Descubriendo al descubridor
En un recorrido por la añeja Europa, hogar de nuestros antecesores, traté de ver más allá de lo visible. Una preparación física adecuada a la edad nos permitió caminar poblaciones testigos del milenario devenir de la humanidad. Acostumbrados a la ciudad plana en damero, herencia de la conquista en nuestra América, nos sorprendió lo que hace años el colega Paul Virillio había anunciado: la dimensión vertical en la percepción del hombre incorporada por la conquista espacial fuera de la atmósfera. Al horizonte plano se agrega el horizonte vertical. Allí la topografía con muchos y grandes desniveles en espacios, calles y edificaciones conforma unas urbes, y poblada campiña, en tres dimensiones obligando al otro medio, el agua, a una invasiva interrelación entre ellos. Resulta sorprendente como la difícil accesibilidad peatonal y vehicular provoca una percepción de ciudad y territorio integrada.
No es lo mismo visualizar un edificio desde el nivel del piso que descubrirlo desde más arriba que el propio inmueble. Y acceder a un lugar cercano si hay un desnivel de 50 a 80 metros en una cuadra. Han creado en consecuencia, un hábitat complejo pero atractivo, original. Toda
la provincia gallega en España responde a esta morfología tal como la encontramos en A Coruña, Santiago de Compostela, Vigo y a continuación también en Porto y Lisboa en Portugal.
Otros rasgos
Otro componente es la ocupación humana mixta, autóctona y ajena. Una desbordante marea de turistas proveniente de todo el mundo, unida a los muchos inmigrantes, compite con sus pobladores cuestionando mis conceptos sobre el turismo. Años ha escribía sobre sus bondades en el intercambio y conocimiento entre culturas, etnias, razas y nacionalidades alimentando nobles objetivos de una humanidad más integrada y solidaria. Pero la presente invasión masiva, producto de la globalización de comunicaciones y transportes, está unida a una comercialización de bienes materiales de toda índole, incluso de los espacios y edificaciones patrimoniales, la gastronomía y las manifestaciones artísticas. El objetivo comercial degrada los bienes patrimoniales, adjetivados por la propaganda y en los versos de guías que nos apuran mientras tomamos alguna instantánea. O concurriendo a sitios privilegiados en los mapas turísticas para hacer cola y permanecer un rato mientras consumimos en ellos a precios elevados. El principal ganador es el mercado.
La excepción
En Santiago de Compostela flota en el ambiente y se respira la Fe que despiden miles de peregrinos renovándose día por día. Diseminados en calles, callejones y sendas, posadas y hoteles por doquier, pero sobre todo en la Plaza y Catedral destino de los conocidos caminos desde lejanos orígenes. El ambiente es de satisfacción por el objetivo religioso cumplido y la solidaridad que trasmiten a propios y entenados, nosotros! La tranquila fiesta sigue hasta la medianoche manteniendo en las tabernas, alegría y seguridad distintos a los que, nobleza obliga, se viven en Madrid, nuestro último destino. Lugar referente para una nueva nota.
Por Luis Fabre
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