (por no recibir autorización para enviar utilidades al exterior), que determinaron el 70% de los US$ 10.400 millones de IED registradas.
En tanto, en los emergentes en general, ese rubro creció 6,2% en 2013 respecto del año anterior. Las comparaciones obvian comentarios adicionales: el país recibe la mitad de la IED que ingresa en Chile y una sexta parte de la que llega a Brasil.
Yen el exterior… La prensa en el mundo
Lamentablemente la escasa prensa internacional que se ocupa de la Argentina no resulta laudatoria. En una nota publicada el 27 de febrero pasado, el diario The New York Times, señalaba (9): «La Argentina, es un caso perverso en sí mismo», …: «es una nación todavía narcotizada por ese quijotesco menjunje político llamado peronismo, embarcada en una guerra sin cuartel con los datos económicos confiables, que juguetea con el tipo de cambio,…y está convencida de que la causa de todos estos fracasos radica en los poderes especulativos ..», que conspiran en su contra.
En el artículo, se da cuenta de cómo la Argentina «hace un siglo era más rica que Suecia, Francia, Austria e Italia. Y miraba al paupérrimo Brasil con desprecio» agregando que la Argentina «es un caso único de un país que completó la transición al subdesarrollo».
El 14 de febrero, el semanario inglés The Economist le dedicó la tapa a la Argentina. También hubo duros artículos sobre la Argentina en el diario El País de España, The Washington Post de Estados Unidos y The Wall Street Journal, del mismo país.
Por su parte, el vespertino francés Le Monde titula “Alerta roja a la inflación en la Argentina» consagrando una página entera de su edición del 1-3-13, a la situación del país, destacando la omnipresencia en los supermercados de miembros de La Cámpora, un «movimiento creado por el hijo de la Presidente», agregando que «sus militantes no sólo son utilizados para inspeccionar los precios, sino como fuerza de choque en las manifestaciones». (10)
Mientras tanto… (la culpa es del cartero)
…el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, denunció que «hay una tendencia y un agravio sistemático por parte de medios ultraconservadores o neoliberales y de periodistas del exterior» contra la Argentina! (10)
¿A qué juega la Argentina?
Buena parte de los analistas estiman que el Gobierno argentino está esperanzado en arribar al cierre de su período de gestión en diciembre de 2015, con algún respiro en su complicada situación de reservas internaciones, basado en los ingresos inmediatos de las exportaciones de soja, como así también a partir de la recomposición de las relaciones con los hasta no hace mucho denostados acreedores internacionales, tal como fue en su momento la empresa REPSOL ( a la que se le va a pagar por la expropiación violenta de YPF), y en un futuro inmediato, el arreglo con el Club de París y con los holdouts.
Y finalmente, el Gobierno estaría esperanzado, a criterio de quien esto redacta, en mejorar su posicionamiento en la sociedad, a partir de un cambio de humor social en caso que la Argentina gane el campeonato mundial de fútbol.
De ser cierta esta presunción subjetiva, ¿no suena poco serio?
Por el economista Pablo Broder
Referencias del diario LA NACION de Buenos Aires, año 2014: (1) 2-3; (4) 3-3; (5) 19-2; (6) 13-3; (7) 11-3; (8) 9-3; (9) 28-2; (10) 1-3.
(2) P. Broder. “Mitos y realidades en la era K.” Ediciones Macchi. Buenos Aires. 2007.
(3) N. Scibona. Diario LA NACION de Buenos Aires. 9-3-14.
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